Serrano, Diego. Chillón (Córdoba), c. 1582 – Guadix (Granada), 5.X.1652. General de la Merced (OdeM), redentor, definidor, calificador del Santo Oficio y obispo sucesivo de tres diócesis.
Vino al mundo en Chillón, diócesis y provincia de Córdoba, en torno al año 1582. En el “proceso consistorial” se afirma, sin precisar, que tenía entre cincuenta y cincuenta y seis años. Sus padres se llamaban Diego Fernández Serrano y María Sánchez de Sotomayor.
Ya de obispo, fue conocido como “Diego Serrano Sánchez”, y, en Segorbe, como “Diego Serrano de Sotomayor”. Eran tiempos de libertad a la hora de elegir apellido. Vemos, pues, que elige el segundo apellido paterno, y también el segundo materno.
(Se equivoca Carlos Oviedo al decir que “era hijo de Diego Fernández de León y María Sánchez Quijano”, en su Episcopologio.
A pesar de quienes afirman que “tomó el hábito y profesó en la Merced de Granada” (Garí y C. Oviedo) “le dio el hábito en Córdoba el Venerable Fernando de Montesinos, y él mismo le admitió a la profesión”, en dicho convento el 14 de octubre de 1598.
Fue maestro de número por la provincia de Andalucía, y redentor, calificador del Consejo de la Inquisición.
Luego, rector del colegio de San Laureano de Sevilla, dos trienios comendador de Jerez de la Frontera (Cádiz), definidor general, provincial de Andalucía (1631-1632), maestro general de toda la Orden (4 de septiembre de 1632-21 de diciembre de 1635), electo en el capítulo general, celebrado en Barcelona a 4 de septiembre de 1632. Gobernó la Orden hasta el 8 de enero de 1636, habiendo ya renunciado el 21 de diciembre de 1635. El papa Urbano VIII lo elige obispo de Solsona el 3 de diciembre de 1635. Fue consagrado en la iglesia de la Merced de Madrid por fray Gaspar Prieto, de la misma Orden, obispo de Perpiñán, el domingo de Pascua de 1636. Tomó posesión de su diócesis el 8 de enero del mismo año, por su procurador el P. maestro fray Manuel Cors, y lo hizo personalmente el 12 de marzo siguiente. Sucede al fallecido Pedro de Puigmartí y Funes, OSB, Convocó sínodo diocesano el 25 de mayo de 1637. Participó en un par de concilios provinciales, en Tarragona y en la Ciudad Condal. Le sucedió el agustino fray Pedro de Santiago.
El mismo Urbano VIII lo traslada a Segorbe el 30 de mayo del año 1639. Toma posesión, por procurador, el 1 de septiembre de dicho año, haciéndolo personalmente dos día después. Sucedió aquí al difunto Juan Bautista Pellicer. En 1642 es nombrado diputado mayor del Reino de Valencia. Celebra el Sínodo diocesano el 12 de junio de 1644.
Por estado de salud se trasladó a Valencia en octubre de 1651, y ya no regresó a Segorbe. De allí fue a Guadix, dado su estado grave de salud en este momento de su vida. Le sucede Francisco Cabaldá, monje Jerónimo.
El papa Inocencio X lo traslada a Guadix el 29 de abril de 1652. Tomó posesión por su procurador Luis Núñez, canónigo de la catedral, el 20 de agosto de dicho año. Él llegó a Guadix el 25 del mes siguiente, sin tener ya fuerzas físicas para visitar la catedral.
Fallece el 5 de octubre del año 1652. Según su decisión previa, es sepultado en el convento mercedario de Granada.
Obras de ~: Actas y Estatutos del Capítulo General del Orden de Nuestra señora de la Merced, Redención de cautivos, celebrado en el Real Convento de dicha Orden de la Ciudad de Barcelona, sábado quatro de setiembre del año 1632, en que fue electo por Maestro General de todo el Orden, nuestro Rvdmo. Padre Maestro Fr. Diego Serrano, Madrid, en la Imprenta del Reyno, 1632; Apología pro jure Magistri Generalis Ordinis contra Magistri Oviedo Proposiciones, Matriti, 1636; Synodum sanctae Ecclesiae Segobricensis, Valencia, por Bernardo Nogués, año 1645; Directorium Parochorum, Valencia, 16... [sic].
Bibl.: Hardá, transcr. de A. de Arques Jover, “Serrano II”, en Bibliotheca Ordinis B. Mariae de Mercede, Matriti, 1785, fol. 587v.-588r.; J. A. Garí y Siumel, Biblioteca Mercedaria, Barcelona, 1875, pág. 287; G. Placer, Bibliografía Mercedaria, II, Madrid, Revista Estudios, 1968, págs. 827-829; C. Oviedo Cavada, Los Obispos Mercedarios, Santiago de Chile, Ed. Salesianos, 1981, págs. 99-101.
Luis Vázquez Fernández, OdeM
