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Álvaro de Lugo y Bobadilla

Biografía

Lugo y Bobadilla, Álvaro de. Señor de Foncastín, Valverde y Villalba de Adaja. Medina del Campo (Valladolid), f. s. XV – ú. t. s. XVI. Noble, señor.

Perteneciente a la noble familia de los Lugo, de origen gallego y con casa solariega en Santa María de Ortigosa, sus ascendientes se establecieron en Medina del Campo en tiempos del rey Juan II, participando algunos de ellos (como el adelantado Alonso Fernández de Lugo), ya bajo el reinado de los Reyes Católicos, en la conquista de las islas de La Palma y Tenerife.

Perteneciente al linaje de los Morejón y adscrito a la cuadrilla de San Juan y Santiago, Álvaro de Lugo fue el hijo primogénito de Álvar Yáñez de Lugo y Bahamonde (señor de Lugo y camarero de Enrique IV) y de Juana Gutiérrez de Montalvo (hija del señor de Serrada, Juan Gutiérrez, y de Beatriz de Bobadilla y Daza). De su padre heredó los señoríos de Valverde, Foncastín y Villalba de Adaja. Entre sus hermanos cabe destacar a Francisco, capitán en la conquista de México junto a Hernán Cortés. Sus casas principales se levantaban en la calle de Santiago (actualmente de Santa Teresa) en un solar que, con el tiempo, se convertirá en el convento carmelita del Corpus Christi.

Se casó con Juana Dávila y Ribera, mujer de gran valor y reconocidas virtudes, con quien tuvo a su primogénito Antonio de Lugo, caballero de la Orden de Santiago, gentilhombre de Cámara de Juan de Austria y corregidor de Madrid.

Durante los tiempos convulsos de la Guerra de las Comunidades fue regidor de la villa, actuando en todo momento con el mayor sentido de la justicia; por ello fue nombrado mediador en los tratos previos al incendio de Medina del 21 de agosto de 1520, terrible tragedia que no pudo evitar.

Fue gentilhombre de Carlos V, corregidor de Toledo, Madrid, Valladolid y Córdoba y, ante todo, hombre de confianza del Emperador. Buena prueba de ello es el encargo que recibió del propio Monarca de llevar a cabo las complicadas operaciones del rescate del rey Francisco I, haciéndose cargo de la custodia y libranzas del fabuloso tesoro de monedas de oro, alhajas y reliquias que sirvió de cambio (“1.200.000 escudos de oro del sol” según la carta fechada en Bolonia el 25 de enero de 1530). También, gracias a esta cercanía a Carlos V, el Ayuntamiento de Medina le hizo su valedor ante el Emperador en varias ocasiones, siendo la más conocida la del intento —ya que no pasó de tal— de supresión de la abadía de la villa y su anexión a la de Valladolid para crear un nuevo Obispado (esto se llevó a cabo años después, bajo el reinado de Felipe II).

 

Bibl.: I. Rodríguez Fernández, Historia de la muy noble, muy leal y coronada villa de Medina del Campo, Madrid, Imprenta de San Francisco de Sales, 1903-1904, págs. 211, 227, 246-250, 394-395, 837-838 y 990; G. Moraleja Pinilla, Historia de Medina del Campo, Medina del Campo, Imprenta de Manuel Mateo, 1971, págs. 601-603; C. Álvarez García, “La revolución de las Comunidades en Medina del Campo”, en E. Lorenzo Sanz (coord.), Historia de Medina del Campo y su Tierra, t. I, Valladolid, Ayuntamiento de Medina del Campo, 1986, pág. 488.

 

Antonio Sánchez del Barrio

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