Olózaga Almandoz, José. Arnedo (La Rioja), 7.XI.1810 – Madrid, 6.XI.1877. Magistrado y político.
Tal vez eclipsado por la relevancia de su hermano mayor Salustiano, el arnedano José Olózaga no recibió nunca la atención que merecía por su destacada trayectoria y sus aportaciones a la política española. Nacido en el seno de una familia ilustrada, su padre Celestino ejercía en Arnedo entonces como médico.
Tuvo ocasión de seguir estudios de Leyes en Madrid, donde conoció desde muy joven las experiencias del primer liberalismo. Tras ocupar algunas oficialías de varios Ministerios (Ultramar, Gracia y Justicia), fue nombrado magistrado de la Audiencia Territorial de Madrid en agosto de 1843 con un sueldo de 40.000 reales. Paralelamente, fue adquiriendo mayor compromiso político a la sombra de su hermano, que había llegado a alcanzar la jefatura del Partido Progresista a finales de la década de 1840. Llegó a las Cortes al ser elegido diputado por la provincia de Albacete tras la Revolución de 1854. Desde ese momento, participó de la ingente actividad del progresismo, especialmente a partir del retraimiento acordado en septiembre de 1863 a través del Manifiesto A la Nación, que llevaba su firma junto a la de los principales representantes del Partido.
Su mayor protagonismo se produjo con motivo del triunfo de la Revolución de 1868, en la que colaboró activamente al formar parte de la Junta Superior Revolucionaria que precedió a la formación del Gobierno Provisional. Fue elegido nuevamente diputado, esta vez por Logroño, para integrar las Cortes Constituyentes de 1869, aunque renunció a su escaño al ser nombrado presidente del Consejo de Estado. Incondicional servidor de Amadeo de Saboya, fue quien redactó el texto que el Rey leyó a las Cortes con motivo de su renuncia a la Corona de España. A partir de ese momento, José Olózaga optó por retirarse de la vida pública, concentrando sus esfuerzos en otras actividades de carácter benéfico, como la fundación en 1875 de La Constructora Benéfica, que se proponía facilitar el acceso a la vivienda de las clases trabajadoras. Benito Pérez Galdós trató de reparar el relativo olvido en el que quedó postrado tras su fallecimiento en Madrid al reconocer que, en relación con su hermano, era menos orador “pero mejor escritor y más ecuánime y discreto que él”.
Obras de ~: Biografía del excelentísimo señor don José María de Calatrava, Madrid, Imprenta de José Rojas, 1863; De 1820 a 1824: reseña histórica (noticia biográfica del autor, Agustín Argüelles, a cargo de J. Olózaga), Madrid, Imprenta de T. Fortanet, 1864.
Fuentes y bibl.: Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 61 n.º 8; Archivo General de la Administración, Clases Pasivas, Exp. personal; Archivo Histórico Nacional, Justicia, Jueces y Magistrados, leg. 4701/3, exp. 6560.
F. J. Gómez Planzón, Memoria biográfica de los varones ilustres de La Rioja que más se han distinguido en ciencias, artes, bellas letras, política y milicia, Logroño, 1884, págs. 323-331; P. Sáez Miguel, El Sexenio Democrático en Logroño. Comportamientos colectivos y protagonismos políticos, 1868-1874, tesina de licenciatura, Logroño, Universidad de La Rioja, 2001 (inéd.); E. Mazón Verdejo (coord.), Riojanos en Madrid. 601 biografías, Madrid, Centro Riojano de Madrid, 2001, págs. 382-383.
José Luis Ollero Vallés
