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Juan Pascual Antonio Arrieta y Corera

Biografía

Arrieta y Corera, Juan Pascual Antonio. Emilio. Puente la Reina (Navarra), 20.X.1821– Madrid, 11.II.1894. Compositor, profesor de Composición, director del Conservatorio de Madrid y gestor musical.

Su verdadero nombre era Juan Pascual Antonio, pero el compositor adoptó el de Emilio, denominación por la que le conocieron sus coetáneos. Su año de nacimiento es 1821, no 1823 tal y como figura en la mayoría de las fuentes bibliográficas, según atestigua el Libro de Bautismos de la parroquia de San Pedro de Puente la Reina. Arrieta vive en su pueblo natal hasta que, debido al fallecimiento de sus padres, viaja a Madrid para estudiar bajo la protección de su hermana Antonia. En 1839 se traslada a Milán, donde, tras unos brillantes exámenes para los que estudia piano con Perelli y armonía con Mandanici, es admitido en el conservatorio como alumno de Composición de Nicola Vaccaj, discípulo de Paisiello con el que también estudiaban Cagnoni y Ponchielli, compositores que se convertirán en compañeros y amigos del joven español.

Arrieta concluye brillantemente sus estudios en septiembre de 1845, consiguiendo el Primer Premio de Composición gracias a Ildegonda, ópera compuesta sobre un libreto de Temistocle Solera, estrenada con éxito en dicho centro el 5 de febrero de 1845, interpretada por alumnos del centro, según informa la Gazzeta Musicale di Milano (Madrid, 1845: 23).

De esta etapa de formación se conservan también un Gloria a quattro voci, estrenado en 1845, y un importante corpus liederístico.

En 1846 regresa a Madrid y, aunque participa en diversas iniciativas promovidas en favor del desarrollo del arte nacional —como la sociedad La España Musical, organizada a finales de 1847—, sólo consigue los encargos de dirigir en el teatro del Circo el Himno al Pontífice Pío IX de Rossini (1847) y de componer una cantata sobre un texto de José Zorrilla para la reapertura del Liceo Artístico y Literario (1849).

Dispuesto ya a regresar a Italia para desarrollar su carrera lírica, la reina Isabel II le nombra su maestro de canto en abril de 1848; y el 10 de octubre de 1849 el compositor estrena Ildegonda, en el teatro de Palacio, ópera que le procura el nombramiento de “Maestro Compositor de la Real Cámara y Teatro, con la prerrogativa de poder dirigir sus composiciones” (12 de diciembre de 1849). Un año más tarde, Arrieta y Solera consiguen un nuevo éxito en Palacio gracias a la ópera La conquista di Granata; pero la clausura de aquel teatro al comenzar el verano de 1851 y algunos hechos que hacen caer en desgracia a Arrieta ante la Reina le obligan a abandonar un nuevo proyecto operístico titulado Pergolese.

Tras un año en Italia, Arrieta regresa a Madrid en marzo de 1852, donde, además de incorporarse al diario La Nación como crítico musical, escribe la zarzuela El dominó azul, que se estrenó el 19 de febrero de 1853 en el teatro del Circo a beneficio de Francisco Salas, obteniendo un rotundo éxito. En esta obra se definen ya sus cualidades como compositor lírico: belleza melódica, claridad en la caracterización musical de personajes y situaciones dramáticas, y excelente uso de la orquesta, escribiendo siempre una música elegante, ajena al populismo fácil y con un sello de universalidad del que carecía hasta entonces el género. Tras este éxito, Arrieta entrega su arte a la composición de zarzuelas, y estrena algunos de los mejores ejemplos del siglo, como El grumete, La estrella de Madrid, Marina, El planeta Venus, Azón Visconti o Los circasianos en el primer período compositivo (1852-1867). Es en esta época cuando, tras abandonar Barbieri la empresa del teatro de la Zarzuela, Arrieta se compromete con el teatro del Circo, convirtiéndose incluso en empresario de dicho coliseo en la temporada 1862-1863.

Y data también de entonces el inicio de la relación del compositor con el escritor Adelardo López de Ayala (1828-1879), figura destacada del panorama artístico y político de la España decimonónica, con el que convive el músico hasta la muerte de Ayala.

