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Pascual de Ampudia

Biografía

Ampudia, Pascual de. Ampudia (Palencia), 1442 – Roma (Italia), 19.VII.1512. Dominico (OP), obispo de Burgos.

En realidad su verdadero nombre era Pascual de Rebenga, pero, siguiendo la costumbre de la época, cambió su apellido por el lugar de su nacimiento al profesar en la orden dominicana. Sus padres eran labradores, que redondeaban sus escasos ingresos con el oficio de yeseros, labor en la que les ayudaba Pascual.

Hacia 1457, cuando contaba quince años de edad, le llevó consigo a Palencia un tío suyo dominico y allí, en el convento de San Pablo, fue aceptado al comprobar su piedad y dotes intelectuales. No se sabe cuántos años pasó en este convento, en el que emitió la profesión religiosa, pero hacia 1465 fue enviado a Bolonia a completar sus estudios. Por aquel entonces el convento dominico de Bolonia se había adherido a la reforma y era tenido por una casa observante. Es posible que fray Pascual fuera enviado a él en compañía de otros religiosos con el objeto de ir preparando la reforma de los conventos españoles de la Orden.

Muy poco se sabe sobre la larga etapa italiana de fray Pascual. En Bolonia debió de alcanzar el grado de maestro en Sagrada Teología y, al parecer, ayudó a reformar algunos conventos en Lombardía. Tampoco se conoce con exactitud la fecha de su vuelta a España, que pudo realizarse en 1481 cuando los dominicos observantes de Castilla piden y obtienen del papa Sixto IV que vuelvan a su patria los frailes españoles que estaban Lombardía, para involucrarse en su tierra en las tareas de reformación. A ello hubo de dedicarse fray Pascual, aunque sólo hay constancia de que por estos años ejerció la docencia antes de ser nombrado en 1487 vicario general de la reforma.

Desde ese momento se vio inmerso en la lucha que enfrentaba a los dominicos observantes con los claustrales, reacios a todo intento reformista. Se sabe que en julio de este mismo año interviene en la fundación del colegio de San Gregorio de Valladolid, pero el 20 de agosto de 1488 es destituido de su cargo de vicario por presiones de los claustrales. Fray Pascual se dirigió inmediatamente a Roma y el 21 de diciembre de ese mismo año fue confirmado como vicario general de la congregación de la observancia de España. Incluso consiguió al año siguiente la bula Sacrae religionis, del papa Inocencio VIII, por la que se confirmaban las gracias y privilegios de los observantes. En septiembre de 1489 convocó un capítulo en Salamanca, del que salieron fortalecidos los observantes frente a los claustrales.

En el capítulo de Segovia, del año 1490, fray Pascual cesó en su cargo de vicario general y posiblemente pasó a ser prior del convento de Palencia. En el capítulo de 1493 fue censurado y penitenciado por algo sucedido durante el desempeño de este oficio, pero se ignoran los detalles. A pesar de lo cual, los Reyes Católicos, en septiembre de 1494, lo nombran visitador y reformador de los conventos dominicos femeninos de Castilla, y en 1495 el capítulo lo destina al convento de San Pablo de Burgos como profesor.

Poco tiempo pudo ejercer tal misión, porque el 27 de junio de 1496, a instancias de los Reyes Católicos, era nombrado por el papa Alejandro VI obispo de Burgos. Fray Pascual se resistió cuanto pudo, pero, finalmente, hubo de aceptar y fue consagrado en la catedral burgalesa el 5 de febrero de 1497. En el entretanto había sido comisionado por la reina para reformar el monasterio benedictino de San Pedro de Cardeña (Burgos). Pero la tarea en la que puso más empeño fue la reforma de su propia diócesis, procurando primero conocerla bien por medio de las visitas pastorales. Realizó la primera en 1498, caminando a pie con la sola compañía de un religioso dominico, llegando hasta las regiones más apartadas del norte de la diócesis. La segunda visita la hizo en 1502, también personalmente. Ayudado por procuradores, llevó a cabo una tercera en 1503. La última tuvo lugar en 1510.

Además de estas visitas convocó varios sínodos diocesanos. El primero tuvo lugar en Burgos a finales de 1498. El segundo se celebró el año 1500 en Medina de Pomar. El tercero se reunió en Burgos en 1503. En 1509 quiso celebrar un nuevo sínodo en Briviesca, pero la oposición del cabildo catedral le hizo desistir de ello. Finalmente, convocó un nuevo sínodo en 1511, en la catedral burgalesa. Las disposiciones emanadas de estas asambleas, de carácter claramente pastoral, buscaron una profunda reforma del clero y fieles de la diócesis, sin detenerse ante la labor obstruccionista del cabildo burgalés y de cuantos se oponían a las mismas.

