Querol y Subirats, Agustín. Tortosa (Tarragona), 1860 – Madrid, 14.XII.1909. Escultor.
Su padre regentaba una panadería, y de niño, Agustín alternaba sus estudios artísticos, con su trabajo de panadero, modelando con el pan originales panecillos, dando formas a perros, gatos, caballos, fieras, gallinas, pavos e incluso a gente conocida de Tortosa.
Sus comienzos, al igual que hacía el escultor segoviano Aniceto Marinas en Segovia, fueron modelando pequeñas figuras de cera.
Su padre no quería que se dedicara al arte, y hubiera preferido que siguiera con el horno de amasar pan, pero su madre, por instinto maternal, apoyó al pequeño Agustín en sus decisiones.
Sus primeras nociones artísticas las recibió, en su pueblo natal Tortosa, de manos del escultor Cervetto, artista muy considerado en esta localidad.
Marchó a Barcelona, y entró en el taller del notable escultor catalán Domingo Talarn (1812-1901), discípulo de Campeny, especializado en el tema de los Calvarios. Allí en Barcelona, asistió Querol a las clases de Dibujo y Escultura de la Lonja, y hacía prácticas de anatomía en el Hospital.
En Barcelona entró en el taller de los prestigiosos escultores Vallmitjana, sobre todo de Venancio, allí trabajaba mucho y le pagaban poco (15 pesetas mensuales), de forma que se estableció por su cuenta, en un taller de la Caseta de Guardagujir en Sarria, en un corralón de la Ronda de San Pablo, en un pequeño estudio y en unión de otros jóvenes artistas.
En 1883, vendió una escritura en Barcelona, y con su importe decidió pagar su viaje a Madrid, y se presentó a un Tribunal de Oposiciones de Pensionados a Roma, en la Academia de San Fernando, mostrando en un cajón la obra de pensionado, recibiendo allí la triste noticia de la muerte de su padre.
En ese mismo año logró, junto con Emilio Barrón, la ansiada pensión a Roma; Querol se trasladó en abril de 1884, y la pensión duró tres, años hasta 1887. En su etapa de pensionado causó bastantes problemas al pintor Vicente Palmaroli, director de la Academia Española en Roma, por sus constantes infracciones del Reglamento de Pensionados. Desde la Ciudad Eterna, envió obras tan importantes como: El Vencido de Hoy, Dolorosa, Tulia arrastrando su carro por encima del cadáver de su padre, El grupo Sagunto y Tradición, con el cual logró la 1.ª Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid.
Con su regreso a Madrid, y con sus grandes obras de pensionado, fijó su residencia en la capital de España, donde fue protegido por su gran mecenas el gran político conservador del período de la Restauración, Antonio Cánovas del Castillo, el cual le proporcionó numerosos encargos.
Primero, tuvo su estudio en el paseo del Obelisco, en una modesta casa-taller, modelando a un ritmo de doce a catorce horas al día. Más tarde pasó a tener un taller mucho más grande en la calle del Cisne, auténtico “Palacio de las Artes”, que, además de ser un estudio, servía de sala de exposiciones, jardines, y otras dependencias, en la actual calle de Eduardo Dato. Allí recibió a ilustres personajes de la política, letras, arte y cultura, como a Emilia Pardo Bazán, Azorín, Pío Baroja, Julio González Pola y a otros personajes importantes.
También allí se rodeaba de un gran taller de marmolistas, operarios y discípulos que le ayudaban en su tarea. Allí trabajó en la década de 1890 en obras tan significativas como el Tímpano de la Biblioteca Nacional (1891-1902), donde mostró un gran taller compuesto por marmolistas, entre ellos el famoso Nicoli, operarios marmolistas de Massa-Carrara en Italia, y otros que paseaban del boceto en barro a la escayola, y de la escayola a tamaño gigantesco en enormes y pesados mármoles.
En este suntuoso taller, lleno de operarios y discípulos, esculpió grandes obras y soberbios monumentos como a Legazpi y Urdaneta, en bronce, el Mausoleo a los Bomberos de La Habana, en mármol de Carrara, en el Cementerio de Colón de La Habana, el Monumento a Claudio Moyano, ministro de Instrucción Pública, en bronce, el Monumento a Quevedo, en mármol la estatua y los bajorrelieves en piedra, y la estatua del Almirante Méndez Núñez, en bronce, en Vigo, entre otros.
El 11 de octubre de 1897 Querol se presentó a la elección de académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con motivo de la muerte de Francisco Bellver; también se presentó Mariano Benlliure, que resultó ser, finalmente, el elegido.