Asimismo, aprovechando la libertad de prensa imperante durante el bienio progresista (1854-1856), Arrieta participa, junto a sus amigos moderados, en la tertulia del Café Suizo —Adelardo López de Ayala, Francisco Navarro Villoslada, Antonio García Gutiérrez, José Selgas, José M.ª Goizueta, José M.ª de Albuerne, Ceferino Suárez Bravo, Esteban Garrido y Eduardo González Pedroso—, en el periódico satírico El Padre Cobos que ironiza sobre el nuevo orden político y declara la guerra al teatro del Circo por la gestión teatral monopolizadora de Francisco Salas y Joaquín Gaztambide. También es entonces cuando consigue que sus dos óperas iniciales, Ildegonda y La conquista de Granada, sean estrenadas, aunque sin demasiado éxito, en el Teatro Real en 1854 y 1855, respectivamente, convirtiéndose así en el primer compositor español que estrena una ópera en dicho coliseo.

Arrieta, que ya había revelado la versatilidad de su lenguaje teatral en anteriores zarzuelas grandes como El planeta Venus o El capitán negrero, y en revistas como 1864 y 1865, colabora con los bufos de Arderius desde la primera temporada que trabajan en Madrid (1866-1867), ayudando a establecer el género bufo con un número importante de obras.

Títulos como El conjuro —arreglo de un entremés de Calderón hecho por Ayala—, Un sarao y una soirée —una de sus obras más celebradas, donde parodia en clave de humor la “música del porvenir” de Wagner—, La suegra del diablo, El figle enamorado —acerada crítica a los “murguistas” callejeros—, Los enemigos domésticos, Los novios de Teruel —parodia del drama de Hartzenbusch—, Los misterios del amor o El potosí submarino —zarzuela cómicofantástica en tres actos de Rafael García Santisteban que consigue un inmenso éxito y preludia títulos posteriores como Los sobrinos del Capitán Grant (1877)— configuran un conjunto destacado dentro de la producción de Arrieta por su frescura y comicidad, y aportan elementos clave al futuro género chico —como la cita del folclore urbano, tan significativa después en la pluma de Federico Chueca (1846-1908)—.

Arrieta, que desde 1857 enseñaba Composición en el conservatorio, asume el cargo de director de la Escuela de Música y Declamación en 1868, tras la Revolución Liberal, poniendo también entonces en música el himno de García Gutiérrez ¡Abajo los Borbones! Arrieta desempeña este cargo hasta su muerte en 1894, imponiendo nuevas reglamentaciones —adopción del diapasón normal, creación de una clase de conjunto instrumental, mejora del sueldo de los profesores, creación de nuevas pensiones de alumnos, reconstrucción del salón-teatro y creación de una biblioteca musical— para situar el centro a nivel europeo.

En marzo de 1871, el compositor consigue el mayor éxito de su carrera, gracias al estreno de Marina en su nueva versión operística; la zarzuela en dos actos se convierte en ópera en tres, gracias a los recitados y nuevas escenas escritos por Miguel Ramos Carrión, y el compositor, además de añadir algunos números musicales, amplía la plantilla orquestal, otorgando a la obra nueva riqueza tímbrica. Tras una nueva etapa de incursión en la zarzuela grande, con títulos que no obtienen demasiado éxito, como La sota de espadas (1871), El motín contra Esquilache (1872) o Un viaje a Cochinchina (1875), el compositor inicia ya en la Restauración su última etapa compositiva, a la que pertenecen sus tres últimas zarzuelas grandes: La guerra santa (1879) —obra basada en la novela de Julio Verne (1828-1905), Miguel Strogoff (1876)—, Heliodora o El amor enamorado (1880) —zarzuela fantástica escrita sobre un texto del entonces ya desaparecido Juan Eugenio Hartzenbusch—, y su última producción, San Franco de Sena (1883), cuyo estreno en el teatro Apolo supuso una verdadera apoteosis. En febrero de 1892, Arrieta sufre un grave ataque cardiovascular que hace temer por su vida y que sólo supera gracias a su portentosa naturaleza; tras esta crisis, el compositor continúa con su actividad habitual, asistiendo a las juntas de la Asociación de Escritores y Artistas y cumpliendo las obligaciones que el cargo de director del Conservatorio le imponía; a pesar de ello, desde las páginas del Boletín Musical, Varela Silvari (1848-1926) lanzará durísimas críticas a su labor al frente del primer centro de enseñanza musical del país, exigiendo, incluso, su dimisión. Arrieta falleció en su casa de la calle de San Quintín en febrero de 1894, y fue enterrado en el cementerio madrileño de la Sacramental de San Justo tras una multitudinaria despedida.

