Tornamira, Francisco Vicente de. Tudela (Navarra), fl.1585. Astronomía.
Se ignora dónde estudió. En la dedicatoria al marqués de Falces en su Chronografía y repertorio de los tiempos dice que “no tiene los grados de ciencias que en las escuelas se dan, ni profesa el hábito de ellas”. No obstante, en esta obra Tornamira muestra haber tenido acceso al texto de Introducción a la Astronomía y la Geografía redactado por Jerónimo Muñoz para sus clases en Valencia y en Salamanca, que nunca se publicó, aunque debió de circular en forma manuscrita. Hay partes enteras de la Chronografia que son traducciones al castellano del original latino de Muñoz. Y Tornamira muestra además familiaridad con otras obras de Muñoz. Por ello no hay que desestimar del todo que Tornamira realizara estudios en Salamanca, sin alcanzar los grados.
En el prólogo a su obra Tornamira explica los motivos que le han llevado a componer la obra, entre los que destaca poner la Astronomía en relación con la corrección gregoriana del calendario. La obra ofrece un tratado completo de la “esfera” según la tradición medieval; también incluye determinación de coordenadas geográficas por métodos astronómicos con las reglas incluidas habitualmente en los tratados de cosmografía y descripción de instrumentos como el astrolabio náutico. Tornamira discute la existencia de esferas u orbes celestes que arrastran a los planetas, y afirma que no y que los planetas de mueven por sus propias naturalezas o fuerzas: “los orbes son fingidos o inventados para darnos a entender y enseñarlos los diversos movimientos de los cuerpos celestes”. En esto se advierte también la influencia de su maestro Jerónimo Muñoz, aunque se separa de éste al atribuir una naturaleza incorruptible a la materia celeste.
La obra incluye un buen número de datos y tablas de eclipses (desde 1583 hasta 1610), de las estrellas fijas tomado de las efemérides de Johannes Stadius (basadas en Copérnico), de latitudes geográficas (tomado de Jerónimo Muñoz), de cuestiones calendáricas y de cronología (las “edades del hombre y del mundo”, entre otras. Muestra familiaridad con la obra de Copérnico en sus aspectos técnicos, nada extraño en su discípulo de Jerónimo Muñoz. Así, a propósito del supuesto movimiento de las fijas o del “octavo cielo” (precesión de los equinoccios) cita los datos de Copérnico; también da las cifras de Copérnico de la paralaje lunar.
Como el que debió ser su maestro, Jerónimo Muñoz, y como la mayoría, sino todos, los astrónomos de su época, Tornamira también era astrólogo y en su obra habla de la “amistad que hay entre la medicina y la astrología”, e incluye diversas cuestiones y tablas de aplicación astrológica, como la relativa al “dominio de los planetas”, siguiendo también a Muñoz.
Obras de ~: Chronographia y repertorio de los tiempos a lo moderno, el qual trata varias y diversas cosas: de Cosmographía, Sphera, Teóricas de planetas, Philosophía, Computo y Astronomía, donde se conforma la Astrología con Medicina: y se hallarán los motivos y causas que ha avido para reformar el año [...], Pamplona, 1585; Traducción del Calendario Gregoriano de Latín en Español, con ciertas adictiones [...], Pamplona, 1591.
Bibl.: F. Picatoste Rodríguez, Apuntes para una biblioteca científica española del siglo xvi, Madrid, Tello, 1891, págs. 314- 315; V. Navarro (dir.), Introducción a la Astronomía y la Geografía de Jerónimo Muñoz (ed. crítica, latín-castellano, por V. Navarro, A. Pastor, E. Pastor y V. Salavert, con est. prel.
a cargo de V.Navarro y V. Salavert), Valencia, 2004.
Víctor Navarro Brotons