A partir de los comienzos del siglo XX, empezaron sus grandes empresas escultóricas, no sólo para España, sino también para América, como los colosales grupos en mármol de Carrara, más tarde, sustituidos en bronce, debido a su peso, de Las Artes y Las Ciencias floreciendo al amparo de la Paz, junto con Los Pegasos, que rematan el ático del antiguo Ministerio de Fomento, actual de Agricultura. También el grupo colosal en bronce de Moisés y Las Leyes, que corona el ático del Palacio de Justicia de Barcelona. El suntuoso, soberbio y grandioso mausoleo, que levantó a su protector y mecenas Antonio Cánovas del Castillo, en el Panteón de Hombres Ilustres de la Basílica de Atocha de Madrid, donde tres estilos se entremezclan: modernismo, eclecticismo y realismo.
Para Hispanoamérica, culminó una obra escultórica repleta de colosales monumentos, de auténtico carácter megalómano, que dan idea de esa gran imaginación, originalidad y monumentalidad. Querol fue uno de los escultores europeos que más vinculación tuvo con el continente americano, lo mismo que Blay, Benlliure, Victorio Macho, Rodin, Costa, y Coutan. Así de Querol existen el del Coronel Bolognesi, en Lima, donde combina magistralmente, el mármol, bronce y granito; el de la Independencia de Guayaquil, en Ecuador; y el de la Republica Argentina, en mármol de Carrara y bronce.
En sus cortos cincuenta años de existencia, logró grandes éxitos y triunfos, vivió de una manera holgada y brillante, rodeado de amigos, lujo y bienestar.
Tras la muerte del escultor Jerónimo Suñol, se presentó a la plaza de académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, junto a Aniceto Marinas y José Alcoverro el 4 de noviembre de 1902, siendo elegido, el 23 de noviembre del citado año, Aniceto Marinas.
Entre sus numerosas condecoraciones destacan: las Medallas de Honor de Múnich, Berlín y Viena; entre las grandes cruces de gran mérito: la Gran Cruz de Isabel la Católica, la de Pro Iglesia Pontífice y Milicia Dorada, la de San Silvestre, concedida por el Papa, la de San Miguel de Baviera en Alemania, la de Francisco José I de Austria y la de la Legión de Honor de Francia.
También actuó como presidente del Jurado en los Tribunales de Exposición de Bellas Artes, no sólo en Madrid, sino en otras capitales de Europa, como en la de París de 1900.
A los treinta y cinco años brillaba como un astro de luz. Su amor al trabajo era una de las características más sobresalientes, que no se debilitaba ni por enfermedades, ni se enfriaba con los obstáculos, ni se amargaba por las contrariedades.
Junto con Benlliure, Blay, Trilles y Marinas, era considerado como uno de los escultores más brillantes de España, como señalaba el marqués de Lozoya en su Historia del Arte Hispánico, siendo los representantes más insignes del realismo ecléctico de la escultura española, teniendo su obra una gran repercusión en el mundo hispánico. Tenía un carácter sencillo, era buena persona, generoso con sus amigos, de temperamento distraído y excéntrico. Querol falleció prematuramente el 14 de diciembre de 1909, a los cuarenta y nueve años, lleno de distinciones, fama y dinero y una gran fortuna, y es que al margen de la escultura se dedicaba a la construcción, empresa, literatura, teatro y fue diputado por Tortosa.
Su muerte constituyó un auténtico duelo no sólo en Tortosa, su tierra natal, sino en Zaragoza y sobre todo en Madrid, rodeando su féretro infinidad de coronas, llevando las cintas Benlliure, Guimerá, Comba, y el pintor Ferrant.
Fue un asiduo colaborador de El Liberal e incluso se pensó en hacer un Museo a su memoria en el que figurarían muchas obras suyas.
La obra de Agustín Querol se rodeó de notables influencias europeas, como la de los escultores franceses Chapu, Dalou, y Rodin; la de los alemanes representadas por: Begas, Eberlein y Benk; y la de los italianos: Monteverde, Zanelli y Bistolfi.
En cuanto a los materiales que ha utilizado son múltiples y variados: barro, que modelaba con grandes palillos y con gran soltura, mármol, bronce y otros.
Su estilo es fundamentalmente ecléctico, realista, neobarroco, modernista e impresionista. En cuanto a su fortuna crítica hay que decir que en 1880 los dos más grandes escultores fueron: Mariano Benlliure y este escultor tortosino.
