Bellver y Ramón, Ricardo. Madrid, 23.II.1845 – 20.XII.1924. Escultor.
Pertenecía a una famosa dinastía de escultores de origen valenciano. Su abuelo Francisco Bellver y Llop, estudió en la Real Academia de San Fernando y, más tarde, estuvo trabajando en la Corte.
Su padre, Francisco Bellver, ilustre escultor y académico, fue su primer maestro en el arte de la escultura.
Posteriormente entró como alumno en la Real Academia de San Fernando, y destacó en las asignaturas de Anatomía Pictórica y Dibujo del Antiguo, copia del Natural y Paños.
A los diecisiete años presentó su primera obra para la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1862, el cacique Tucapel. Dos años más tarde, en 1864, para esta misma Exposición expuso dos bajorrelieves: Sátiro tocándose las tibias y Faunos jóvenes jugando con una cabra.
De 1866 es su magnífica obra La Virgen del Rosario, con destino a la iglesia de San José de Madrid, de soberbia ejecución y factura. Para la Exposición Nacional de 1867, realizó su extraordinario grupo de la Piedad, de gran tradición desde el siglo xv, con la que consiguió una mención honorífica de 1.ª clase. Para la Exposición Nacional de 1871, mostró tres bustos en yeso: Goya, José Bellver y Una señora.
En el año 1874, para el concurso abierto para las plazas de pensionado de Roma, presentó su obra: David teniendo en la mano la cabeza del gigante Goliat.
En Roma permaneció pensionado los años 1875, 1876 y 1877. En 1875 realizó el magnífico busto del Gran Capitán, copia en yeso de la estatua que talló en madera, en el siglo XVI, el escultor y arquitecto burgalés Diego de Siloé.
Al año siguiente, en 1876, presentó su segunda obra de pensionado el bajorrelieve titulado: El Entierro de Santa Inés, para el interior de la basílica de San Francisco el Grande de Madrid.
Finalmente, como trabajo de tercer año de pensionado, en 1877, mostró su obra más famosa y que más gloria le dio: El Ángel Caído, modelada en yeso y más tarde fundida en bronce. Medalla de Oro en la Exposición Nacional de Madrid, y en la Internacional de París. De 2,65 metros de altura, con notables influencias clásicas, helenísticas y barrocas, representa a Lucifer caído sobre unas rocas, retorciéndose por el dolor que le causa una serpiente enroscada en su cuerpo.
En el año 1880, ejecuta el boceto para el ilustre marino y navegante del siglo XVI: Juan Sebastián Elcano, encargado por el Ministerio de Ultramar, fue presentado en la Exposición Nacional de 1881, obteniendo primera medalla, siendo esculpida en mármol blanco de Carrara.
Acabado su plazo de pensión en Roma, permaneció en la ciudad, donde continuó vinculado hasta 1882.
En este intervalo de tiempo esculpió el imponente monumento al Cardenal de la Lastra y Cuesta, Arzobispo de Sevilla, en un purísimo y finísimo mármol de Carrara, con influencias de estilo plateresco.
Para la portada principal de la catedral de Sevilla realizó en yeso, en 1883, un bajorrelieve de la Asunción de la Virgen, más tarde pasado a piedra de Mónovar (Alicante), de tamaño colosal. Posteriormente para decorar la mencionada fachada talló cuarenta estatuas de apóstoles y santos, en las que trabajó hasta el año 1899, de tamaño mayor que el natural en piedra cemento Portland.
Durante los años 1883-1884, esculpió en mármol de Carrara dos colosales estatuas, de 2,65 metros de altura, de los apóstoles San Andrés y San Bartolomé, para la rotonda interior de la basílica de San Francisco el Grande de Madrid; la obra le fue encargada por la Obra Pía de Jerusalén; por sendos modelos cobró la cantidad de tres mil pesetas. Esta obra fue ejecutada en claro estilo neobarroco.
El día 10 de noviembre de 1879 fue designado en Sesión Ordinaria académico correspondiente de la Academia de San Fernando. En atención a esto y al haber sido nombrado profesor ayudante de la Escuela de Artes invocando Oficios, y que los artículos 7.º y 8.º de los Estatutos, y el 77 y el 78 del Reglamento, los académicos Federico de Madrazo, José Barral, Antonio Ruiz de Salces, Francisco Asejo, Barbieri y los escultores Sabino de Medina y Elías Martín, lo proponen el 5 de mayo de 1884 como académico de número.
