Villanueva y Sota, Francisco Javier de. Anero (Cantabria), 18.II.1763 – Madrid, 10.X.1815. Comisario ordenador, intendente interino de provincia, vocal de
Hijo de Antonio de Villanueva y Haza, abogado de los Reales Consejos, alcalde mayor y corregidor de Haro, y de Teresa de
Ingresado muy joven en el Cuerpo del Ministerio, de
Tras unos años en Cuba, durante los que el 28 de febrero de 1789 fue nombrado oficial segundo de su cuerpo, en 1791 regresó a Cádiz, desarrollando servicios en
Nombrado oficial primero el 29 de julio de 1792, al declarar
Firmada
En 1801 fue objeto de nuevo destino, esta vez a
El 26 de octubre de 1803 fue ascendido al empleo de comisario de guerra graduado de Marina con doce mil reales de sueldo. Mientras desempeñaba funciones de veedor de Marina en Ferrol, se produjo, en diciembre de 1804, la ruptura de las hostilidades entre España y Gran Bretaña, lo que llevó a Villanueva a embarcarse en la escuadra española de Gravina como ministro principal de Hacienda interino, por ausencia de su propietario Antonio de Cincunegui. Regresado éste, Villanueva permaneció, sin embargo, embarcado por orden de Gravina, agregado a la plana mayor, y realizando funciones de contador principal de la escuadra.
En funciones de 2.º ministro de la escuadra y a bordo del Santa Ana, navío de ciento doce cañones que ostentaba la insignia del teniente general Álava, asistió el 21 de octubre de 1805 al combate de Trafalgar formando parte de la vanguardia de la escuadra de choque, siendo hecho prisionero cuando el navío, desarbolado y heridos graves sus principales jefes tras un furioso combate con los cinco navíos de la columna de Collingwood, hubo de rendirse. Sin embargo, aprovechando un temporal, lograron zafarse de los ingleses y arribar a Cádiz. Su singular mérito en aquella jornada fue premiado al año siguiente con un incremento de su sueldo a dieciocho mil reales y siéndole concedido el empleo en propiedad.
El 28 de julio de 1807 fue destinado a Santander como ministro principal de
Estos acontecimientos pusieron a Villanueva en una situación dificilísima, sobre todo cuando el gobernador de Santander exigió, en febrero de 1809, un expreso juramento de fidelidad a José Bonaparte. Los dos directores de las fábricas y Francisco Javier Villanueva se ausentaron para no tener que prestarlo, pero éste regresó al cabo de un tiempo y de hecho se convirtió en jefe de las mismas como oficial de más rango, dada la desaparición de los directores.
Durante este período, que duró desde el 22 de febrero de 1809 hasta el 28 de marzo de 1811, disimuló su apoyo a los patriotas levantados contra el Gobierno de José Bonaparte, manteniendo una aparente postura de sumisión al Gobierno de este último, al tiempo que hacía enterrar o esconder los cañones, cureñas y municiones que temía pudieran caer en manos de los franceses, y suministraba estas armas a los guerrilleros, como hizo con ocasión de la toma de Santander en 1809 por Ballesteros, Díaz Porlier y O’Donnell, y al año siguiente auxiliando a las fuerzas del guerrillero Juan López Campillo.
Esta ambigua situación se hizo cada vez más peligrosa para él, hasta el punto de que el 28 de marzo de 1811 hubo de abandonar las Reales Fábricas y, dejando a su esposa y dos hijas, se incorporó en Potes a las tropas de los guerrilleros. Previamente, el 4 de febrero, había sido nombrado vocal de
A poco de tomar posesión del cargo fue de nuevo acusado por alguno de falta de patriotismo por haber permanecido a cargo de las Reales Fábricas, pero todos cuantos testificaron en el expediente abierto lo hicieron en términos sumamente favorables, y finalmente su conducta patriótica quedó acreditada.
Un nuevo problema surgió para él cuando el intendente de la provincia de Burgos designó como subdelegado de rentas en la provincia de Santander al gobernador militar de dicha plaza, el brigadier Francisco Manglano. Éste, que ya había tenido desavenencias con
El conflicto entre la autoridad militar y la civil, por otro lado no infrecuente en aquellos años de guerra, derivó en una demostración de fuerza de Manglano, que llegó a sacar sus tropas a la calle y a arrestar oficialmente a Villanueva.
Por Real Despacho de 19 de agosto de 1815 Fernando VII ascendió a Villanueva al empleo de comisario ordenador en propiedad, destinándolo al departamento de Cádiz, pero no llegó a ejercer su nuevo cargo porque falleció repentinamente en Madrid el 10 de octubre del mismo año. Póstumamente le fue concedida la cruz de distinción creada para condecorar a todos los individuos de las Juntas Superiores Provinciales que habían prestado servicios a la causa del rey Borbón.
El 25 de noviembre de 1807 había casado con Catalina de
Bibl.: M. Solana González-Camino, Don Francisco Javier de Villanueva y Sota. Comisario Ordenador de Marina (1763-1815), Santander, Institución Cultural de Cantabria - Centro de Estudios Montañeses-Diputación Provincial, 1975.
Juan Miguel Teijeiro de