Dalmau, Rosendo. Barcelona, 1839 – Madrid, 17.IV.1902. Cantante lírico.
Inició sus estudios en Barcelona como actor de declamación en la compañía de Manuel Catalina, prestigioso intérprete teatral. Fue contratado por la compañía de otro primer actor y empresario, Valero, para el estreno la obra ¡A Africa, miñons! (1859), especialmente escrita para dicha formación teatral. A la temporada siguiente, otro conocido empresario y autor, Olona, lo llevó al Teatro Principal de Barcelona para representar una serie de zarzuelas, en calidad de primer tenor.
El 5 de abril de 1862 estrenó en Barcelona la zarzuela musicada por Balart y con argumento de José Zorrilla Amor y arte, que un mes más tarde se representó en el madrileño Teatro de la Zarzuela.
Se instaló en Madrid, donde desarrolló una intensa campaña en el género de la zarzuela. Oudrid le compuso especialmente Yo soy mi tía, estrenada en el Teatro de la Zarzuela en 1869. En ese mismo año representó Beltrán y la Pompadour, de José Casares.
Continuó en dicho teatro en las siguientes temporadas.
Otros estrenos suyos en Madrid fueron Los comediantes de antaño y El barberillo de Lavapiés, ambas originales de Barbieri. En la segunda de las citadas, pieza ya clásica del género, incorporó en 1874 el personaje de don Luis.
Regresó a Barcelona en el último año citado y actuó en el Teatro Novedades. En la temporada 1876-1877 daba funciones en el Apolo madrileño. Lo nombraron director del Liceo de Barcelona, donde lo homenajearon con una función de beneficio en la que se representó El relámpago, de Gaztambide.
Nuevamente en el madrileño Teatro de la Zarzuela, en 1877, donde junto a la soprano Dolores Cortés de Pedrol estrenó la zarzuela Don Juan Tenorio, con música de Nicolás Manent. Dos años después, en el mismo escenario, Amor que empieza y amor que acaba, música de Caballero.
Empresario del Teatro de la Zarzuela en 1891 y asimismo cantante, estrenó Gerona, de Teodoro San José. Hasta entonces, la carrera de Rosendo Dalmau había sido triunfal. Fue un gran tenor y estrenó cuarenta y cinco zarzuelas, siempre con papeles protagonistas.
Otras funciones en las que tomó parte: Las hijas de Eva y La conquista de Madrid, de Gaztambide; La tertulia de Mateo, de Nieto; Camöens y El anillo de hierro, de Marqués; Flor de los cielos, de Bengoechea; El sargento Bailén y El salto del pasiego, de Fernández Caballero; El capitán negrero, de Arrieta, y Gibraltar, de Barbieri, en 1890.
A principios de esa última década del siglo xix, el público prefería el género chico dentro de la zarzuela, lo que determinó que Rosendo Dalmau dejara de trabajar.
Sufrió una crisis económica y quedó al borde de la ruina. Le dieron una función de beneficio en 1896 en la que se representó El loco de la guardilla.
Entonces acudió en su ayuda el maestro Fernández Caballero, que lo nombró representante de la compañía del Teatro de la Zarzuela, donde acabó su vida profesional.
Bibl.: J. Martín de Sagarminaga, Diccionario de cantantes líricos españoles, Madrid, Acento Editorial, Fundación Caja Madrid, 1997, págs. 122-123; E. Casares Rodicio, Diccionario de la zarzuela, t. I, Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 2002, pág. 611.
Manuel Román Fernández
