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Jerónimo Ruiz de Portillo

Biografía

Ruiz de Portillo, Jerónimo. Logroño (La Rioja), c. 1532 – Lima (Perú), 3.II.1590. Jesuita (SI), primer provincial de las Indias y del Perú.

Entró en la Compañía de Jesús en Salamanca en 1551, en aquella primera generación de jesuitas españoles, habiendo sido alumno de su Universidad.

Como tal se formó en las primeras estructuras de noviciados. Siendo coadjutor espiritual fue ministro en 1554 del noviciado de Simancas, mientras fue rector de aquella casa Bartolomé Bustamante.

Después fue precisamente Ruiz del Portillo el que le sucedió en el oficio de rector y maestro de novicios (entre 1555 y 1559), dirigiendo en sus primeros pasos a algunos jesuitas que fueron notables, en los años fundacionales de la Compañía en España. Superior de la primera casa de los jesuitas en Valladolid, del Colegio de Medina del Campo y viceprovincial de Castilla por breve tiempo, antes de que fuese enviado a establecer la Compañía de Jesús a Perú, siendo el primer provincial en Indias. Su llegada a América podía haber sido más temprana, pues en 1559 el virrey del Perú, Diego López de Zúñiga solicitó al comisario de la Compañía en España, entonces Francisco Borja, que le enviase un grupo de seis jesuitas, al frente de los cuales el superior encomendó a Ruiz de Portillo. La expedición no llegó, entonces, a salir del puerto.

El segundo intento, también frustrado, fue cuando el padre Borja, no ya como comisario sino como vicario general, le nombró superior de la expedición a Florida, que iba a establecer a la Compañía, de forma definitiva, en las Indias. Pero como Ruiz de Portillo era confesor del presidente del Tribunal de la Real Chancillería de Valladolid, Alonso de Santillana, éste no podía permitir que su director espiritual saliese hacia las Indias. Por eso, en el último momento fue sustituido por el padre Pedro Martínez.

Sin saber Felipe II que el padre Antonio de Araoz no era el hombre adecuado para hacerlo, le encargó por Real Cédula de 3 de marzo de 1566 que formase un grupo de veinticuatro jesuitas para que emprendiesen viaje hacia las Indias. El asunto fue asumido por Roma y comisionó a los superiores Antonio de Araoz y Bartolomé de Bustamante para que Ruiz de Portillo se embarcase hacia América aunque acompañado de ocho religiosos, enviados allí donde el rey Felipe considerase. El presidente del Consejo de Indias pensó que aquellos primeros jesuitas debían ser enviados al Perú. Al mismo tiempo, Felipe II solicitó otros cuatro religiosos para ser remitidos a Honduras, junto al gobernador Juan de Vargas. Sería Jerónimo Ruiz de Portillo el que recibió el oficio de provincial de todos los jesuitas que se encontrasen en las Indias Occidentales del Rey Católico. Su primera orientación fue frenar el envío de misioneros jesuitas a Flórida, donde podía haber sido él destinado hacía años. Los frutos eran escasos, los peligros en demasía y la función de aquellos jesuitas superaba la evangelización, para relacionarlos más con la conquista.

Antes de embarcar, estudió en Sevilla, puerta de las Indias, la lengua del Perú: una de las muchas que había aunque la consideraban la general. Se trataba del quechua. Portaba en sus manos, además de las lógicas instrucciones de su superior general, las bulas del papa Pío V por las cuales extendía los mismos privilegios de los jesuitas en las Indias orientales a los de las occidentales.

Alcanzaron el puerto de Panamá en enero de 1568 y emprendiendo viaje hacia Lima. Dejó a dos de sus compañeros allí, por indicación del presidente de su Audiencia, aunque recibió los primeros aspirantes en Indias. El 28 de marzo llegaron al puerto del Callao, fundándose el importante Colegio de San Pablo de Lima. Se abría así el noviciado. Con nuevos jesuitas llegados de Castilla, Ruiz de Portillo apoyó el inicio de las doctrinas para indios de lengua quechua dentro de la jurisdicción de Lima. Las previsiones acerca de Florida se cumplieron según lo advertido por este superior. Tras la creación de la provincia de México en 1572, Ruiz de Portillo redujo su condición de provincial al Perú. Un año antes había fundado el Colegio de Cuzco. No pudo aceptar las doctrinas con carácter parroquial según se lo pedían el virrey Francisco de Toledo y el arzobispo dominico Jerónimo de Loaysa. Una solicitud que se oponía a las Constituciones de los jesuitas, aunque sí se pudo hacer cargo del seminario e incluso pudo poner a algunos jesuitas que acompañasen al virrey en sus visitas.

Ambas eran aspiraciones de Toledo. Estas licencias causaron problemas al provincial, como así ocurrió cuando le acusaron de recibir a numerosos novicios sin excesivo rigor, confiando cuestiones de gobierno en dos de ellos. Se enfrentaba también a una acusación, que fue después retirada, de solicitud en el confesionario.

Ruiz de Portillo fue habilidoso en la orientación de los trabajos de los jesuitas en este territorio, pues impulsó el desarrollo de la doctrina de Juli en la región del lago Titicaca. Consideraba que los jesuitas tenían que estar en la ciudad de Potosí (en Bolivia) por la elevada concentración de indios procedentes del virreinato del Perú. Demostró gran interés, de acuerdo con lo ordenado por Borja, en el conocimiento de las lenguas indígenas del quechua y el aymara. Favoreció la construcción de los jesuitas en Cusco. Terminaba su gobierno el 1 de enero de 1576 con un notable número de religiosos en las provincias, con nuevos proyectos fundacionales en La Paz, el citado de Potosí y Arequipa. Todos estos trabajos fueron acompañados por su habilidad demostrada desde el púlpito, no solamente en las Indias, sino antes en España, siendo calificado como la “trompeta de Dios”. Murió en Lima y desde que dejase las tareas de gobierno en la provincia, había recibido el oficio de rector en los colegios de Cusco (entre 1577 y 1581) y Potosí (1582- 1587), para morir cuatro años después. Fue el primer apóstol jesuita del Perú.

 

Obras de ~: “Cartas de Jerónimo Ruiz de Portillo”, en Monumenta Peruana. Monumenta Historica Societatis Iesu, 1-5, vols. 75, 82, 88, 95, 102, Roma, 1954-1970.

 

Bibl.: E. Torres Saldamando, “Padre Jerónimo Ruiz de Portillo, primer Provincial en el Perú”, en Revista Histórica, 1 (1906), págs. 445-455; F. Z ubillaga, “Métodos misionales de la primera Instrucción de San Francisco de Borja para la América española”, en Archivum Historicum Societatis Iesu, 12 (1943), págs. 58-88; B. Blum, “Portillo of Peru”, en Mid- America, 30 (1948), págs. 105-132; F. B. Medina, “Ruiz de Portillo, Jerónimo”, en Ch. O’Neill y J. M.ª Domínguez (dirs.), Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús, vol. IV, Roma-Madrid, Institutum Historicum Societatis Iesu-Universidad Pontificia Comillas, 2001, págs. 3437-3438.

 

Javier Burrieza Sánchez

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