Colón y Aguilera, Cristóbal. Duque de Veragua (XV), Madrid. 12.IX.1878 – Fuencarral (Madrid), 17.IX.1936. Abogado, ganadero.
Hijo de Cristóbal Colón de la Cerda, XIV Duque de Veragua, y de Isabel Fernanda de Aguilera y Santiago Perales, nació en Madrid el 12 de septiembre de 1878. Sucedió a su padre como duque de Veragua (XV), además de como marqués de Jamaica (XV), almirante de la Mar Océana (XVII), adelantado mayor de las Indias (XVII). Se licenció en Derecho por la Universidad Central de Madrid (1894-1901), y a la muerte de su padre, en 1910, pasó a ser propietario de la ganadería de toros de lidia Veragua fundada por su abuelo, Pedro Colón de Larreátegui y Ramírez de Baquedado, XIII duque de Veragua. A pesar de la fama que ya poseía la ganadería, pronto demostró su preferencia por la cría de caballos, primero de raza hispano-árabe, y poco después se dedicó casi exclusivamente a la de raza árabe. Desde 1928 en que vendió la ganadería de toros a los hermanos Fermín y Manuel Martín Alonso, y parte de sus tierras, destinó importantes recursos a la adquisición de los mejores ejemplares (hembras y sementales) en distintos países con objeto de conseguir la depuración de la raza, por lo que llegó a ser reconocido en todo el mundo como uno de los mejores criadores que han existido. En el término municipal de Borox (Toledo), realizó en una parte de su finca Valjuanete la intensificación de cultivos de cereales y leguminosas, pero por tratarse de un lugar que por su topografía, climatología y condiciones geológicas reúne destacadas semejanzas con las regiones de Arabia, destinó el resto a pastos apropiados para la alimentación del ganado caballar y lanar.
La yeguada árabe de Colón fue creada alrededor de 1927, con la adquisición de caballos y yeguas procedentes de Inglaterra, Siria, Arabia, Argentina, Rusia y España, cuando ya había obtenido diferentes premios por sus caballos de raza hispano-árabe; así, un primer premio de la clase potrancas de la Exposición Nacional de Madrid de 1913, otros en el de la misma ciudad de 1922, etc. Tanto los ejemplares árabes adquiridos en el Reino Unido como los hijos de éstos figuraron registrados en el Arab Horse Stud-Book de dicho país, así como en el Registro correspondiente de España, donde fueron inscritos el resto de sus ejemplares y productos de ellos. Sementales procedentes de su ganadería fueron adquiridos por las repúblicas de Guatemala, Perú, Venezuela, Portugal y por España.
Sus conocimientos de la raza árabe y la extrema selección que realizó a la hora de programar la cría de ejemplares en cuanto a morfología, velocidad y carácter, que reforzó con una estudiada nutrición y ejercicio físico, consiguieron mejorar la talla y robustez de los caballos.
En cuanto al ganado lanar, a partir de un rebaño de ovejas manchegas procedente de la finca cercana a El Escorial del marqués de Perales, realizó su cruce con excepcionales ejemplares de raza Southdown adquiridos en Inglaterra al criador Jonas Webb & Sons de Sussex, proveedor del rey Jorge III y del zar de Rusia.
Los ejemplares ovinos de raza manchego-Southdown del duque de Veragua consiguieron fama similar a la de sus caballos.
Por otro lado, el duque de Veragua conservaba en su archivo familiar importantes documentos del Descubridor de América, que fueron objeto de una propuesta de compra en dos millones y medio de pesetas por parte de la Central Union Trust Company de Nueva York en marzo de 1924. Fue deseo de Veragua que tal patrimonio quedara en España, por lo que prefirió ofrecer una venta-donación de los papeles al presidente del Directorio Militar, Miguel Primo de Rivera, por la mitad de la citada cantidad. Tras un informe favorable de la Real Academia de la Historia, la compra fue aprobada por Real Decreto de 28 de mayo de 1926. El pago se realizó con la recaudación obtenida hasta la fecha por la venta de una medalla homenaje a los reyes (500.000 pesetas) y el adelanto del Comité Ejecutivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de las 750.000 pesetas restantes, que fue saldado con subsiguientes ingresos por la medalla conmemorativa citada, el 19 de febrero de 1929. El fondo, compuesto por 97 documentos —entre ellos 40 autógrafos de Cristóbal Colón— y el Libro de los Privilegios, pasó en 1930, tras la clausura de la Exposición Iberoamericana en la que fue mostrado, al Archivo General de Indias de Sevilla, Sección Patronato, legajo 295.
