Sanz de Terroba, Manuel María. Entrena (Logroño), 4.IV.1829 – Madrid, 10.III.1888. Tenor y compositor.
Se quedó huérfano a los doce años y un cirujano, Rosendo Moreno, lo acogió en su hogar. Aprendió a tocar la guitarra, la bandurria, el violín y la flauta.
Viajó a Bayona (Francia) y a Lisboa (Portugal) como miembro de una estudiantina. Conoció al tenor italiano Milesi quien lo animó a que se dedicara al teatro.
En 1844 acudió a Madrid, donde recibió lecciones de canto a cargo de dos músicos, Basilio Bassili e Iradier.
En Barcelona siguió enseñanzas de bandurria y guitarra.
Contratado en un café-cantante se especializó en interpretar canciones andaluzas. Cobraba 125 pesetas al mes. Pasó después al teatro Principal de la Ciudad Condal en calidad de partiquino.
Viajó a Florencia y Carlo Romani le impartió lecciones de canto. Actuó como guitarrista en algunos elegantes salones florentinos.
En 1851 debutó en el teatro de La Pérgola, en Florencia, cantando en “Il conte di Leicester”. Y como consecuencia de un ataque de ictericia que sufrió se vio obligado a regresar a Barcelona.
Actuó como tenor en Valencia, debutando con la ópera Atila. Estrenó la zarzuela de Barbieri Jugar con fuego. En adelante se negó a seguir interpretando más obras de este autor.
De nuevo en Barcelona, en la temporada 1853- 1854 cantó óperas y alguna zarzuela, como El dominó azul. En la temporada siguiente hizo las paces con Barbieri, aceptando estrenarle su zarzuela Los diamantes de la corona.
En 1855 le estrenó a Barbieri otras obras: Mis dos mujeres y El sargento Federico. También en esa misma temporada estrenó La dama del rey, zarzuela de Emilio Arrieta y El postillón de la Rioja, de Oudrid, donde se lució especialmente cantando una jota.
Otras zarzuelas en las que intervino después en papeles protagonistas, formando en algunas de ellas pareja con Vicente Caltañazor, uno de los primeros actores más celebrados entonces, fueron: Cuando ahorcaron a Quevedo, de Manuel Fernández Caballero (1856); La corte de Mónaco, de Saldoni, y Los magyares, de Gaztambide (ambas de 1857); El planeta Venus, de Arrieta; Amar sin conocer, de Gaztambide y Barbieri (1858), todas las mencionadas en funciones del madrileño teatro de la Zarzuela.
Y en el teatro del Circo, en Madrid, Un pleito, de Gaztambide y La sirena, de Antonio Rovira (las dos, en 1858).
Otra vez en el teatro de la Zarzuela, en las temporadas de 1860 a 1862: El diablo las carga; Gil Blas; Anarquía conyugal; Un tesoro escondido, y El agente de matrimonio, que estaban firmadas por Gaztambide, Barbieri y Arrieta, prolíficos autores de zarzuela.
Percibía 2.000 pesetas al mes cuando en la temporada 1862-1863 retornó al escenario del madrileño teatro del Circo para representar: Galán de noche; La tabernera de Londres; Si yo fuera rey y Un trono y un desengaño.
Tenía una voz dulce, expresiva, extensa, de gran calidad, con un sonido aterciopelado. Con esos adjetivos fue calificado por Barbieri, que lo admiraba.
Bibl.: C. Alonso, “Sanz de Terroba, Manuel”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), vol. IX, Madrid, SGAE, 2002, págs. 817-818; E. Casares Rodicio, Diccionario de la zarzuela, t. II, Madrid, ICCM, 2002, págs. 733-734.
Manuel Román Fernández