El 20 de octubre de 1884, es elegido académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, su discurso de apertura fue: La Escultura en Miguel Ángel.
Por estas fechas el obispo de Cádiz, Vicente Calvo, le encarga tres imágenes en madera policromada y de tamaño natural: San Pedro, Santo Tomás de Aquino y San Alfonso María de Ligorio.
Durante esta época llevó a cabo otro excelente sepulcro de estilo neoplateresco, el del Cardenal Martínez Silíceo, para la iglesia-colegio de Doncellas Jóvenes de Toledo, inspirado en los sepulcros renacentistas del cardenal Tavera y el de Cisneros.
De 1877 son el Monumento Funerario a Goya, el Monumento a Meléndez Valdés y Donoso Cortés, con la famosa estatua de la Fama, en el cementerio monumental de San Isidro de Madrid.
A comienzos del siglo XX, esculpió en piedra blanca el Escudo colosal de España, para el Ministerio de Fomento, actual de Agricultura en Madrid.
A partir de 1904, R. Bellver se dedica casi por entero a su labor docente, en las clases de la Academia de San Fernando, también como jurado calificador en exposiciones nacionales e internacionales. También como jurado calificador en la Academia Española de Bellas Artes de Roma, sustituyendo en 1904 al célebre escultor valenciano Mariano Benlliure, compañero suyo en la Academia.
Dos días después de su muerte, el 22 de diciembre de 1924, el escultor segoviano Aniceto Marinas se adhiere a las condolencias expresadas por su compañero el también escultor Mariano Benlliure, con motivo de la muerte de nuestro genial artista, ocurrida el 20 de diciembre del citado año.
Ricardo Bellver ha utilizado a lo largo de su carrera artística todo tipo de materiales para ejecutar su dilatada y extensa labor escultórica: el barro, arcilla, madera de pino, ciprés, policromada, dorada y estofada; el mármol de Carrara, la piedra de Monóvar, Novelda, el cemento Portland, el bronce y otros materiales.
Sus primeros trabajos de juventud están realizados en barro, arcilla, escayola, yeso y cera. Se trata de estudios preparativos para mostrar a las distintas y variadas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y a los Concursos a Oposiciones de Pensionados a Roma.
Desde sus primeros comienzos la obra de Ricardo Bellver ha generado grandes elogios por parte de la crítica especializada de la historia del arte. de fuerte personalidad, realismo libre, notable y crítico, es el más personal y original de los escultores.
Su estilo es ecléctico, academicista y romántico, y en muchas ocasiones se muestra neobarroco y realista.
Es creativo y original, con una gran fuerza expresiva en sus obras.
Obras de ~: Estatua del cacique Tucapel, 1862; Virgen del Rosario, iglesia de San José, Madrid, 1866; Grupo de la Piedad, Exposición Nacional de Bellas Artes, Madrid, 1867; Bustos de Goya, José Bellver y una Señora, Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, 1871; David teniendo en la mano la cabeza del gigante Goliat, 1874; Busto del Gran Capitán, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1875; Bajorrelieve del Entierro de Santa Inés, coro alto, basílica de San Francisco el Grande de Madrid, 1876; El Ángel Caído, Parque del Retiro de Madrid, junto al Estanque de Coches, 1877; Sepulcro del Cardenal don Luis de la Lastra Cuesta, capilla de Santa Ana de la catedral, Sevilla, 1880; Estatua del navegante Juan Sebastián Elcano, Ayuntamiento de Guetaria (Guipúzcoa), 1881; Ángel portador de Urna, capilla sepulcral de la Señora de la Gandará, cementerio de San Isidro de Madrid, 1882; Estatuas de San Andrés y San Bartolomé, basílica de San Francisco el Grande, Madrid, rotonda interior del templo, 1883-1885; Relieve colosal en piedra de la Asunción de la Virgen María, tímpano central, fachada principal de la catedral, Sevilla, 1882-1885; Apostolado y Santos (San Pedro, San Pablo, Santiago