Villalba Rubio, Ricardo. Toledo, 24.I.1892 – Madrid, 10.V.1994. General de división honorífico del Ejército de Tierra, impulsor de la Educación Física en España, presidente del Patronato de Huérfanos de Oficiales del Ejército.
Hijo de José Villalba Riquelme, por entonces comandante profesor de la Academia General Militar, y de Luz Rubio Rivas. El 28 de agosto de 1907, con quince años, ingresó por oposición en la Academia de Infantería, en la que su padre era el jefe de estudios, en una promoción formada por 354 alumnos, de la que también formaban parte Eduardo Álvarez Rementería, José Asensio Torrado, Francisco Franco Bahamonde, Helí Rolando Tella y Juan Yagüe Blanco.
En julio de 1910 recibió el despacho de segundo teniente y fue destinado al Regimiento de Infantería Córdoba n.º 10 de guarnición en Granada, pasando en noviembre de 1911 al Regimiento de Infantería San Fernando n.º 11 de guarnición en Melilla, con el que intervino en la campaña del Kert y donde le correspondió el ascenso a primer teniente.
En noviembre de 1913 fue destinado a la Subinspección de Tropas de Policía Indígena de Melilla, que mandaba su padre, con la que continuó interviniendo en los combates de la citada campaña, siendo recompensado con la cruz de María Cristina por el dominio demostrado sobre la tropa a su mando. Un año después obtuvo una vacante de ayudante de profesor en la Academia de Infantería de Toledo, ciudad a la que quedaría vinculado durante los siguientes veinte años y en la que se hizo cargo, entre otras, de la clase de Gimnasia, lo que marcaría también su trayectoria posterior.
En julio de 1917 ascendió a capitán y fue nombrado ayudante de campo de su padre, que desempeñaba el cargo de gobernador militar del Campo de Gibraltar. Al hacerse su progenitor cargo del Ministerio de la Guerra en diciembre de 1919, se trasladó a Madrid para continuar como ayudante del ministro, momento en el que contrajo matrimonio con María Rosa Morales Morales, con la que tendría tres hijos.
En febrero de 1920 obtuvo una vacante de profesor en la recién creada Escuela Central de Gimnasia del Ejército, ubicada en Toledo, y en mayo pasó en comisión de servicio a la Academia de Infantería, en cuya plantilla no quedaría integrado hasta noviembre de 1923. En mayo de 1925, obtuvo el título de profesor de Educación Física, expedido por la Escuela Central de Gimnasia, disciplina a la que se consagraría enteramente hasta que, en septiembre de 1929, fue nombrado profesor de la Escuela Central de Gimnasia.
En junio de 1930 ascendió a comandante y poco después fue nombrado primer profesor de la asignatura Teórica y Práctica de Gimnasia Educativa en la Escuela Central de Gimnasia, donde prometió por su honor ser leal a la recién proclamada República, obedecer sus leyes y defenderla con las armas, promesa que vulneraría en julio de 1936. En 1934 fue designado vocal de la Junta constituida en el Ministerio de Instrucción Pública para impulsar la enseñanza y práctica de la educación física en España, y en junio de 1935, vocal de la Junta Nacional de Educación Física.
El 18 de julio de 1936, se estableció a la defensiva en el Hospital Tavera de Toledo con la tropa de la Escuela Central de Gimnasia y un destacamento de la Guardia Civil para hacer frente a las milicias procedentes de Madrid. El día 22, al haberse agotado los víveres y la munición, se replegó al Alcázar, en cuyo interior permaneció hasta que, el 27 de septiembre, fue levantado el asedio por las tropas franquistas. Habiendo resultado herido grave, fue evacuado al Hospital Provincial de Salamanca y, al ser dado de alta, pasó destinado a la División de Soria, con la que participó en la batalla de Guadalajara, siendo habilitado para ejercer el empleo de teniente coronel. En octubre, al constituirse la 74 División, se hizo cargo de su I Brigada, con cuartel general en Cogolludo, cargo que compatibilizaría con el de director técnico de la Delegación Española del Comité Olímpico Internacional.
