Garay y Perales, Martín de. El Puerto de Santa María (Cádiz), 26.I.1771 – La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), 7.X.1822. Político y economista.
Acerca de los lugares y fechas de su nacimiento y muerte hay una cierta confusión. Para José Miguel Medrano Basante habría nacido en El Puerto de Santa María en la fecha indicada y fallecido en La Almunia el 8 de octubre de 1822. Para Fabrice Abbad y Didier Ozanam, la fecha del nacimiento sería el 27 de enero de 1771 y la del óbito el 7 de octubre de 1822, fechas compartidas por Cuenca Toribio y Miranda García.
No faltan, sin embargo, autores que le creen natural de La Almunia de Doña Godina y sitúan su muerte en Zaragoza (Enciclopedia Universal Ilustrada Europea Americana). Según Abbad y Ozanam, fue bautizado en esta población aragonesa el 26 de mayo de 1771.
Era hijo de Martín de Garay, capitán del Regimiento de Caballería de Santiago, y de María Sebastiana de Perales, hidalgos acomodados, naturales ambos de La Almunia —de ahí, la posible confusión—, casados en 1768.
Se educó Martín en las Escuelas Pías de Zaragoza, pasando posteriormente al Seminario de Nobles de Madrid. Tras estudiar en la Academia de Caballería de Ocaña, comenzó a servir en el Ejército —con el grado de alférez—, en el que no permaneció mucho tiempo. Pasó enseguida a la administración militar, siendo designado el 19 de junio de 1795, contador principal del Ejército de Aragón; del principado de Cataluña, el 23 de abril de 1799; y del reino de Valencia, el 11 de abril de 1800. El 11 de octubre de 1804 fue promovido a intendente del Ejército de la provincia de Murcia y finalmente, el 27 de diciembre de 1806, de la provincia de Extremadura.
Casó en 1795 con María Ustáriz y Salcedo, marquesa de Echandía, y camarista de la Reina; no tuvieron hijos.
Cuando se produjeron los sucesos de mayo de 1808, se hallaba Martín en Extremadura. Tras la derrota de los franceses en Bailén, y habiéndose —por el momento— retirado éstos de Madrid, se constituyó, el 25 de septiembre de 1808 en Aranjuez, una Junta General Suprema, integrada por treinta y cinco miembros de todas las Juntas (él pertenecía a la de Extremadura).
Asumió la presidencia José Moñino, conde de Floridablanca, y Garay fue nombrado secretario.
Posteriormente, se distinguió en la capital aragonesa durante la guerra, y mantuvo gran amistad con Jovellanos, quien le tuvo en gran estima.
Había alcanzado Martín de Garay merecida fama de hábil economista, uno de los mejores de su tiempo, cuando el 23 de diciembre de 1816 fue nombrado ministro de Hacienda interino, por Fernando VII, permaneciendo en tal situación hasta el 29 de enero de 1817, en que pasó a ser titular. El Rey, muy preocupado por la confusa situación financiera del momento, eligió a Garay pese a su notoria ideología liberal partidaria de un sistema bicameral, y su perfil de hacendista moderno. Garay intentó restablecer la confianza en el Estado mediante una reglamentación de la Deuda Pública y la unificación de contribuciones, por lo que no tardó en hallar ferocísima oposición entre los más perjudicados por las reformas, hasta el extremo de que le fueron dedicados romances y coplas en los que se le zahería con dureza. Una de las medidas que más enemigos le acarreó, fue la reducción del personal del Estado y el anuncio de que no se proveería ninguna vacante, salvo en aquellos casos en que cobrando del Erario Público no tuviesen ocupación alguna. Trató Garay de hacer más eficaz y equilibrado el sistema tributario, imponiendo nuevas cargas sobre aquellos que hasta entonces pagaban poco o nada, medidas que inicialmente fueron bien acogidas por el pueblo; mas pronto se emprendió una guerra sorda contra él. Finalmente, dimitió el 14 de septiembre de 1818, muy posiblemente presionado por el Monarca, siendo poco después desterrado. Más adelante se le nombró presidente de la Sociedad Económica de Aragón y, en 1820, consejero de Estado.
A su inspiración se debe la construcción de los primeros tramos de porches del actual paseo de la Independencia (Zaragoza), entonces de Santa Engracia, si bien no fue ajeno al proyecto el arquitecto neoclásico aragonés Silvestre Pérez. Además, encargó a Goya unos magníficos retratos que guarda el Museo de Zaragoza.
Perteneció, desde 1816, como consiliario a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Martín de Garay estuvo siempre presente en los principales acontecimientos políticos de estos años.
El 5 de marzo de 1820 el Ayuntamiento de Zaragoza y el capitán general de Aragón, marqués de Lazán (hermano de José de Palafox), proclamaron la Constitución.
En carta dirigida a Fernando VII, Lazán afirmaba haberlo realizado así para “evitar derramamiento de sangre”. A partir de aquí, se constituyeron varias Juntas Constitucionales en numerosas localidades aragonesas; la de Zaragoza apareció inicialmente presidida por Garay.
Obras de ~: La Suprema Junta Gubernativa del Reino a la Nación Española, Sevilla, Imprenta Mayor, ¿1808? (Lima, 1809); Reglas y máximas que se deben observar para la defensa de los pueblos, Sevilla, 1809; Manifiesto de la Nación Española a la Europa, [Cádiz], Reimpreso en Casa de Misericordia de Cádiz, 1809 (Manifiesto della Nazione spagnola all’Europa, Milán, 1814); Memorias sobre el estado de la Deuda de la Corona, arbitrios para satisfacerla y clasificación de ella para pagarla, 1817 [en F. Suárez Verdaguer, Documentos del reinado de Fernando VII, Pamplona, Universidad de Navarra, 1967].
Bibl.: VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europea Americana, vol. 25, Barcelona, Hijos de J. Espasa, 1924; Diccionario Enciclopédico Labor, Barcelona, Editorial Labor, 1965; J. de Contreras y López de Ayala, marqués de Lozoya, Historia de España, Barcelona, Salvat Editores, 1967; G. Bleiberg (dir.), Diccionario de Historia de España, Madrid, Ediciones de la Revista de Occidente, 1968; Á. Canellas López (dir.), Aragón en su Historia, Zaragoza, Caja de Ahorros de la Inmaculada, 1980; M. Artola Gallego (dir.), Enciclopedia de la Historia de España. Diccionario Biográfico, vol. IV, Madrid, Alianza Editorial, 1991; F. de Juan del Olmo, El Excmo. Sr. D. Martín de Garay y Perales: elogio biográfico, Zaragoza, Real y Excma. Sociedad Aragonesa de Amigos del País, 1992; F. Abbad y D. Ozanam, Les intendants españols du xviiie siècle, Madrid, Casa de Velázquez, 1992; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, El poder y sus hombres. ¿Por quiénes hemos sido gobernados los españoles? (1705-1998), Madrid, Editorial Actos, 1998; [Artículo], en Heraldo de Aragón (Zaragoza), 16 de enero de 2004.
Fernando Gómez del Val