el Mayor, San Andrés, San Judas Tadeo, San Juan, Santiago el Menor, San Felipe, Apóstol; San Mateo, Santo Tomás, Apóstol; San Matías, San Bartolomé, San Simón, San Lucas, San Marcos, San Clemente, Papa; San Esteban Protomártir, San Lorenzo Mártir, San Vicente Mártir, San Joaquín, San José, San Bernabé, Santa Ana, Santa María Magdalena, San Gregorio Magno, San Ambrosio, San Basilio el Grande, San Agustín, San Jerónimo, San Juan Crisóstomo, San Francisco de Sales, San Buenaventura, Santo Tomás de Aquino, San Alfonso María de Ligorio, San Benito, San Francisco de Asís, San Bernardo de Claravall, San Pedro Nolasco, Santo Domingo de Guzmán), fachada principal de la catedral de Sevilla, 1885-1899; Monumento funerario a Goya, Meléndez Valdés y Donoso Cortés, cementerio de San Isidro de Madrid, 1886; Sepulcro del Cardenal Silíceo, iglesia del Colegio de Doncellas Nobles, Toledo, 1888-1890; Retrato del escultor y académico Francisco Bellver y Llop, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, 1891; Busto en mármol de Carrara del farmacéutico palentino Natalio de Fuentes Aspurz, Palencia, 1895; Busto en bronce, sobre su tumba, cementerio, Palencia, 1896; Escudo colosal en piedra de España, Ministerio de Agricultura, Madrid, 1898; Retrato del académico de Bellas Artes de San Fernando, Juan Facundo Riaño, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1901; Dos proyectos de “Famas”, monumento al rey Alfonso XII, Parque del Retiro, Madrid, 1902; San Francisco de Asís y los Sagrados Corazones de Jesús y María, iglesia de San Francisco de Asís, la Quinta Angustia, Bilbao, 1904; San Expedito, iglesia de San Vicente Mártir de Abando, Bilbao, 1916.
Bibl.: M. Ossorio y Bernard, Galería Biográfica de Artistas Españoles del Siglo xix, Madrid, Ramón Moreno, 1868-1869; E. Serrano Fatigatti, “Escultura en Madrid desde el siglo xvi hasta nuestros días”, en Boletín de la Sociedad Española de Excursiones, Madrid, Imprenta Hauser y Menet (1912), pág. 309; Aguirre, “Arte Contemporáneo. Ricardo Bellver”, en Gaceta de Bellas Artes, Madrid, n.º 128 (1921), pág. 10; E. Tormo y Monzó, Las Iglesias del Antiguo Madrid, Madrid, Instituto de España, 1972; J. Marín Medina, La Escultura Española Contemporánea (1800-1978). Historia y Evaluación Crítica, Madrid, Edarcón, 1978; J. A. García Hernández, “La Decoración Escultórica de la Portada Principal de la Catedral de Sevilla (1882-1899)”, en Laboratorio de Arte, n.º 3 (1990), págs. 221-242; M. S. Salvador Prieto, La Escultura Monumental de Madrid: Calles, Plazas y Jardines Públicos (1875-1936), Madrid, El Alpuerto, 1990; J. Guerrero Lovillo, Catedrales de España: La Catedral de Sevilla, León, Everest, 1992; M. E. Gómez Moreno, Summa Artis, t. XXXV: Pintura y Escultura Española del Siglo xix, Madrid, Espasa Calpe, 1993; L. Azcue Brea, Escultura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Catálogo y Estudio, Madrid, Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1994; J. J. Martín González, El Monumento Conmemórativo en España (1875-1975), Valladolid, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Valladolid, 1996; J. Nicolau Castro, “El Sepulcro del Cardenal Silíceo, obra de Ricardo Bellver”, en Goya n.os 259-260 (1997), págs. 407-415; J. L. Melendreras Gimeno, “Dos Escultores del Eclecticismo Español: Ricardo Bellver y Agustín Querol”, en Boletín Academia, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, n.º 87, 2.º Semestre (1998), págs. 421-431; C. Reyero Hermosilla, La Escultura del Eclecticismo de España. Cosmopolitas entre Roma y Paris, 1850-1900, Colección de Estudios, n.º 95, Madrid, Ed. Universidad Autónoma, 2004; J. L. Melendreras Gimeno, Un escultor típico representante del eclecticismo español del siglo xix: Ricardo Bellver y Ramón (1845-1924), Murcia, Imprenta F. Graf, 2006.
José Luis Melendreras Gimeno