Obras de ~: San Juan predicando en el Desierto, 1883; Apolo, 1883; El Sátiro Marsias, 1883; el Rey Midas, 1883; Busto de Piferrer, 1884; Mater Dolorosa, 1884; Una española, 1887; Meditación, 1887; La Bigulante, 1887; El Vencido de Hoy, 1887; Bajorrelieve de Tulia pasando sobre el cadáver de su padre, 1887; La Tradición, 1887; Busto de estudio, 1887; Retrato del hijo del pintor Enrique Serra, 1887; Busto de M. Buterfield, 1889; Sagunto, Museo del Prado, Madrid, 1889; Tulía, Museo del Prado, Madrid, 1889; Busto en bronce, estudio para el grupo de “Sagunto”, Madrid, 1889; Monumento al almirante Méndez Núñez, Vigo, 1890; Busto en mármol de S. M. la Reina Regente, Palacio Real, Madrid, 1891; Un mártir, Madrid, 1891; Don Juan Tenorio, Madrid, 1891; Monumento a los Bomberos, Cementerio de Colón, La Habana (Cuba), 1891; Bajorrelieve de san Francisco curando a los leprosos, Museo del Prado, Madrid, 1891; Las Ciencias, las Letras y las Artes, floreciendo al amparo de la Paz; España, el Genio, y el Estudio, tímpano del frontón de la Biblioteca Nacional y Museos Nacionales, Madrid, 1891-1904; El Salvador, Madrid, 1892; Modelo de la estatua de Lope de Vega, Ayuntamiento, Madrid, 1892; Proyecto de Monumento al padre Las Casas, Ciudad de México, 1893; Monumento a Miguel López de Legazpi y al padre Fray Andrés Urdaneta, Manila (Filipinas), 1893; Busto en mármol de S. M. el Rey don Alfonso XIII, Palacio Real, Madrid, 1895; Busto en mármol de la Excma. Sra. Marquesa de Alonso de León, viuda de Martos, Madrid, 1895; Boceto para un monumento al marqués de Larios, Málaga, 1895; Fragmento de un trozo del pie del Cristo de la Agonía, Museo de la Semana Santa, Cieza (Murcia), 1895; Monumento a don José Elduayen, Excmo. Sr. Marqués del Pozo de la Merced, Vigo, 1896; Monumento a don Daniel Carvallo, Arboleda de Méndez Núñez, La Coruña, 1896; Busto de San Francisco de Asís, Fundación Capa, Arzobispado, Madrid, 1897; Monumento a don Claudio Moyano, Glorieta de Atocha, Madrid, 1894-1900; Proyecto de Monumento a Alfonso XII, Madrid, 1901; Busto del dios Baco, Madrid, 1901; Monumento a Quevedo, Glorieta de Quevedo, Madrid, 1902; Álbum de plata del Excmo. Sr. don Juan de Morales y Serrano, subgobernador del Banco de España, Banco de España, Madrid, 1902; Monumento al coronel Bolognesi, Museo Real Felipe, Puerto del Callao (Perú), 1903; Monumento al conde de Riba de Deva, Columbres (Asturias), 1905; Moisés y Las Leyes, Palacio de Justicia, Barcelona, 1900-1906; Monumento a doña Casilda Iturizar, viuda de Epalza, parque de Casilda Iturizar, Bilbao, 1906; Monumento a los mártires de la Religión y de la Patría, Plaza de España, Zaragoza, 1904- 1906; Panteón de doña Luisa Sancho Mata, Cementerio de San Isidro, Madrid, 1906; La Gloria ofreciendo palmas y laureles al Arte y a la Ciencia, grupos de Pegasos guiados por los genios del Arte y de la Industria, Ministerio de Fomento, Madrid, 1900-1906; Los Pegasos, Palacio de Bellas Artes de México, 1904-1906; Monumento a don Segismundo Moret, plaza de la Estación, Cádiz, 1904-1909; Medalla conmemorativa de la visita del presidente de la República Francesa M. Emilio Loubet a España, Madrid, 1905; Monumento a Aureliano Linares Rivas, Arboleda de Méndez Núñez, La Coruña, 1905; Monumento a Federico Soler (Serafí Pitarra), Plaza del Teatro, Barcelona, 1906; Busto del Dr. Don Santiago Ramón y Cajal, Madrid, 1906; Mausoleo a Don Antonio Cánovas del Castillo, Panteón de Hombres Ilustres, Madrid, 1906; Proyectos y Dibujos del monumento al General Mitre para Buenos Aires, Madrid, 1907; Monumento a los Sitios de Zaragoza, Plaza de los Sitios, Zaragoza, 1908; Proyecto de monumento al general don Justo de Urquiza, para Buenos Aires, más tarde ubicado en el parque Urquiza de Paraná, 1908; Boceto de Carroza “Vulcano”, Murcia, 1909; Monumento a la Independencia de la Republica de Ecuador, Guayaquil (Ecuador), 1909; Monumento de los Españoles en Buenos Aires, también llamado “Nación Argentina”, Buenos Aires (Argentina), 1909.
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José Luis Melendreras Gimeno