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Sancho López de Úriz

Biografía

López de Úriz, Sancho. Navarra, p. t. s. xiv – ?, 1385. Noble navarro, merino de la merindad de las montañas y consejero de Carlos II de Navarra.

Escudero navarro, miembro de uno de los linajes tradicionales del reino, mantuvo desde su infancia contacto directo con los miembros de la Familia Real navarra. Carlos II contó con sus servicios desde el comienzo de su reinado, al nombrarlo sargento de armas en 1351 y merino de la merindad de las montañas y alcaide de Echarri-Aranaz (1351-1355). Marchó a Francia buscando fortuna con los contingentes militares enviados a las posesiones normandas del rey de Navarra. Allí tuvo a su cargo el castillo de Breteuil, en Alta Normandía (1356), y se convirtió en hombre de confianza de Felipe de Longueville, hermano del Rey y su lugarteniente en Francia. Éste, en 1358, pagó el rescate para liberarlo de sus captores franceses y lo envió a Inglaterra para tratar de primera mano con Eduardo III sobre la convulsa situación de Francia. Firmada la Paz de Brétigny entre Francia e Inglaterra, regresó a Navarra comisariado por Carlos II para tratar ciertas cuestiones con Luis de Beaumont, hermano del Rey y su lugarteniente en Navarra, el cardenal Guido de Boulogne y las gentes del Consejo Real (1360). Permaneció en el reino preparando la llegada del Monarca, motivo por el que estuvo en Burdeos los primeros meses de 1361. El retraso de Carlos II hizo que volviera a Navarra y de nuevo a Burdeos a finales de año para recibir a Carlos II y hacer entrega a la infanta Inés, hermana del Rey, de un préstamo que le había hecho Luis de Beaumont.

A Francia regresó en repetidas ocasiones a lo largo de 1362 para entrevistarse con John Chandos, lugarteniente inglés en Aquitania, mientras se forjaba la alianza entre Castilla, Inglaterra y Navarra; unos servicios que la Corona recompensaría ese año con el nombramiento de ujier de armas. Se perfiló así como el principal interlocutor navarro ante las Cortes europeas, y en febrero de 1363 el Rey le eximía de justificar cualquier gasto hecho en sus labores diplomáticas.

Entre 1363 y 1364 viajó a Aquitania en repetidas ocasiones al encuentro del príncipe de Gales, ante la difícil situación de Carlos II tras su acercamiento a Aragón, la muerte de Felipe de Longueville y los preparativos de la campaña de Du Guesclin sobre Castilla. Tras la estrepitosa derrota militar del frente anglo-navarro en Cocherel, en la que según Froissart tomó parte, Sancho López de Úriz dirigió nuevas embajadas ante Eduardo III (1364) y el príncipe de Gales (1365), mientras el rey de Navarra ratificaba sus privilegios por sus misiones en Castilla, Aragón, Portugal, Inglaterra, Francia (Gascuña, Foix, Béarn, Poitou, Borgoña, Normandía...) e incluso Alemania.

