Aguirre, Cristóbal de. Caldecaño (Vizcaya), 10.VII.1736 – Buenos Aires (Argentina), 11.VI.1831. Comerciante.
Fueron sus padres Domingo Aguirre Gastelú y Ana María de Hordeñana. Llegó a Buenos Aires en 1765, para dedicarse al comercio. Durante su larga vida ocupó diversos cargos en la Administración: fue juez, oficial real, regidor perpetuo, alcalde de primer voto, vocal y síndico del Real Consulado de Buenos Aires.
Durante las invasiones inglesas combatió como coronel del Tercio de vizcaínos. Invitado a concurrir al cabildo abierto del 22 de mayo de 1810, donde figuró como uno de los vecinos notables de la ciudad, asistió con su hijo Juan Pedro y su yerno Gerardo Bosch y Alvareda, pero se retiró sin emitir voto, aunque se presume que hubiese sido favorable a la continuación del virrey.
Falleció a los noventa y cinco años de edad. Estaba casado con María Manuela López de Anaya, de los que descienden numerosas familias porteñas. Su actuación fue lúcida y mereció vincular su nombre a varias obras de progreso, como la del alumbrado, de la pavimentación y de la construcción de la Recova.
Intervino también en el litigio sobre límites de jurisdicción con la villa de Luján, por lo que mereció ser honrado con el cargo de regidor perpetuo. En el Archivo General de la Nación Argentina hay una constancia de que el 15 de septiembre de 1795 se le concedió el retiro como capitán de infantería de las milicias de Buenos Aires.
Su hijo, Juan Pedro de Aguirre, fue quien armó los corsarios durante la Guerra de la Independencia y del Brasil, además de desempeñar el cargo de director sustituto por ausencia del general José Rondeau, y el de gobernador intendente.
Bibl.: E. Udaondo, Diccionario biográfico colonial argentino, Buenos Aires, Huarpes, 1945, pág. 35; V. O. Cutolo, Nuevo diccionario biográfico argentino (1750-1930), t. I, Buenos Aires, Elche, 1968, pág. 45.
Sandra Fabiana Olivero