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Alfonso Correa

Biografía

Correa, Alfonso. Portugal, c. 1330 – ?, 15.V.1397. Obispo de Guarda y de Segovia. Consejero de Juan I de Castilla, canciller mayor de Beatriz de Portugal, segunda mujer de Juan I.

Su nombre portugués fue Afonso Correia, aunque en Castilla se le conoció como Alfonso Correa tras ser nombrado obispo de Segovia en 1394. El cronista segoviano Diego de Colmenares ofrece un breve resumen de su vida: “Su nombre y linaje fue don Alonso Correa, su patria Portugal, sus padres se ignoran. Estudió derechos en París, donde recibió grado de doctor, y por sus letras y virtud fue oidor de Rota de donde vino para obispo de la ciudad de La Guardia [Guarda] en Portugal, su patria. Cuando la princesa doña Beatriz casó con nuestro rey don Juan vino por su canciller mayor y en la primera entrada que estos reyes hicieron en aquel reino los recibió en su ciudad [...]. En la de Aljubarrota perdieron doña Beatriz su reino y don Alonso su obispado. Por este tiempo fue promovido al nuestro, parece compensación de aquellos servicios y pérdida”.

Su nombramiento como obispo de Guarda (Idanha), donde ya ocupaba el cargo de deán, data de 1364. Durante el Cisma de Occidente se destacó como un ferviente clementista; desde 1380 fue uno de los prelados más importantes de esta obediencia. En 1382 participó junto a otros dos obispos clementistas (Martinho Anes, obispo de Lisboa, y João Cabeça de Vaca, obispo de Coimbra) en las negociaciones matrimoniales que dirigió el conde de Ourém, Juan Fernández de Andeiro, para preparar el enlace matrimonial de Beatriz de Portugal —única hija y heredera de Fernando I— con el infante Fernando, hijo segundo de Juan I de Castilla, aunque en 1383 el candidato escogido fue el propio rey castellano tras quedar viudo de su primera mujer, Leonor de Aragón; en estas gestiones coincidió con el legado de Clemente VII en los reinos peninsulares, Pedro de Luna (futuro Benedicto XIII), que intentaba asegurar en ese trance la fidelidad de Portugal al pontífice aviñonés. En 1383 Correa ratificó el acuerdo matrimonial y asistió a la ceremonia nupcial de Juan I y Beatriz en la catedral de Badajoz, a mediados de mayo. Por esas mismas fechas empezó a ejercer como canciller mayor de la Reina y consejero real.

Al morir Fernando I de Portugal el 22 de octubre de 1383, Alfonso Correa prometió a Juan I la fácil y rápida posesión de la ciudad de Guarda, y por esta plaza entraron las tropas castellanas, dando así comienzo la guerra de sucesión portuguesa que habrá de concluir con la victoria de Juan I de Avís dos años más tarde.

En 1384, tras fracasar la ofensiva militar de Juan I de Castilla ante Lisboa, don Alfonso se exilió en Castilla.

El obispado de Guarda fue ocupado por Velasco de Lamego, partidario de los Avís y del bando urbanista, y después por Alfonso Ferraz. La victoria militar de Juan I de Avís en la batalla de Aljubarrota —el 15 de agosto de 1385— supuso el fracaso de Juan I de Castilla y de los clementistas que se habían unido en torno a la legitimidad de Beatriz.

En 1391, siendo todavía obispo de Guarda por el bando clementista, don Alfonso asistió al entierro de Juan I en la catedral de Toledo en compañía de doña Beatriz y de otros exiliados portugueses. Su lealtad fue premiada tres años más tarde con la sede segoviana: el l4 de noviembre de 1394 Benedicto XIII le comunicó su designación. Un mes después el nuevo obispo, por medio de procuradores, se comprometió a abonar a la cámara apostólica los 1.320 florines del servicio común, los cinco servicios menudos y las deudas de sus antecesores. El obispo realizó tan sólo dos pagos, que dejaron una gran parte de las tasas sin abonar.

La única actuación conocida de Alfonso Correa al frente de su nueva sede se produjo en 1396, cuando nombró notario del obispado a Antón Sánchez, hijo de su criado Juan Fernández de Sepúlveda, tratándose del primer nombramiento de este tipo conocido para la diócesis segoviana. No consta que asistiese a las cortes de Segovia de 1396 y murió, al parecer, el 15 de mayo de 1397, tras un breve episcopado que no llegó a cumplir los tres años.

 

Bibl.: D. de Colmenares, Historia de la insigne ciudad de Segovia y compendio de las historias de Castilla, Segovia, por Diego Díez, 1637 (reed. 2 vol., Segovia, Academia de San Quirce, 1969-1970), XXVII-XI, vol. I, pág. 542; K. Eubel, Hierarchia catholica medii aevi sive summorum pontificum, vol. I, Monasterii, Sumptibus et Typis Librariae Regensbergianae, 1913, pág. 235; V. Beltrán de Heredia, Bulario de la Universidad de Salamanca (1219-1549), Salamanca, Universidad, 1966, n.º 116; A. Domingues de Sousa Costa, Monumenta Portugaliae Vaticana, vol. III-1, Braga-Porto, Editora Franciscana, 1970, págs. 270, 339, 417, 435 y 475; C. Olivera Serrano, “Beatriz de Portugal. La pugna dinástica Avís-Trastámara”, en Cuadernos de Estudios Gallegos [anexos, n.º XXXV], 2005, págs. 74, 82, 92, 96, 107, 208, 224-225, 236, 238-239, 247 y 377.

 

César Olivera Serrano