González Álvarez, Francisco de Paula. Murias de Candamo (Asturias), 29.IX.1857 – Madrid, 12.II.1923. Empresario tabacalero y político asturiano.
Hijo de Juan González Cuervo y de María de la Concepción Álvarez Granda, Francisco nació en la parroquia de Murias, concejo de Candamo, y fue bautizado en la iglesia de Santa María de Murias al día siguiente de su nacimiento.
Llegó muy joven a Cuba, amparado por su tío materno, Julián Álvarez Granda, uno de los más acaudalados asturianos de La Habana. Fue enviado inmediatamente a Nueva York para que completara sus estudios. Dio sus primeros pasos en el mundo de la industria tabaquera en las fábricas Henry Clay y Romeo y Julieta, dos de las mejores fábricas de la época, propiedad de su tío y padre político, pues se casó con Juliana Álvarez. El matrimonio se instaló en una mansión situada en la Calzada de Luyanó.
En 1878 Francisco se colocó al frente de la marca Henry Clay e inició su carrera política. En 1880 contribuyó a la creación de la Asociación de Dependientes del Comercio de La Habana, que presidió en 1885. En 1884 se afilió a la patronal Unión de Fabricantes de Tabaco, que reunía a todos los manufactureros que elaboraban tabaco con hoja de la zona de Vuelta Abajo. Se manifestó entonces contra el proyecto de tratado de comercio con Estados Unidos, que mantenía altos aranceles para la importación del tabaco elaborado.
En 1886 figuraba en la lista de afiliados al Partido Unión Constitucional (PUC), el partido conservador de la isla que, tanto en política como en economía, se alineaba con los intereses de la metrópoli. Formó parte de la Junta Directiva y colaboró asiduamente en El Industrial, el semanario político de los tabaqueros habaneros. En 1888, tras una reñida batalla con el candidato contrario, del Partido Autonomista, fue elegido diputado provincial por el PUC, por la provincia de Pinar del Río, y fue nombrado presidente de la Unión de Fabricantes de Tabaco.
La situación decadente en la que se hallaba el mercado tabacalero en los últimos años de la década de los ochenta propició el inicio de un período de huelgas que se inauguró en 1888 en la fábrica Henry Clay. Probablemente por influencia de la situación del mercado tabacalero, la crisis se extendió al PUC. Entre 1887 y 1889 se formó el ala “izquierda”, liderada por Galarza, a la que pertenecía Francisco. A principios de los años noventa los “reformistas” se habían organizado y contaban con un programa y con un diario que los respaldaba, El Diario de la Marina.
Surgió entonces el llamado “Movimiento Económico”, provocado por la aprobación del arancel Mac Kinley y del proyecto de presupuestos proyectado para Cuba por la metrópoli. El nuevo arancel, con sus elevados derechos, amenazaba con cerrar el mercado norteamericano al tabaco cubano. La vuelta a Cuba de la comisión llamada a consulta por el Gobierno español conllevó la creación del Comité Central de Propaganda Económica, del que formaba parte Francisco representando, junto con Manuel R. Maribona, a la Liga de Comerciantes Importadores.
El Movimiento Económico provocó la definitiva separación del ala izquierda del PUC, en 1893. Se creó entonces el Partido Reformista, de cuya Junta Directiva formó parte Francisco, que fue elegido senador por la provincia de Pinar del Río en 1898.
Una vez concluida la guerra hispano-cubana-norteamericana con la firma del Tratado de París, se inició oficialmente el período de ocupación norteamericana sobre Cuba. Francisco ya había vendido la Henry Clay al trust tabacalero propiedad del alemán Gustavo Bock, que creó la Henry Clay and Bock Company Ltd. Se trasladó entonces con su familia a París, donde vivieron varios años. Después a Barcelona y, por último, a Madrid, donde se instalaron en el palacio situado en la calle de Prim, n.º 11, que Francisco compró a los marqueses de la Granja.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico del Senado, Expediente personal del senador Francisco de Paula González Álvarez, por la provincia de Pinar del Río (Cuba), sign. HIS-0198-04N.
J. A. González, “D. Julián Álvarez”, en El Carbayón, 19 de enero de 1886; “desde La Habana”, en El Carbayón, 4 de julio de 1888; N. Martín Mateos, Biografías asturianas. Primera serie, Madrid, Imprenta de Patria y Letras, 1917; D. González Fernández, “Empresarios asturianos del tabaco en Cuba. Siglo xix”, en J. Uría González et al., Asturias y Cuba en torno al 98. Sociedad, economía, política y cultura en la crisis de entresiglos, Barcelona, Labor, 1994; F. E rice, “Los asturianos en Cuba y sus vínculos con Asturias: rasgos y desarrollo de una colectividad regional en la etapa final del colonialismo español”, en P. Gómez Gómez (coord.), De Asturias a América. Cuba (1850-1930). La comunidad asturiana de Cuba, Oviedo, Principado de Asturias, Universidad de Oviedo, Ayuntamiento de Allande y Archivo de Indianos, 1996; C. Casado Díaz, “La industria tabaquera ¿cosa de hombres?”, en AVE, n.º 301 (abril-junio de 2002); J. J. Serrano del Valle, “Escudos de marcas cubanas”, en AVE, n.º 312, (enero-marzo de 2003); M. J. Portela Miguélez, Redes de poder en Cuba en torno al Partido Unión Constitucional, 1878-1898, Cádiz, Universidad, Servicio de Publicaciones, 2004.
Covadonga de Quintana Bermúdez de la Puente