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Bernardino Fernández de Velasco

Biografía

Fernández de Velasco, Bernardino. Conde de Haro (III), duque de Frías (I). ?, m. s. xv – Burgos, II.1512. Condestable de Castilla.

Hijo primogénito del condestable Pedro Fernández de Velasco y de su mujer Mencía de Mendoza. Se casó en primeras nupcias con Blanca de Herrera, hija de García de Herrera y de María Niño. De este matrimonio no nacieron hijos varones, pero sí una hija llamada Ana de Velasco que casó a fines del siglo xv con Alonso Pimentel, conde de Benavente. Fallecida su esposa en 1499, el primer duque de Frías logró incorporar a los extensos dominios heredados de su padre —desde los puertos secos que conducen a Laredo hasta los aledaños de la tierra de Campos—, tres villas que había heredado su mujer: Cigales (Valladolid), Torremormojón (Palencia) y Pedraza de la Sierra (Segovia).

Fernández de Velasco fue muy favorecido por los Reyes Católicos que, además de los títulos y oficios ya citados, le confirmaron en la posesión de otros que su linaje venía disfrutando desde hacía varias generaciones: camarero mayor, copero mayor y alcalde de la merindad de Castilla la Vieja. Isabel y Fernando no podían olvidar el apoyo que su padre y todo el linaje le habían prestado cuando, en tiempos, luchaban por conseguir la sucesión al trono de Castilla, ni tampoco la activa participación que los Fernández de Velasco habían tenido en la guerra que condujo a la incorporación de Granada a la Corona de Castilla. Los Reyes eran muy conscientes de que debían mantener excelentes relaciones con ellos, pues su linaje nobiliario gozaba de un poder militar y económico de primera magnitud en el reino. Es más, no dudaron en nombrar en 1497 a Bernardino Fernández de Velasco capitán general de la frontera de Navarra, de la provincia de Guipúzcoa y del condado de Vizcaya, en unos momentos en que finalizaba la tregua firmada un año antes con el rey de Francia por la cuestión del reino de Nápoles. Los Reyes temían la invasión del norte peninsular por parte de Carlos VIII. Le concedían plenos poderes civiles y militares en todo ese territorio. Era la máxima confianza que los Reyes podían depositar en una persona.

La prueba más evidente de que se trataba de un hombre cercano a la pareja real se halla en una carta que el dux de Venecia, Agustín Barbadico, le escribió para comunicarle que enviaba como embajador a la Corte castellana al doctor Jacobo Cantareno.

La mayor recompensa, sin embargo, que el I duque de Frías recibió del Rey Católico fue la entrega en matrimonio de su hija bastarda, Juana de Aragón. Era el supremo honor, la mejor forma de honrar al linaje, que de esa manera lograba la aspiración máxima de todo noble: entroncar familiarmente con la realeza, aunque fuese por vía ilegítima. En efecto, en 1502, tres años después de enviudar de Blanca de Herrera, el condestable Bernardino Fernández de Velasco contrajo matrimonio con Juana de Aragón, hija del rey Fernando y de Aldonza Ibarra, recibiendo como dote la suma de 20.000 doblas. De este segundo matrimonio sólo sobrevivió una niña, Juliana Ángela, que años más tarde, en 1520, casó con su primo hermano Pedro, hijo primogénito de Íñigo de Velasco y de María de Tovar. Juana de Aragón falleció también antes que su marido, en marzo de 1509.

Casado dos veces y viudo otras tantas, el condestable tuvo dos amantes, una viuda, Clara Orense, vecina de Burgos; y otra soltera, Inés Enríquez. La primera le dió un hijo, Pedro de Velasco. De la segunda tuvo tres: Juan, Pedro Suárez y Bernardino. Finalmente tuvo también otro hijo, llamado igualmente Bernardino, de una tercera mujer, Inés de Sagredo, con la que quiso casarse dos meses antes de morir, viudo ya de Juana de Aragón. Todos ellos fueron legitimados, por Fernando el Católico y recibieron por donación paterna un rico patrimonio.

Bernardino Fernández de Velasco falleció a comienzos del mes de febrero de 1512. Fue uno de los nobles más ricos y poderosos de su tiempo en el reino de Castilla.

 

Bibl.: A. Franco Silva, El condestable don Bernardino Fernández de Velasco (1492-1512), s. f. (inéd.); S. de Moxó, “De la nobleza vieja a la nobleza nueva. La transformación nobiliaria castellana en la Baja Edad Media”, en Cuadernos de Historia, 3 (1969); E. González Crespo, “Los Velasco en el horizonte dominical de la nobleza castellana según el Libro de las Behetrías”, en Anuario de Estudios Medievales, 14 (1984).

 

Alfonso Franco Silva