Carlos II lo recompensó con el puesto de baile de San Juan de Pie de Puerto, en Ultrapuertos (1366- 1379), desde donde continuó ejerciendo sus habituales labores diplomáticas en los momentos decisivos de la guerra civil castellana. De este modo, tuvo entrevistas a lo largo de ese año con el rey de Castilla, el duque de Anjou, el conde de Armagnac y el Papa en Aviñón. Igualmente entre 1366 y 1367 se desplazó habitualmente a Burdeos para consumar algunos acuerdos económicos entre Carlos II y el señor de Albret, efectuar ciertos pagos a John Chandos y entrevistarse con el príncipe de Gales y con Pedro I de Castilla, refugiado en la Corte aquitana. En el verano de 1368 participó en la ofensiva militar que el rey de Navarra lanzó sobre Álava, motivo por el que se le concedieron los ingresos de la lezta de la carne de San Juan de Pie de Puerto y por el que viajó a Vizcaya. Carlos II lo incluyó en el séquito que debía acompañarlo a Normandía en junio de 1369. Allí ejercería de interlocutor ante los ingleses, tanto para procurar la paz con las compañías inglesas allí asentadas como para preparar un acuerdo con Eduardo III. Con este motivo viajó en repetidas ocasiones a Inglaterra a lo largo de 1369, 1370 y 1371, aunque finalmente las negociaciones no fructificaron. Regresó con el Rey a Navarra (1371), donde compaginó de nuevo sus funciones de baile con incesantes legaciones: Barcelona y Castilla, para someter al arbitraje apostólico las disputas territoriales de Enrique II y Carlos II en 1373; Montpellier, de la que el rey de Navarra había tomado posesión efectiva tras el acuerdo con Francia de 1371, y la sede pontificia de Aviñón en 1374. A su regreso Carlos II, satisfecho de los resultados, lo nombró consejero real (1375) y le entregó la guarda del castillo de Irulegui (1376), posición defensiva desde la que actuó meritoriamente durante la ocupación castellana de 1378. A partir de entonces, la relación entre ambos fue cercana y cordial; y aunque la edad debía de impedirle participar activamente en misiones diplomáticas, se le concedieron numerosas donaciones (1379-1383) y recibió habitualmente mensajeros en nombre del Rey (1384). Falleció en los primeros meses de 1385, quizá en la torre que poseía en San Juan de Pie de Puerto y que Carlos II ordenó adecuar en 1386 para que en ella se batiese moneda.

Tenía una hermana, Catalina, casada con Guillermo Arnaldo de Mortagne, y al menos una hija, Clara de Úriz, casada con Miguel Ibáñez de Ciordia, señor de Reta.

 

Bibl.: D.-F. Secousse, Mémoires pour servir à l’histoire de Charles II de Navarre et comte d’Évreux, surnommé “le mauvais”, Paris, Durand, 1758, pág. 125; J. B. M. C. Kervyn de Lettenhove, Oeuvres de Froissart. Chroniques, Bruxelles, Devaux, 1867-1877, vol. V, págs. 367, 371 y 375; vol. VI, pág. 431; vol. XVII, pág. 366; E. Izarn (ed.), Le compte des recettes et dépenses du roi de Navarre en France et en Normandie de 1367 à 1370, Paris, A. Picard, 1885, págs. 201, 225, 361, 364, 366, 368, 375, 383-384, 392 y 394; J.-A. Brutails, Documents des archives de la Chambre des comptes de Navarra (1196-1384), Paris, E. Bouillon, 1890, págs. 59, 72-73, 75, 77, 85, 89, 107 y 126; E. Meyer, Charles II, roi de Navarre, comte d’Évreux, et la Normandie au xive siècle, Paris, 1898, págs. 182- 183; R. Delachenal, Histoire de Charles V, Paris, A. Picard, 1909-1931, vol. I, págs. 172 y 180; vol. II, pág. 138; vol. IV, págs. 307 y 364; M. Larráyoz de Zarranz, “Eco de la batalla de Cocherel en los documentos de Comptos reales de Navarra”, en Príncipe de Viana, 25 (1964), pág. 264; J. R. Castro, Carlos III el Noble, rey de Navarra, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1967, pág. 29; J. Zabalo Zabalegui, La administración del reino de Navarra en el siglo xiv, Pamplona, EUNSA, 1973, pág. 83; E. Ramírez Vaquero, Solidaridades nobiliarias y conflictos políticos en Navarra, 1387-1464, Pamplona, Gobierno de Navarra, 1990, pág. 183; J. J. Martinena Ruiz, Castillos reales de Navarra (siglos xiii al xvi), Pamplona, Gobierno de Navarra, 1994, págs. 624, 636 y 736; S. Herreros Lopetegui, Las tierras navarras de Ultrapuertos (siglos xii-xvi), Pamplona, Gobierno de Navarra, 1998, págs. 166, 187, 242, 262, 290-291 y 301; F. Segura Urra, Fazer justicia. Fuero, poder público y delito en Navarra (siglos xii-xiv), Pamplona, Gobierno de Navarra, 2005, pág. 274; R. Ciganda Elizondo, Navarros en Normandía en 1367-1371. Hacia el ocaso de Carlos II en Francia, Pamplona, EUNSA, 2006, págs. 66-71, 87- 88, 194, 263 y 270-281.

 

Roberto Ciganda Elizondo

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