Pero no pararon aquí los desvelos reformistas del obispo; en 1501 visitaba el monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos e informaba a la reina Isabel de la urgencia de su reforma. Se sabe que predicaba asiduamente y que compuso un sencillo sermonario para utilidad de los predicadores, que se ha perdido.

Consiguió de la Santa Sede un visitador apostólico para el cabildo catedral, el nuncio apostólico en Castilla, Juan Rufo, que comenzó la visita el 10 de marzo de 1508, y que concluyó con la aprobación de unos nuevos estatutos. Obtuvo también de Roma una bula del papa Julio II (del 31 de mayo de 1509), por la que se prohibía en la diócesis entregar los beneficios patrimoniales a quienes no fueran hijos del lugar donde se hallasen establecidos. Con ello se pretendía cortar los abusos de quienes se procuraban tales beneficios sin tener ningún vínculo con ellos, únicamente para gozar de sus rentas sin ni siquiera tener obligación de residencia. Tuvo incluso que ver en el sonado proceso contra la beata de Piedrahíta entre 1509 y 1511, que fue absuelta de la acusación de alumbradismo a pesar de su dictamen en contrario. Pero además, con su ejemplo personal, fray Pascual evitó una de las lacras más frecuentes entre los altos cargos de la época cual era el nepotismo; sólo uno de sus sobrinos, Alonso de Rebenga, alcanzó una canonjía en la catedral burgalesa.

Visitó Roma al menos tres veces durante su pontificado, en 1499 como comisionado de los Reyes Católicos ante el papa Alejandro VI para tratar asuntos relativos a la reforma; en 1506 para conseguir del papa Julio II su aprobación para la visita apostólica del cabildo burgalés. Y, finalmente, en 1512, llamado por el mismo papa a participar en el V concilio Lateranense.

Con este motivo dirigió un completo memorial al rey Don Fernando, exponiendo con detalle aquellos puntos que a su entender debían tratarse en el concilio y cuya reforma urgía.

Este afán reformista no iba acompañado del impulso constructor que caracteriza a muchos otros prelados de la época; no fue fray Pascual un obispo que dejara memoria por las obras que costeara, siendo éstas menores en su catedral. En cambio, fundó una capilla y ayudó a costear la obra de la torre de la iglesia de San Miguel de Ampudia, rehizo a sus expensas el convento de San Pablo de Palencia y costeó las obras del claustro y otras dependencias del convento de San Pablo de Burgos.

Fray Pascual partió de Burgos para Roma el 23 de abril de 1512, como pobre peregrino y sin más compañía que su sobrino, el canónigo Rebenga, un medio racionero y un fraile de su orden. Pero llegado a la urbe cayó enfermo y no pudo participar en las sesiones sinodales. Murió el día 19 de julio de ese mismo año en el convento dominico de Santa María sopra Minerva, en cuya iglesia fue enterrado en un sencillo sepulcro, costeado por su sobrino.

 

Obras de ~: Parecer enviado por Don Pascual de Ampudia, obispo de Burgos, al rey Don Fernando el Católico sobre las cosas que habrían de tratarse en el concilio de Letrán (pub. por J. Ortega Martín, Un reformador pretridentino: Don Pascual de Ampudia, obispo de Burgos (1496-1512), Roma, Iglesia Nacional Española, 1973, págs. 344-348). Las sinodales promulgadas por él, en N. López Martínez, “Sínodos burgaleses del s. xv”, en Burgense, VII (1966), págs. 211-406; y en A. García y garcía (dir.), Synodicon hispanum, vol. VII, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1997, págs. 32-300.

 

Bibl.: J. Ortega Martín, Un reformador pretridentino: Don Pascual de Ampudia, obispo de Burgos (1496-1512), Roma, Iglesia Nacional Española, 1973; J. L. Ortega, “Ampudia, Pascual de”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, supl. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas- Instituto Enrique Flórez, 1987, págs. 26-28; A. Pacho Polvorinos, “Edad Moderna”, en B. Bartolomé Martínez (coord.), Historia de las diócesis españolas 20. Iglesias de Burgos, Osma-Soria y Santander, Madrid, BAC, 2004, págs. 128-135.

 

Miguel C. Vivancos Gómez, OSB

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