Albarellos, Ruperto. Viguera (La Rioja), 1779 – Buenos Aires (Argentina), 27.VII.1853. Comerciante.
Se radicó en Buenos Aires hacia el año 1800. Contrajo matrimonio cuatro años después con Isabel de Pueyrredón, hermana de Juan Martín de Pueyrredón, con la que tuvo numerosa descendencia. Se distinguió por su valentía durante los enfrentamientos producidos a raíz de las invasiones inglesas al Río de la Plata en 1806, combatiendo en las fuerzas organizadas por su cuñado. También formó parte de la defensa de Buenos Aires en 1807, durante la segunda invasión. Fue regidor del cabildo, y asistió como vecino honorable y de comercio al Cabildo Abierto convocado el 22 de mayo de 1810, pero no consta su voto, pues se retiró antes de pronunciarlo. Durante las primeras décadas de los nuevos gobiernos patrios, la fortuna de Albarellos creció al amparo de las autoridades. Tras los primeros intentos de organización territorial y gubernamental, Bernardino Rivadavia ocupó la gobernación de Buenos Aires hacia 1821, y llevó a cabo una serie de reformas en materias económica, comercial, administrativa y religiosa.
El 22 de agosto de 1822 fue aprobado el proyecto que autorizaba la creación del Banco de Buenos Aires, más conocido como Banco de Descuentos. Este nuevo establecimiento bancario intentaba negociar un primer empréstito con Inglaterra, que finalmente se concretó en 1824. Los más beneficiados con este negocio fueron los mercaderes británicos, entre ellos su principal accionista, Williams Parish Robertson.
Pero no sería justo considerar que sólo se enriquecieron los capitalistas ingleses, prominentes figuras del panorama mercantil porteño obtuvieron grandes beneficios de esta situación, como Julián Segundo de Agüero, Félix Castro, Braulio Costa, el propio ministro de Hacienda, Manuel José García y Ruperto Albarellos. Unos meses más tarde, un grupo de políticos y propietarios bonaerenses, movidos por Braulio Costa, Ventura Vázquez y el británico Robertson, formaron una sociedad minera cuyo propósito era legalizar la explotación de las tierras de La Rioja con capital británico. Participaba de la gestión un grupo de accionistas entre los que destacaban: Juan José y Nicolás Anchorena, Ruperto Albarellos, Juan Pedro Aguirre, Marcelino Carranza, Parish Robertson y Cía., Juan Sáenz Valiente, Sebastián Larrea y Hnos., Mariano de Sarratea, Félix de Álzaga, Miguel de Riglos, Pedro Capdevila y Juan Martín de Pueyrredon.
Es evidente que Albarellos acrecentó sus intereses durante los gobiernos unitarios en la provincia de Buenos Aires, sin embargo, con el advenimiento de Juan Manuel de Rosas al poder, Ruperto supo mantenerse al margen de las disputas políticas entre federales y unitarios. Su nombre ya no integró los grupos de accionistas más aventajados de otros años, pero su fortuna continuó creciendo al amparo de sus transacciones mercantiles relacionadas con el comercio británico.
Su fallecimiento se produjo en un momento de grandes cambios políticos en el país. La derrota del caudillo Rosas y el triunfo del federalismo del litoral liderado por Justo José de Urquiza, y con él el inicio de un proceso de organización nacional que culminaría varias décadas después. La familia Albarellos desapareció de la escena política, pero sus bienes y negocios permanecieron y constituyeron el sustento económico de varias generaciones.
Bibl.: V. Sierra, Historia de la Argentina. De la anarquía y la época de Rivadavia a la revolución de 1828 (1819-1829), Buenos Aires, Editorial Científica Argentina, 1967, págs. 394-395, 507-508; V. O. Cutolo, Nuevo diccionario biográfico argentino (1750-1930), vol. I, Buenos Aires, Elche, 1968, pág. 59.
Sandra Fabiana Olivero