En junio de 1938, a consecuencia de la batalla de La Granja, su Brigada fue trasladada al frente de Segovia. Finalizada aquella, marchó a Cáceres, donde intervino en distintas acciones de alcance limitado hasta que, a finales de julio, marchó por ferrocarril a la zona de Gandesa para participar en la batalla del Ebro al frente de la Agrupación de Infantería Divisionaria de la 74 División. A su término, la Agrupación se trasladó a Aranda de Duero para reorganizarse y en enero de 1939 al sector de Extremadura, donde cooperó a neutralizar la contraofensiva republicana de Pozoblanco. En marzo, marchó al frente del Tajo y, tras realizar diversas operaciones de limpieza, finalizó la guerra en Toledo. Ascendido a teniente coronel por méritos de guerra, se hizo cargo de la dirección de la Escuela Central de Educación Física.
En abril de 1942, se le ordenó organizar una unidad tipo regimiento para relevar a los efectivos de la oficialmente denominada División Española de Voluntarios, que llevaban seis meses combatiendo en el sector de Novgorod. Tras ascender a coronel el 28 de mayo, marchó a Alemania y posteriormente a la Unión Soviética, donde tomó el mando del 263 Regimiento de la llamada División Azul. En septiembre, su unidad fue trasladada al frente de Leningrado, donde se mantuvo a la defensiva hasta el 3 de febrero de 1943, en que regresó a España y volvió a hacerse cargo de la dirección de la Escuela Central de Educación Física.
En mayo de 1947 ascendió a coronel y continuó dirigiendo la Escuela Central de Educación Física hasta marzo de 1950, en que se hizo cargo en Melilla del mando del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Infantería Alhucemas n.º 5. Dos años después ascendió a general de brigada y fue nombrado gobernador militar de Cáceres y jefe de la Infantería Divisionaria de la División n.º 12.
El 24 de enero de 1954, al cumplir sesenta y dos años, cesó en la situación activa y fue nombrado presidente del Patronato de Huérfanos de Oficiales del Ejército, cargo que desempeñó durante dieciséis años, incluso tras su pase a la reserva en 1958. Los miles de acogidos a esta secular obra social durante aquellos años dieron en llamarle “papá Villalba” por el afecto y atenciones que les prodigaba en sus frecuentes visitas a los diversos colegios financiados por el Patronato.
En abril de 1970, cumplidos los setenta y ocho años, solicitó su cese en el Patronato. En 1976 ingresó en el Benemérito Cuerpo de Caballeros Mutilados y se le concedió el ascenso a general de división honorífico. En 1992 pasó a la situación de segunda reserva, en la que permaneció los dos últimos años de su vida. Sus restos fueron inhumados en la cripta del Alcázar de Toledo.
Obras de ~: Método de instrucción integral para el recluta y soldado de Infantería, Toledo, Est. Tip. de Rafael Gómez Menor, 1928; con J. Hermosa Gutiérrez, Atletismo, Toledo, Est. Tip. de Rafael Gómez Menor, 1929; Nociones teóricas para la Educación Física, Burgos, Hijos de Santiago Rodríguez, 1938; Conferencias sobre Educación Física, Toledo, Est. Tip. de Rafael Gómez Menor, 1938.
Bibl.: Historia de las Campañas de Marruecos, Madrid, Servicio Histórico Militar, 1951; J. M. Martínez Bande, Monografías de la Guerra de España, Madrid, San Martín, 1972-1986; A. Donderis Guastvino y J. L. Isabel Sánchez, Historia de las instituciones y colegios de huérfanos del Ejército de Tierra, Madrid, Ministerio de Defensa, 1998; C. Engel, Historia de las divisiones del ejército nacional, Madrid, Almena, 2000; VV. AA., Las Campañas de Marruecos (1909-1927), Madrid, Almena, 2001; G. Cardona, El gigante descalzo: el ejército de Franco, Madrid, Aguilar, 2003; X. Moreno Juliá, La División Azul: sangre española en Rusia, Barcelona, Crítica, 2004; F. Puell de la Villa, Historia del Ejército en España, 2.ª ed., Madrid, Alianza, 2005; F. Puell de la Villa y J. A. Huerta Barajas, Atlas de la Guerra Civil española: antecedentes, operaciones y secuelas militares (1931-1945), Madrid, Síntesis, 2007; F. Puell de la Villa, Historia de la Protección Social Militar (1265-1978): de la Ley de Partidas al ISFAS, Madrid, ISFAS, 2008; M. Casteleiro, Los héroes del Alcázar, Madrid, Actas, 2016.
F. Puell de la Villa