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Luis de la Cueva y Toledo

Biografía

Cueva y Toledo, Luis de la. Cuéllar (Segovia), f. s. XV – Milán (Italia), 20.IX.1541. Capitán de la Guardia Española, miembro del Consejo de Estado.

Fue el tercer hijo de Francisco Fernández de la Cueva, II duque de Alburquerque, y Francisca de Toledo, hija de los I duques de Alba. Segundón en la sucesión de los estados de Alburquerque, Luis cifró sus expectativas de medro, como otros hijos de grandes linajes, en el regio servicio. En tal empresa contó con la ayuda de varios familiares integrados en el servicio de las casas reales, como sus tíos Pedro e Íñigo de la Cueva, o sus hermanos Bartolomé, Diego y María.

En la primavera de 1516 fue enviado por su padre a Flandes. Con su hermano Diego ingresó en 1518 como gentilhombre de la Casa de Aragón de Carlos V. En abril de 1520 el II duque de Alburquerque solicitó para él su nombramiento como chamerlán de la Casa de Borgoña, pero sólo obtuvo una promesa de promoción a partir de su oficio de gentilhombre y 200 ducados. Tres años más tarde comenzaron sus funciones como gentilhombre de la boca de la Casa de Borgoña, en la que su tío paterno Pedro de la Cueva era uno de los gentileshombres de la cámara.

A causa de este compromiso con el servicio al rey, durante la guerra de las Comunidades, como otros miembros del linaje de la Cueva, Luis tomó partido por Carlos V. Fue comisionado por los gobernadores en diciembre de 1520 para viajar al Imperio a dar cuenta al césar de los actos perpetrados por la Junta de Tordesillas. A su vuelta se vio inmerso en una pequeña escaramuza en Medina de Rioseco ante los comuneros dirigidos por Pedro Girón. Finalmente, el 23 de abril de 1521 participó de la victoria imperial en Villalar. Inmediatamente después y restando como único foco comunero Toledo, Luis de la Cueva partió a Navarra con su hermano Beltrán, siguiendo al condestable de Castilla a combatir al ejército galo-navarro que, comandado por André de Foix, había reconquistado Navarra para Enrique II Albret. Allí participó en la jornada de Noáin, donde el numéricamente superior ejército castellano deshizo a la hueste de André de Foix, ratificando la incorporación de Navarra al dominio de los Habsburgo. Un año después, bajo el mando de su hermano Beltrán, capitán general de Guipúzcoa, luchó en San Marcial (30 de junio de 1522).

Como parte del servicio cortesano, Luis viajó en 1529 a Italia para asistir a la coronación de Carlos V en Bolonia. En 1532 siguió al César cuando este hubo de acudir en socorro de Viena ante la segunda tentativa de asedio de Solimán el Magnífico. Allí se distinguió en el combate contra los otomanos, alcanzando algún pequeño triunfo, que recordaba en la armería del castillo ducal de Cuéllar una espada turquesca.

En 1535 se vio nuevamente en un compromiso bélico carolino, la campaña contra Túnez, donde le acompañaron su hermano Diego y su sobrino el futuro IV duque de Alburquerque. Antes de la misma y de cara al alarde en Barcelona, Luis de la Cueva asumió la capitanía de la Guardia Española, ya que su anterior poseedor, el comendador mayor de Castilla, Juan de Zúñiga y Avellaneda, hubo de quedar en España después de ser designado ayo del príncipe Felipe. Las buenas relaciones que Luis de la Cueva mantuvo con el poderoso secretario Francisco de los Cobos debieron ayudar al impulso de su carrera cortesana.

Tras acompañar a Carlos V en su viaje triunfal por Italia en 1536 sirvió en la campaña de Provenza. Poco antes, en el invierno de 1536 Luis de la Cueva había sido enviado a Turín a dar el pésame a los duques de Saboya por la muerte de su primogénito el príncipe de Piamonte.

En sus tres postreros años de vida, el capitán Luis de la Cueva intervino en algunos conflictos en la Corte, como en 1538 en un altercado suscitado entre el duque del Infantado y un alcalde de Corte durante los esponsales del III duque de Sessa, o en 1539 en un conflicto con los Monteros de Espinosa cuando trató que sus alabarderos de la Guardia Española velasen el sueño del príncipe. En 1538 recibió como merced la tenencia de la fortaleza de Zorita de los Canes.

Falleció el 20 de septiembre de 1541 en Milán, siendo enterrado en la sacristía vieja del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en tumba parietal decorada con pinturas de Gaudenzio Ferrari. En la capitanía de la Guardia Española le sucedió el navarro Francisco Beamonte.

Había casado en 1537 con Juana Colón y Toledo, hija de Diego Colón y María de Toledo y Rojas y nieta de Cristóbal Colón, dama que fue dotada con dos millones de maravedíes. De esta unión tan solo sobreviviría María de la Cueva y Colón, quien casó con Carlos de Luna y Arellano. Su galanía y presteza para las armas fue recogido por algunos escritores del periodo, como Luis Zapata, el poeta Garcilaso de la Vega, quien le dedicó uno de sus poemas.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (AGI), Patronato Real, 14, nº. 4, r. 10; Archivo General de Simancas (AGS), Cámara de Castilla, leg. 136, doc. 114; AGS, Estado, leg. 2, doc. 472; AGS, Estado, leg. 35, doc. 35; AGS, Estado, leg. 1374, docs. 192-193.

M. Fernández Navarrete et al., Colección de documentos inéditos para la Historia de España, t. 16, Madrid, Imprenta de la viuda de Calero, 1850, pág. 178; M. Fernández Navarrete et al., Colección de documentos inéditos para la Historia de España, t. 112, Madrid, Imprenta de la viuda de Calero, 1850, págs. 481-483; P. de Gante, Relaciones, Madrid, Imprenta Rivadeneyira Sociedad de Bibliófilos Españoles, 1873, págs. 63-64; A. Rodríguez Villa, Inventario del mobiliario, alhajas, ropas, armería y otros efectos del Excmo. Señor D. Beltrán de la Cueva, tercer duque de Alburquerque hecho en el año de 1560, Madrid, Imprenta de D. G. Hernando, 1883; A. Santa Cruz, Crónica de Emperador Carlos V, ts. 3 y 4, Madrid, Real Academia de la Historia, 1922 y 1923; P. de Sandoval, Historia de la vida y hechos del emperador Carlos V, C. Seco Serrano (ed.), Madrid, Atlas, 1955; L. Fernández Martín, “En torno a la Batalla de Noain”, en Príncipe de Viana, 40 (1979), pág. 386; J. Martínez Millán, (dir.), La corte de Carlos V, t. 4, Madrid, Sociedad Estatal para la conmemoración de los centenarios de Carlos V y Felipe II, 2000; F. Fernández de Béthencourt, Historia genealógica y heráldica de la Monarquía española, Casa Real y Grandes de España, t. X, Sevilla, Fabiola de Publicaciones Hispalenses, 2003, págs. 236-237; E. Hortal Muñoz, Las guardias reales de los Austrias hispanos, Madrid, Polifemo, 2013, pág. 252; Garcilaso de la Vega. Poesía castellana, J. Jiménez Heffernan e I Aguilar (eds.), Madrid, Akal, 2017, pág. 89.

 

Diego Pacheco Landero