Settala, Giovan Giorgio. Milán (Italia), 1520 – Perpiñán (Francia), 1590. Cosmógrafo, cartógrafo e ingeniero de fortificación.
Discípulo del ingeniero Gian Maria Olgiati, desde 1555 se ocupó de fortificaciones en Lombardía. Trabajó en las fortificaciones de Piacenza y Milán en 1556 y 1557. Dio un proyecto para Lucca en 1562.
Como pintor y cosmógrafo trabajó para Alfonso de Ávalos, marqués del Vasto, para quien hizo en 1539 el libro Tutto l’Universo, que inspiraría una serie de tapices para el marqués que fueron admirados por Carlos V, quien en 1542 nombró a Settala cosmógrafo imperial. Hizo un mapa del estado de Milán, impreso en 1560 y que en 1570 utilizará Ortelio en el Theatrum Orbis Terrarum. Se le ha atribuido una desconocida Hispania Universa Tabulis expressa dedicada al emperador.
En 1564 llega a España como ingeniero del Rey y en julio de 1565 es destinado a la fortificación de Perpiñán donde modifica los baluartes trazados por Calvi. Desde el 1 de enero de 1566 sabemos que el capitán general de Artillería, Juan Manrique de Lara ordena pagar cuatrocientos ducados al año a Jorge Setara, porque “teniendo consideración a la pratica y experiencia que tiene de fortificaciones avemos acordado de mandarle reçebir como por la presente le recebimos por nro. Yngeniero”.
La traza que Jorge Setara sobre el estado de la ciudadela de Perpiñán en 1571 es buen ejemplo del dibujo de los ingenieros, que combinan la palabra con el dibujo a fin de hacer comprensible la información al Consejo de Guerra y al Rey. En Perpiñán modificó algo los baluartes de Calvi, suprimiendo los orejones, y cambió la ubicación de las puertas. Durante los años en que él se ocupó de estas obras fue cuando se llevó a cabo la puerta trazada por Calvi, que tiene una inscripción de 1577.
Proyectó en 1581 una torre para los Alfaques de Tortosa, un lugar que había que proteger de los corsarios que se refugiaban allí para aprovisionarse con toda tranquilidad. El proyecto es casi una pequeña fortaleza. En 1587 seguía ocupándose de la torre, de la artillería necesaria, y de cómo reforzarla con otra torre. Su nombre estuvo entre los de los ingenieros que barajó Frances de Álava, para ir a ocuparse de la fortificación del estrecho de Magallanes en 1581, pero pese a la protección y recomendación del capitán Giacome Palearo Fratin, no fue él el elegido, sino Bautista Antonelli.
En 1585 había pedido permiso para regresar a Milán con su mujer e hijos, alegando que llevaba ausente de su casa más de veinte años, porque las obras de Perpiñán llevaban dos años paradas y él sin cobrar, razón por la que solicitaba que le destinaran a otro lugar o le dejaran partir “porque yo no me holgo de estar ocioso, aunque soy viejo”, y lamentaba amargamente haber venido a España. Volvió a solicitar licencia para regresar a Milán en 1586 y en 1587, y en teoría se le concedió. Formó a un hijo, Juan Bautista como ingeniero, y es el que proponía que se quedara al tanto de las obras de Perpiñán durante su ausencia. No sabemos si viajó a su casa, porque nos lo encontramos en 1589, un año antes de morir, como cartógrafo dibujando un espléndido dibujo de los montes de Valencia y su costa, a vuelo de pájaro, desde Peñíscola a Tortosa.
Es resultado del viaje que hizo con el capitán Alzate y el virrey de Cataluña para estudiar los bosques, la calidad de la madera para hacer barcos y los caminos que habría que hacer hasta el mar para acarrearla.
Es un excelente ejemplo de la capacidad de Felipe II de incorporar a su servicio a los mejores cosmógrafos, matemáticos o ingenieros de sus reinos, así como de las insalvables dificultades económicas que en la práctica impidieron llevar a la perfección el gran sistema defensivo de la Monarquía hispánica.
Obras de ~: defensa: torre para los Alfaques, Tortosa, 1581.
Cartografía: mapa del estado de Milán, 1560; Hispania Universa Tabulis expressa (atrib.).
Bibl.: S. Leydi, “Georgius haud ultimum ornamentum genti, geographus et architectus. Prime note su Giovan Giorgio Settala cosmografo, cartografo e ingegnere milanese”, en M. Viganò, Architetti e ingegneri militari italiani all’estero dal xv al xviii secolo, Livorno, 1994; P. de la Fuente de Pablo, La ciudad como problema militar: Perpiñán y los ingenieros de la monarquía española (ss. xvi-xvii), Madrid, Ministerio de Defensa, 1999; A. Cámara Muñoz, “Las torres del litoral en el reinado de Felipe II: una arquitectura para la defensa del territorio (y II)”, en Espacio, Tiempo y Forma, VII, 4 (1991), págs. 53-94; Fortificación y ciudad en los reinos de Felipe II, Madrid, Nerea, 1998; “La profesión de ingeniero: los ingenieros del rey”, en M. Silva Suárez, Técnica e ingeniería en España. I.- El Renacimiento. Zaragoza, Real Academia de Ingeniería, Institución “Fernando el Católico”, Prensas Universitarias de Zaragoza, 2004, págs. 125-164.
Alicia Cámara Muñoz
