Nadal y Guarda, Jaime. Calaf (Barcelona), 12.I.1750 – Buenos Aires (Argentina), 4.XI.1814. Militar, comerciante.
Era hijo de Ramón Nadal y Guarda y de María Gisande y Montt. Desde muy joven se dedicó a los negocios mercantiles de su familia, y en 1777 obtuvo en Cádiz licencia para pasar al Río de la Plata. Cruzó el Atlántico en compañía de su hermano Juan. Se trasladó a Salta y estableció allí su casa de negocio. Simultáneamente ingresó en calidad de alférez de la compañía local de milicianos forasteros, donde alcanzó el grado de capitán. A las órdenes del coronel Francisco Gabino Arias, incursionó en el Gran Chaco y, como consecuencia de esa campaña al noroeste del territorio virreinal, dejó escrito un diario con el relato de las peripecias ocurridas durante su transcurso. A raíz de la tragedia sufrida por la familia de Pedro Castillo, que murió a causa de una tormenta de truenos y lluvia de granizo, Jaime, movido por la piedad, encargó a su hermano Ramón, residente en Madrid, una réplica de la imagen de la Virgen de Soterrania, que se veneraba en el convento dominico de la villa de Nieva. Su advocación consistía en neutralizar rayos y calmar las tormentas. A mediados de 1790 Jaime pasó a residir en Buenos Aires. Abrió su tienda en la calle del Temor —hoy Maipú—, siendo nombrado en 1797 consejero suplente del Tribunal del Consulado. En 1793, 1794 y 1799 efectuó sendos donativos a Su Majestad con motivo de la guerra entre España e Inglaterra. Después de expulsados los ingleses, tras la Primera Invasión, en 1806, participó de la Junta y Cabildo que nombraron a Liniers gobernador de Buenos Aires. Fue Nadal quien organizó las fuerzas voluntarias del Tercio de Catalanes o Miñones, en la defensa de Buenos Aires durante la Segunda Invasión inglesa de 1807.
La caída de Montevideo en manos de los ingleses selló definitivamente la suerte de Sobremonte como virrey del Río de la Plata, que ya en 1806 —durante la Primera Invasión inglesa— el general Liniers había sido designado comandante general de armas de la plaza, mientras el control político quedó a cargo de la Audiencia. Tras la capitulación de las fuerzas británicas en 1807, la Audiencia convocó a reunión extraordinaria, en la que participaron las principales autoridades, figurando entre ellas Jaime Nadal. Allí se resolvió el cese del virrey en todos sus cargos, ordenando de inmediato su arresto. En enero de 1810 Nadal resultó electo regidor del Cabildo porteño. Fue invitado al Cabildo Abierto del 22 de mayo y asistió pero no emitió voto ni opinión alguna. En secreto, junto a otros colegas, reconoció la autoridad de la Regencia de Cádiz, por lo que fue confinado en 1811 en el fortín de Ranchos, en la frontera sur del Río de la Plata. Meses más tarde, a petición suya, fue trasladado a Salta y desde allí pasó a Buenos Aires, donde falleció.
Obras de ~: Diario de la expedición al Chaco y del camino de Corrientes (ms. en Museo Colonial e Histórico de Luján, Argentina, inéd.).
Bibl.: R. Monner Sans, Los catalanes en la Argentina, t. I, Buenos Aires, Coni, 1927, pág. 31; C. Ibarguren, “Jaime Nadal y Guarda”, en Genealogía. Hombres de Mayo, Buenos Aires, 1961, págs. 253-254; V. O. Cutolo, Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, t. V, Buenos Aires, Elche, 1975, págs. 10-11.
Sandra Fabiana Olivero