Aranda de la Puente, Pedro. Aranda de Duero (Burgos), c. 1466 – Valencia, 3.V.1545. Trinitario calzado (OSST) y obispo.
Tomó el hábito en Valladolid, pero ya el 28 de abril de 1498 era ministro del convento de Palma de Mallorca y como tal asistió al Capítulo Provincial de Aragón celebrado en Teruel, donde pidió que la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores por él fundada se hermanase con la de la Santísima Trinidad para gozar de sus gracias y privilegios. En el Capítulo de 1499 fue nombrado secretario del definitorio provincial.
Juan de la Saca, elegido ministro provincial en 1502, lo nombró procurador de la provincia, enviándolo a Roma para impetrar algunas bulas y a Sicilia y Cerdeña para predicar las indulgencias de la Orden, establecer las cofradías y recoger limosnas para la hospitalidad y redención de cautivos. El 6 de junio de 1505 concertó con el rector de San Miguel que los trinitarios pudiesen salir con la cruz alzada en los entierros que se hacían en el cementerio conventual, pagando treinta y cinco sueldos al año.
En su tercer viaje a Roma, donde fue muy estimado por su doctrina y virtud, Juan Bautista Bracho, conde Palatino, lo nombró su vicegerente en toda España el 12 de septiembre de 1510, dándole con ese título de nobleza la facultad de hacer notarios públicos y legitimar hijos espurios, como lo hizo el 20 de abril de 1535 con fray Antonio Alber. Julio II lo constituyó obispo de Cluensa in partibus infidelium el 26 de diciembre de 1511. Y parece que fue obispo auxiliar, pues desde septiembre del año de su consagración (en Roma, el 8 de febrero de 1512) hasta 1523 confería órdenes y ejercía pontificales en Mallorca. Con facultad de León X y consentimiento de los provinciales de Castilla y Aragón, en 1517-1518 ordenó el Breviario de la Orden unificando así el rezo litúrgico. El mismo León X lo confirmó como ministro comendatario y vitalicio del convento de Palma el 24 de agosto de 1518, cuyos edificios había reparado y mejorado la economía. Tal confirmación fue contestada por algunos religiosos, que le pusieron pleito, pero el provincial Miguel de Ruesta sentenció a su favor el 23 de marzo de 1519.
Al estallar la guerra de los comuneros o germanías el 31 de enero de 1521, Arnaldo Alberti, canónigo e inquisidor de Mallorca, que se disponía a ir a Roma, lo nombró su lugarteniente en ese oficio el 12 de febrero de 1521. Aranda afrontó valientemente el alboroto con riesgo de su vida; mandó encarcelar a uno de los jefes, nuevo converso, y entretuvo a los capitanes para dar tiempo a las naves reales a llegar a Alcudia, donde se habían refugiado los leales al Rey. Allí acudió Aranda de la Puente para parlamentar la paz, pero algunos pensaron que favorecía a Carlos I, por lo que, viendo en peligro su vida, volvió a Palma y se refugió en la torre de San Miguel. Terminada la guerra el 7 de mayo de 1523, fue a Valladolid, donde Carlos I le facultó para construir cuatro capillas agregadas a la basílica de Letrán, publicar las indulgencias y recoger limosnas (20 de julio de 1523). En diciembre de ese año estaba en Valencia, y el 12 de abril del año siguiente ordenó sacerdote en Palma a fray Alonso de Ampudia.
Con las muchas gracias que alcanzó en Roma a favor de los cofrades de los Dolores y su apoyo como obispo, dicha cofradía aumentó considerablemente.
Deseando enaltecerla aún más, obtuvo del Papa, el 15 de febrero de 1521, la facultad para hacer junto a su capilla un cementerio con las mismas indulgencias que gozaban los cementerios romanos de San Sebastián, San Gregorio y Campo Santo, lugares de donde había traído tres saquitos de tierra.
El 23 de marzo de 1521 obtuvo la agregación de la capilla de los Dolores a la basílica de Letrán, pudiendo erigir seis más con las mismas gracias y privilegios, como lo hizo en el convento del Remedio de Valencia, Villafranca del Penedés, Calatayud y Valladolid. Clemente VII confirmó, el 9 de diciembre de 1530, el acuerdo que hizo con Juan Guillermo March al nombrarlo ministro coadjutor, debiéndole pagar 170 libras al año. Días después le facultó para conferir órdenes en tres domingos o fiestas con licencia del ordinario. En 1532 asistió al Capítulo celebrado en Royuela, en el que manifestó que había impetrado del Papa todas las gracias concedidas a la provincia de Castilla y la bula llamada Mare mágnum de los mendicantes. Con el favor de los reyes Fernando el Católico y Carlos I publicó todas estas gracias en Mallorca y en todo el reino de Aragón, recogiendo muchas limosnas para los conventos. Por otra bula (del 10 de abril de 1534), que obtuvo en su séptimo viaje a Roma, consta que, siendo ministro principal de la casa de Palma, había privado de su coadjutoría a Juan March, nombrando en su lugar, con asentimiento del provincial, a Luis Valentín. Aranda debió renunciar a su ministerio, ya que en 1542 era ministro principal el padre Antonio Alber.
Pedro Aranda de la Puente murió el 3 de mayo de 1545 en Valencia, donde había construido la capilla de San Juan de Letrán y hecho otras obras, además de donar seis camas para la enfermería y otras cuatro para el hospicio de los pobres.
Obras de ~: Breviarium ad usum Fratrum Sacri Ordinis Sanctissimae Trinitatis de Redemptione Captivorum, Valencia, Juan Jofré, 1519.
Bibl.: M. Borrell, “Institutio et chronica O.SS.T [...] per Robertum Gaguinum [...] edita, superaddita vero a fratre Michaële Borrello”, en Reformatorium Fratrum O.SS.T. Aragonicae provinciae, Barcelona, 1563, fols. 20v.-23r.; L. de Páramo, De origine et progressu officii Sanctae Inquisitionis, Madrid, 1598, fol. 217; P. López de Altuna, Primera parte de la Crónica general del Orden de la SS. Trinidad, Segovia, 1637, págs. 363-369; J. Figueras Carpi, Chronicum O. SS. T., Verona, 1645, págs. 226-233; Apuntes para la historia de la Orden de la Santa Trinidad, c. 1650 (inéd.) (Biblioteca Nacional, ms. 3585, fols. 5r.-8v., 66v.-212); V. Mut, Historia del reino de Mallorca, t. II, Mallorca, 1650; L. Reynés, Crónica de la Provincia de Aragón del Orden de la SS. Trinidad, t. IV, 1770- 1786, n.os 41-52 y 762-875 (inéd.) (copia 46 documentos); J. Villanueva, Viaje literario a las iglesias de España, t. 22, Madrid, Imprenta de la Real Academia de la Historia, 1850-1852, pág. 103; A. de la Asunción, Diccionario de escritores trinitarios de España y Portugal: [Con un apéndice latino de escritores de toda la orden], t. II, Roma, Fernando Kleinbub, 1898-1899, págs. 235-247.
Bonifacio Porres Alonso, OSTD