Según el marqués de Valdeiglesias, quizá el hecho de no haber intervenido nunca en política, ser un hombre sencillo, de gustos modestos y nada aficionado a frecuentar la alta sociedad, hiciera que las tierras que destinaba a la ganadería no fueran objeto de expropiación a raíz del decreto de Manuel Azaña de 1932. Sin embargo, en agosto de 1936 fue apresado en su casa de la calle San Mateo de Madrid, junto con su cuñado el marqués de Aguilafuente, Manuel Carvajal Hurtado de Mendoza (viudo de su única hermana, Pilar, duquesa de la Vega) y sus sobrinos, para poco después ser trasladados los primeros al Círculo Socialista del Sur sito en la calle Velázquez número 50. El embajador de Chile, Aurelio Núñez Morgado, con el apoyo de los representantes de buena parte de los países iberoamericanos, no consiguió salvar las vidas de Veragua y Aguilafuente cerca del ministro de Estado, Julio Álvarez del Vayo, siendo fusilados a las afueras del pueblo de Fuencarral el 17 de septiembre de 1936. Colón Aguilera murió soltero, pasando los títulos colombinos a su sobrino, Ramón Carvajal Colón, que poco después, en 1940 cambió sus apellidos por Colón de Carvajal.
El estallido de la guerra civil también fue nefasto para más de cincuenta caballos de pura sangre árabe de la yeguada Veragua que fueron sacrificados o desaparecieron, incluidos sus mejores ejemplares Sirio III y Razada, sementales que habían obtenido los más altos premios en la exposición de 1930 de Madrid.
Igualmente sucedió con buena parte de los ejemplares de las ovejas, de las que únicamente sobrevivieron a la contienda 90 cabezas. Con respecto a los caballos, la finca de Valjuanete (Toledo) fue ocupada por el ejército republicano quedando bajo el mando del veterinario, el comandante Ángel Tellería, para pasar poco después —a las dos semanas— al control de las tropas nacionales que, viendo la calidad de los ejemplares que aún existían, dispusieron su traslado a la Yeguada Militar de Moratalla (Córdoba), aunque sin poder determinar la identidad exacta ni la genealogía de los ejemplares nacidos en 1936 (ni de los que nacerían al año siguiente; más de una veintena en total), por haber desaparecido los archivos y las personas que hasta tal fecha se encargaban de su cría. En razón de la evidente garantía de la pureza de raza y homogeneidad morfológica de los potros procedentes de la yeguada Veragua, tras la guerra, tanto los expertos como las autoridades responsables del Libro de Orígenes Español admitieron su inscripción —bajo nombres con el prefijo Vera—, aún sin poder determinar la genealogía exacta de cada uno. En 1969 el International Stud- Book de Londres admitió igualmente su procedencia y registro.
Bibl.: A. Escobar Ramírez, marqués de Valdeiglesias, “Por qué un oscuro jefecillo rojo asesinó en Madrid al descendiente de Cristóbal Colón”, en Domingo (San Sebastián), 1 de agosto de 1937; C. Pérez-Bustamante, Libro de los Privilegios del Almirante don Cristóbal Colón (1498), Madrid, Editorial Maestre, 1951, págs. LIX-LXI; M. P. Murga Igual, The Duke of Veragua’s Arab Stud Farm [Madrid, 1967]; A. K. Steen, A Glorious Task: The Eighteen Dukes of Veragua and Their Horses, Sevilla, Editorial A Tale of the Breed, 2006; J. Rof y Codina, “España pecuaria: La ganadería de don Cristóbal Colón y Aguilera, ex duque de Veragua”, en A. S. Steen (comp.), Antología de la cría caballar y el caballo árabe en España, 1831 a 1934, Sevilla, Editorial A Tale of the Breed, 2007, págs. 235- 247.
Anunciada Colón de Carvajal Gorosábel