Arrastrado muy joven por la corriente emigratoria de la época en la Sierra de Cameros, llegó a Cádiz como dependiente de José Romero Rodríguez, comerciante nacido en su mismo pueblo. Por el atajo de su boda con Teresa, la hija del patrón, entró en el gremio de mayoristas en 1795 asociado con su cuñado José Antonio Romero, con quien fundó la razón social Elías y Romero.

A partir de 1808 contribuyó generosamente a las necesidades de la guerra. Perteneció al grupo de prestigiosos comerciantes que manejaron el erario público desde la Junta Superior gaditana; no hay constancia de que llegara a ser miembro efectivo de ella, pero actuó como su agente comisionado en cuanto al vestuario de los ejércitos. Según el escrupuloso Memorial de cuentas presentado, las prendas de uniforme construidas en sólo siete meses bajo su dirección importaron 6.512.063 reales, sin que por ello aceptara comisión alguna. El donaire del pueblo gaditano lo conoció desde entonces como El Sastre. [...]