Arrieta fue, con Barbieri y Gaztambide, la figura central del teatro lírico español de la segunda mitad del siglo XIX. Su obra consolida el modelo de zarzuela grande que triunfa en los coliseos españoles desde el estreno en 1851 de Jugar con fuego, consiguiendo ya con El dominó azul una fórmula dramática de éxito. Su estilo musical es internacional, escribiendo una música de clara influencia italiana, que huye de las seguidillas, polos o fandangos, formas nacionales que pueblan las partituras de Barbieri, Gaztambide u Oudrid. Asimismo, su sólida formación otorga a su música una interesante riqueza tímbrica, pues presenta temas melódicos no sólo en los instrumentos de viento madera, sino a veces —como es el caso de Marina— en instrumentos de viento metal, recurso no utilizado hasta entonces por los músicos de su generación, y consiguiendo efectos descriptivos que enriquecen la trama dramática. La vis cómica de su estilo dramático adquiere mayor desarrollo en su producción bufa (1867-1875), donde gracias a nuevos efectos orquestales, a la utilización de melodías preexistentes y a la nueva fórmula de escenas abiertas —entre otros recursos— contribuye a crear un nuevo estilo lírico que pronto dará sus mejores frutos en los sainetes de Chueca.

La obra de Arrieta alcanzó una difusión inusitada, a pesar de que lamentablemente sólo Marina permanece en el repertorio actual. Su proyección social, que parte de su posición de privilegio como maestro de la Reina, catedrático de Composición y director del Conservatorio de Madrid o académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, entre otros honores, le convierten en protagonista indiscutible de la historia musical española en la segunda mitad del siglo XIX. Como pedagogo formó a la generación de compositores a la que pertenecen entre otras figuras, Ruperto Chapí, Tomás Bretón o Emilio Serrano, erigiéndose así en el maestro de la siguiente generación de zarzuelistas de la historia lírica española.

 

Obras de ~: Ildegonda, libreto de T. Solera, Milán, 1845 (estreno) [ed. en Madrid, Imprenta Real, 1850; Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), 2007]; La conquista de Granada, libreto de T. Solera, Madrid, 1850 (estreno) (ed. en Madrid, ICCMU, 2007); El dominó azul, F. Camprodon, Madrid, 1853 (estreno) (ed. en Madrid, ICCMU, 1994); El grumete, libreto de A. García Gutiérrez, Madrid, 1853 (estreno) (ed. en Madrid, ICCMU, 1994); La estrella de Madrid, libreto de A. López de Ayala, Madrid, 1853 (estreno); con F. A. Barbieri y J. Gaztambide, El sonámbulo, libreto de A. Hurtado y L. Olona, Madrid, 1856 (estreno); El planeta Venus, libreto de V. de la Vega, Madrid, 1858 (estreno); Azón Visconti, libreto de A. García Gutiérrez, Madrid, 1858 (estreno); Los circasianos, libreto de L. Olona, Madrid, 1860 ( estreno); Llamada y tropa, libreto de A. García Gutiérrez, Madrid, 1861 (estreno); Cadenas de oro, libreto de R. Navarrete y L. de Larra, Madrid, 1864 (estreno); El toque de ánimas, libreto de F. Céspedes, Madrid, 1864 (estreno); La ínsula Barataria, libreto de L. M. de Larra, Madrid, 1864 (estreno); 1864 y 1865, libreto de J. M. Gutiérrez de Alba, Madrid, 1865 (estreno); El capitán negrero, libreto de A. García Gutiérrez, Madrid, 1865 (estreno); El conjuro, libreto de A. López de Ayala, Madrid, 1866 (estreno); Un sarao y una soirée, libreto de R. Carrión y Lustonó, Madrid, 1866 (estreno); La suegra del diablo, libreto de E. Blasco, Madrid, 1867 (estreno); Los enemigos domésticos, libreto de J. Picón, Madrid, 1867 (estreno); El figle enamorado, libreto de R. Carrión, Madrid, 1867 (estreno); Los novios de Teruel, libreto de E. Blasco, Madrid, 1867 (estreno); ¡A la humanidad doliente!, libreto de E. Blasco, Madrid, 1868 (estreno); Los misterios del Parnaso, libreto de L. M. de Larra, Madrid, 1868 (estreno); Los progresos del amor, libreto de E. Blasco, Madrid, 1868 (estreno); De Madrid a Biarritz, libreto de R. Carrión y C. Coello, Madrid, 1869 (estreno); Las fuentes del Prado, libreto de F. Moreno Godino, Madrid, 1870 (estreno); El potosí submarino, libreto de R. García Santisteban, Madrid, 1870 (estreno); Marina, libreto de F. Camprodón y M. Ramos Carrión, Madrid, 1871 (ed. Madrid, ICCMU, 1994). El motín contra Esquilache, libreto de L. de Retes y F. Pérez Echevarría, Madrid, 1871 (estreno); La guerra santa, libreto de L. de Larra, Madrid, 1879 (estreno); Heliodora o el amor enamorado, E. Hartzenzbusch, Madrid, 1880 (estreno); San Franco de Sena, libreto de J. de Estremera, Madrid, 1883 (estreno).

