Ovalle, Pacífico de. ?, s. m. s. XV – Moreruela (Zamora), c. 1540. Abad cisterciense (OCist.), general reformador de la Congregación de Castilla.
La carencia de fuentes serias donde inspirarse impide poder ofrecer noticias completas sobre este monje forjado en Moreruela, no en Valparaíso, como afirma Yepes y otros autores. Los benedictinos han publicado en los últimos tiempos semblanzas de los generales de la Congregación de San Benito el Real de Valladolid, contemporánea de la de Castilla. Tuvieron la suerte de conservar íntegro en Silos el archivo de dicha Congregación. En cambio, los cistercienses, por más que alguno ha intentado hacer algo parecido con los de su Congregación, ha sido imposible, porque la casa matriz de la Congregación, Palazuelos (Valladolid), situada al borde del camino obligado seguido por las tropas napoleónicas, durante la Guerra de la Independencia, que sirvió de residencia habitual a todos cuantos pasaban por sus cercanías, acabaron con todo lo que encontraron en aquel monasterio. Esta es la causa de no poder ofrecer reseñas, sino de algunos, y éstas muy incompletas, como sucede con este hijo de Moreruela, el primero que tuvo la suerte de escalar el primer puesto de la Congregación castellana el trienio 1528-1531.
Ningún autor señala el lugar ni tiempo de su nacimiento. La primera noticia documental que se posee sobre su elección abacial en su propio monasterio es de 1520, y tan efectivo debió de ser su gobierno, que le eligieron para el mismo cargo tres veces consecutivas, a pesar de no ser norma corriente en los monasterios reelegir a los abades para más de un trienio, sino en ocasiones excepcionales. Lo corriente era elegirlos al fin de trienio para regir otra abadía, y, al terminar ésta, les podían volver a reelegir para la propia casa. Los padres capitulares eligieron a fray Pacífico como abad reformador el 3 de mayo de 1528, quedando constituido superior general de toda la Congregación que aún no se hallaba completa, sino faltaban aún muchos monasterios que no habían dado aún el nombre a la reforma.
Sólo se sabe que en ese tiempo todavía no estaban integradas en la Congregación de Castilla gran número de casas, debido a las grandes dificultades que entrañaba la anexión de las comunidades, por estar en manos de abades comendatarios y tenían que esperar las oportunidades. Moreruela fue una de las primeras casas en entrar a tomar parte en la reforma de Martín de Vargas en 1494. El abad reformador era el que más preocupación sentía por completar la obra de Vargas, pues estaban viendo claramente la gran ventaja que suponía para los monasterios. Por eso precisamente en este capítulo general, celebrado en Montesino (Toledo), el 3 de mayo de 1528, en que salió Ovalle reformador, se habla de que nuevamente se confirmaron las primeras constituciones que elaboró el reformador Martín de Vargas. Luego, en el transcurso de los años fueron admitiendo algunas modificaciones exigidas por el cambio de los tiempos. En este tiempo la sede del reformador solía estar señalada en el propio monasterio de donde era abad. Tal proceder duró hasta 1551 en que, ante las quejas de algunos abades de casas en los extremos, suspiraban por una sede equidistante de esos monasterios, y se vio que la que reunía mejores condiciones para el acceso era de la Palazuelos, a orillas del Pisuerga, poco distante de Valladolid, ya que en los primeros tiempos tenían que desplazarse a Montesión, y resultaba excesivamente distante, sobre todo para los abades de Galicia.
Durante su gobierno, acaeció una visita que por orden del capítulo general del Císter hizo el abad de Claraval, dom Eddme de Saulieu, a los monasterios españoles y portugueses. Llegaba con aires de reforma, porque quería a toda costa evitar la secesión de los monasterios de la Congregación de Castilla. Entraron en los de la zona oriental de la Península, llegaron a Valencia y giraron hacia el centro, pero como los monjes de esta Congregación se hallaban protegidos por el poder real, en ocasión que el Emperador se hallaba por Europa resolviendo asuntos, tenían orden los responsables del Gobierno que se hallaba en Medina del Campo de impedirles toda injerencia en la observancia de las casas sometidas a la reforma. Esta medida que a primera vista aparece un tanto violenta, fue muy beneficiosa en todos los órdenes. Podían visitar los monasterios, pero nada de imponer observancias distintas. Se cree que fray Pacífico de Ovalle, junto con el abad de la Espina, prepararon los ánimos de los gobernantes para que no les dejasen actuar en los monasterios reformados. Así lo hicieron, no marcharon directamente a Portugal, sino que dieron un viraje hacia el Noroeste, por Santiago de Compostela, visitando los monasterios que les pareció.
Fray Pacífico murió en Moreruela en fecha incierta (c. 1540).
Bibl.: A. Manrique, Anales Cistercienses, t. IV, Lugduni (Lyon), Iacobi Cardon, 1642, págs. 623-624.
Damián Yáñez Neira, OCSO