Álvarez Granda, Julián. San Román de Candamo (Asturias), 28.I.1825 – La Habana (Cuba), 13.XII.1885. Tabaquero y mecenas.
Nacido en 1825, llegó a La Habana en 1840, se empleó inicialmente como tabaquero y su ascenso fue tal que se convirtió en una de las primeras fortunas cubanas al fundar dos de las marcas más conocidas de tabaco, Henry Clay y Romeo y Julieta, cuya importancia y calidad han trascendido la historia de la industria tabaquera y han llegado hasta la literatura.
Rudyard Kipling dice en su poema The Betrothal: “[...] There’s peace in a Larranaga, there’s calm, in a Henry Clay”, y Benito Pérez Galdós habla de los puros Henry Clay y de los “predilectos” de Julián Álvarez en Lo prohibido.
Tras asociarse en 1850 con Juan Antonio Bances, fundó por su cuenta una fábrica de tabaco en la calle del Consulado, 68. Solicitó del ilustre estadista y filósofo norteamericano Henry Clay (1777-1852), el Gran Pacificador, permiso para utilizar su nombre en la nueva marca de tabacos. La fábrica Henry Clay fue considerada una de las mejores de América y Europa.
Elaboraba diariamente de sesenta mil a cien mil cigarros puros, empleando exclusivamente hojas de la zona de Vuelta Abajo, y obtuvo la medalla de oro en las exposiciones universales a las que concurrieron sus productos.
Construyó a sus expensas el barrio de Luyanó, en el que erigió viviendas para las familias que trabajaban en su fábrica, que trasladó a la Calzada de Luyanó, 100. Allí levantó también varios palacetes, entre ellos el suyo, que contaba con una capilla con culto, y otros dos, muy lujosos, que regaló a sus dos hijas.
En 1877 fundó, junto con Leopoldo González Carvajal, Saturnino Martínez y José Suárez, la Sociedad Asturiana de Beneficencia de La Habana. Presidió el Centro General de la Industria, la Sociedad de Recreo de Obreros y la de Socorros Mutuos de Nuestra Señora de las Mercedes.
En 1878 fue nombrado caballero de la Legión de Honor Francesa, miembro de la Asociación Científica Europea y académico de la Academia Nacional de Agricultura, Industria y Comercio de París. Decidió entonces pasar la marca Henry Clay a manos de su sobrino Francisco González Álvarez.
Fue varias veces concejal del Ayuntamiento de La Habana y formó parte del grupo que, como consecuencia del estallido de la Guerra de los Diez Años (1868-1878), se movilizó para defender el statu quo colonial. Este grupo articuló, tanto en España como en Cuba, mecanismos de gestión y presión para evitar el triunfo de la independencia. Entre los segundos, los Casinos y el Cuerpo de Voluntarios. Julián Álvarez contribuyó a la fundación del Casino de La Habana y lo presidió entre 1878 y 1879. Fundó también el Cuerpo de Voluntarios y fue nombrado coronel del último batallón, puesto que ocupó hasta su muerte.
El fin de la guerra consolidó las posiciones de los sectores vinculados al comercio y surgieron los partidos políticos. Julián Álvarez formó parte de la Junta Directiva del Partido Unión Constitucional, el partido colonialista y conservador por excelencia. Fue nombrado caballero de la Gran Cruz de Carlos III y caballero de la Orden Americana de Isabel la Católica.
Intervino también en el ámbito financiero: fue consejero del Banco Español de Cuba y director interino del mismo. En 1885, el Gobierno lo nombró consejero de Administración.
Viajaba constantemente a Estados Unidos. La prensa recogió su regreso en 1883: fue recibido en La Habana por varios vapores, pancartas, lanzamientos de cohetes y música ejecutada por el Cuerpo de Voluntarios.
Bibl.: “NECROLOGÍA de D. Julián Álvarez”, en El Carbayón, 4 de enero de 1886; J. A. González, “D. Julián Álvarez”, en El Carbayón, 19 de enero de 1886; J. Rivero Muñiz, Tabaco. Su historia en Cuba, La Habana, Instituto de Historia-Academia de Ciencias de la República de Cuba, 1965; J. Stubbs, Tobacco on the periphery: a case study in Cuban Labour history, 1860-1958, Cambridge, Cambridge University Press, 1985; F. Erice, “Los asturianos en Cuba y sus vínculos con Asturias: rasgos y desarrollo de una colectividad regional en la etapa final del colonialismo español”, en P. Gómez Gómez (coord.), De Asturias a América. Cuba (1850-1930). La comunidad asturiana de Cuba, Oviedo, Principado de Asturias- Universidad de Oviedo-Ayuntamiento de Allande-Archivo de Indianos, 1996; C. Casado Díaz, “La industria tabaquera ¿cosa de hombres?”, en AVE n.º 301 (abril-junio de 2002); J. J. Serrano del Valle, “Escudos de marcas cubanas”, en AVE n.º 312 (enero-marzo de 2003); M. J. Portela Miguélez, Redes de poder en Cuba en torno al Partido Unión Constitucional, 1878-1898, Cádiz, Universidad de Cádiz, Servicio de Publicaciones, 2004.
Covadonga de Quintana Bermúdez de la Puente