 

Bibl.: VV. AA., Gazzeta Musicale di Milano, año IV, n.º 6, 6 de febrero de 1845, pág. 23; M.ª E. Cortizo, Marina, ópera en tres actos y zarzuela en dos de Emilio Arrieta, ed. crít., Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), 1994 (Colección Música Hispana, vol. VI); F. Cabañas Alamán, El grumete, zarzuela en 1 acto de Emilio Arrieta, ed. crít., Madrid, ICCMU, 1994 (Colección Música Hispana, vol. VIII); M.ª E. Cortizo y R. Sobrino, El dominó azul, zarzuela en tres actos de Emilio Arrieta, ed. crít., Madrid, ICCMU, 1995 (Colección Música Hispana, vol. XI); M.ª E. Cortizo, Emilio Arrieta. De la ópera a la zarzuela, Madrid, ICCMU, 1998; M.ª E. Cortizo, “Arrieta y Corera, Emilio”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, vol. I, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2002, págs. 744-757; M.ª E. Cortizo, “Arrieta y Corera, Juan Pascual Antonio”, “Azón Visconti”, “Cadenas de oro”, “El capitán negrero”, “Los circasianos”, “El conjuro”, “El dominó azul”, “El figle enamorado”, “El grumete”, “La Guerra Santa”, “El planeta Venus”, “El potosí submarino”, “San Franco de Sena” y “Un sarao y una soirée”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la zarzuela. España e Hispanoamérica, Madrid, ICCMU, 2003; M.ª E. Cortizo, “Alhambrismo operístico en La conquista di Granata (1850) de Emilio Arrieta. Mito oriental e histórico en la España romántica”, en Príncipe de Viana, 67, 238 (ejemplar dedicado a la Conmemoración del VIII Centenario de la Chantría de la Catedral de Pamplona como dignidad eclesiástica [1206-2006]) (mayo-agosto de 2006), págs. 609-631; M.ª E. Cortizo y R. Sobrino, Ildegonda, ópera en tres actos, ed. crít., Madrid, ICCMU, 2007 (Colección Música Hispana, vol. LXII); La conquista di Granata, ópera en tres actos, ed. crít., Madrid, ICCMU, 2007 (Colección Música Hispana, vol. LXIII); M.ª E. Cortizo, “La comedia barroca en el origen del drama lírico: de El lego del Carmen (1652) de Moreto a San Franco de Sena (1883) de Estremera y Arrieta”, en M.ª P. Espín, P. de Vega y M. Lago (eds.), Teatro lírico español: ópera, drama lírico y zarzuela grande entre 1868 y 1925, Madrid, UNED, 2017, págs. 215-244; M.ª E. Cortizo y R. Sobrino Sánchez, “Ildegonda (1845) y La conquista di Granata (1850) de Arrieta y Solera: evolución del melodrama italiano del Primo Ottocento en la España de Isabel II”, en V. Sánchez (ed.), Intercambios musicales entre España e Italia en los siglos XVIII y XIX / Gli scambi musicali fra Spagna e Itali nei secoli XVIIIe XIX, Bolonia, Ut Orpheus, 2019, págs. 405-438.

 

María Encina Cortizo Rodríguez

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