Unzaga Saint Maxent, Francisco de. Scevola. Málaga, 7.IX.1788 - Madrid, 1849. Presidente de la Junta Liberal, coronel y agente secreto del general Torrijos.
Este coronel malagueño, hijo del gobernador Luis de Unzaga, pionero en coordinar las ayudas a Estados Unidos, y de la filántropa Isabel de Saint Maxent, se había educado en la Escuela de Abates que dirigía en Málaga el maestro ilustrado Antonio Recalde, donde otros liberales como Serafín Estébanez Calderón o Andrés Borrego también se formaron. Posteriormente, Francisco de Unzaga ingresó en el Seminario de Nobles, coincidiendo por edad con los futuros generales masones Van Halen, Manzanares, López Pinto, Torrijos y el conde de Montijo. Allí, como caballero paje de Su Majestad fue nombrado capitán del Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey, siendo destinado al Ejército de Galicia donde defendió la ciudad del Ferrol de los ataques ingleses. En noviembre de 1807, en virtud del Tratado de Fontainebleau y de los planes del emperador Napoleón Bonaparte, guio tropas francesas desde Francia hasta Portugal, por cuyos servicios militares fue condecorado.
Francisco de Unzaga, además de ilustrado y liberal, fue un afrancesado, como la mayoría de los altos mandos militares de su época, incluido su hermano Mariano, porque estaba convencido de que con el nuevo rey José I, reformista, ilustrado y masón se lograría el tan necesario progreso para España, de ahí que se fuera a adscribir al proyecto de José Bonaparte; estando presente en la entrada a Málaga del mencionado monarca, en marzo de 1810.
Ascendió a teniente por su brillante participación en el sitio de Badajoz en 1811.
Al terminar la guerra de la Independencia, el Sexenio Absolutista supuso para la familia Unzaga años de persecución y el exilio de su hermano Mariano, acompañando a José Bonaparte a Estados Unidos. Francisco, por sus principios ilustrados de Libertad, Igualdad y Fraternidad, tuvo que exiliarse a Francia. Allí, a pesar de solicitar en 1814 el regreso a España para un destino eclesiástico como canónigo, tuvo que permanecer hasta 1817, cuando se convirtió en comandante de las milicias cívicas de Málaga.
En 1831 ocupó la presidencia de la Junta Liberal clandestina, coordinando una red de contactos liberales, entre los que se contaban sus sobrinos los Tentor-Unzaga, Cárdenas-Unzaga y sus fieles amigos los Accino-Elliot, para asegurar a los liberales que esperaban en Gibraltar el apoyo de las tropas de las costas malagueñas. Se convirtió así en corresponsal secreto con importante participación en varios de los intentos de lograr el derrocamiento del régimen absolutista de Fernando VII, tales como la Expedición del general Manzanares en Estepona y poco después del general Torrijos.
Para evitar que sus comunicaciones con su amigo el general Torrijos fueran detectadas por el absolutista Vicente González, entonces gobernador militar de Málaga, Francisco usó en 1831 los pseudónimos de Scevola y Abencerraje. Cuando el proyecto liberal fracasó, Torrijos y muchos de sus compañeros fueron fusilados y Francisco Unzaga fue sentenciado a muerte, aunque finalmente fue amnistiado por la regenta María Cristina.
Tras escapar de la represalia absolutista, se restableció su servicio a una corona borbónica más parlamentaria. En 1834, como teniente coronel de la Milicia Urbana de Málaga, pasó a Córdoba donde fue elegido miembro de la Junta gubernativa o Junta Suprema de Andalucía, prometiendo su apoyo a Isabel II, adoptando una posición moderada “por la Libertad y al mismo tiempo por la Unión” de España. Desde ahí combatió a un grupo de facciosos carlistas que recorrían los pueblos entre Los Pedroches y La Mancha. A este respecto, la prensa se congratuló por su acertada elección a la hora de lograr retroceder las incursiones de los mismos.
En 1836 continuó su actividad contra los carlistas en Lérida. En 1841 solicitó ascenso, exponiendo que llevaba “24 años de servicio siempre a la causa de la Libertad, por la que ha sufrido toda clase de padecimientos, siendo condenado al último suplicio”.
En 1848 se retiró como coronel en el Depósito de Almagro en Ciudad Real y al año siguiente falleció. Su vida es paradigmática de un liberal de la primera mitad del s. XIX.
Fuentes y bibl.: Archivo Diocesano de Málaga, Libro de bautismos, 1788, leg. 592; Archivo General Militar de Segovia, Expediente personal de Francisco de Unzaga. 1848, núm. U-202; Archivo Histórico Provincial de Málaga, Protocolos notariales, 1823-1833, legs. I-57, 3626B y 4238; Archivo Municipal de Málaga, Actas Capitulares, 1810, vol. 201, fols 47-48.
Boletín Oficial del Estado / Gazeta: 3.IV.1804 y 15.XII.1831; Boletín Oficial de la Provincia de Córdoba, núm. 251, (1835), pág. 2; Der Oesterreichische Beobachter. Augsburger Allgemeine Zeitung, (1835), pág. 2146; Boletín de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, núm. 67, (1952), págs. 265-266; I. Castells Oliván, “Torrijos y Málaga. La última tentativa insurreccional de Torrijos y sus compañeros (1831)” en Jábega, núm. 40, (1982). págs. 3-72; J. Fuentes y P. Garí, Amazonas de la libertad: Mujeres liberales contra Fernando VII, Madrid, Marcial Pons Historia, 2014; L. Sorando Muzás, El ejército español de José Napoleón (1808-1813), Madrid, Desperta Ferro ediciones, 2018, págs. 146-148, 479; F. Cazorla Granados, (Coord.), R. García Baena y J. Polo Rubio, El gobernador Luis de Unzaga (1717-1793) Precursor en el nacimiento de los EE.UU. y en el liberalismo, Málaga, Fundación Málaga, 2019; F. Cazorla Granados y R. García Baena; “El agente secreto de Torrijos Francisco de Unzaga Saint Maxent (1788-1849), presidente de la Junta Liberal” en Transatlantic Studies Networks, TSN/Universidad de Málaga, núm. 11 (2021): enero-junio 2021.
Francisco J. Cazorla Granados
Rosa María García Baena.