Chavarría, José Antonio de. Vizcaya, 1776 – Salta (Argentina), 10.IV.1836. Comerciante y funcionario.
Hijo de Manuel de Chavarría y Ana María de Galíndez.
Poco tiempo después de la fundación del virreinato del Río de La Plata se trasladó a la capital del mismo y se vinculó comercialmente con Martín de Alzaga. Figura entre los nuevos apellidos que se incorporan desde el siglo xviii a la sociedad salteña, junto con Domingo de Isasmendi, Cayetano Viniegra, José Antonio de la Bárcena, Mateo Zorrilla, tenidos como de menor importancia que los Gurruchaga, Gorriti, Moldes y otros de renombre.
Salta fue en la segunda mitad del siglo xviii capital de Intendencia, consagrándose como centro político relevante que conjugaba ese rol con el de la plaza mercantil más significativa en la vinculación del Atlántico con el Alto Perú y el Perú.
Los negocios manejados sobre las bases de la economía liberal proporcionaron importantes ganancias a sus protagonistas, que invirtieron en nuevos emprendimientos para mejorar las vías de comunicación y los transportes. La instalación del primer ingenio azucarero, llamado de San Isidro, y el intento de su propietario, Juan Adrián Fernández Cornejo, de comprobar la navegabilidad del río Bermejo hasta su desembocadura en el Paraná, con el fin de utilizar una vía fluvial rápida y de bajo costo para captar el mercado porteño, fueron ejemplos de esas inversiones. Igual objetivo fue el de Francisco Gabino Arias al dedicarse a la plantación de añil con miras a una industria sedera. Estas actividades revelan la existencia de una verdadera burguesía en Salta en el período de las intendencias.
Un rubro importante en el que estaban involucrados muchos comerciantes salteños era el de mulas, manteniendo el monopolio sin competencia. Según datos que proporciona Concolorcorvo en El Lazarillo de ciegos caminantes (1773) la venta anual de equinos en Salta era de sesenta mil mulas y cuatro mil caballos, con destino a los centros mineros de Perú; y dice: “En la gran feria de Salta hay muchos interesados.
La mayor parte se compone de cordobeses, europeos y americanos, y el resto de toda la provincia con algunos particulares, que hacen sus compras en la campaña de Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes y parte de la provincia de Cuyo”. El diputado por Jujuy en la Junta Grande, Juan Ignacio Gorriti, calculaba en cincuenta mil el número de animales invernados y criados en los potreros de la región. También viajaron de España los hermanos de José Antonio de Chavarría y se establecieron en Chile, en Mendoza y en Catamarca; él fijó su residencia en Salta. En esta provincia fue miembro del Cabildo antes de 1808.
Desde fines de ese año hasta antes de producirse la revolución de mayo estuvo ausente de la Intendencia de Salta; actitud comprensible por tratarse de un español que, al igual que otros, desaparecieron de los cargos capitulares: Manuel Antonio Tejeda, Pedro José de Ibazeta, Antonio de Aguela y Francisco Lezama, entre otros comerciantes, algunos de los cuales quebraron o emigraron al Alto Perú.
El 9 de enero de 1813 suscribió como cabildante el acta que disponía efectuar el juramento a la Constitución de la metrópoli, en una ceremonia que se realizó a instancias del general realista Pío Tristán y Moscoso.
Más tarde, al casarse en 1815 con Manuela Antonia de Moldes y Fernández Sánchez de Loria, primero adoptó una postura pasiva y luego casi entusiasta con la causa patriótica, ya que se convirtió en cuñado del coronel José de Moldes. Del citado matrimonio nacieron cuatro hijos: Silveiro, Eduardo, Sixta Chavarría de Tejada y Josefa Chavarría de Sola, que hicieron que perdurara el apellido en la provincia de Salta.
En algunas ocasiones contribuyó a solventar los gastos de la causa patriótica y a adquirir caballadas para los ejércitos en las luchas por la independencia en los gobiernos de Güemes, Gorriti y Arenales. El 25 de octubre de 1832 fue uno de los vecinos que suscribieron el acta por la cual se nombraba gobernador de la provincia de Salta a José María Saravia, dada la acefalía de autoridad.
Bibl.: R. Piccirilli, F. L. Romay y L. Gianello, Diccionario Histórico Argentino, t. II, Buenos Aires, Ediciones Históricas Argentinas, 1953, pág. 686; L. Miller Astrada, Salta Hispánica. Estudio socioeconómico desde el siglo xvi hasta la primera década del siglo xix, Buenos Aires, Ediciones Ciudad Argentina, 1997, págs. 118-121; S. Mata de López, Persistencia y cambios: Salta y el noroeste argentino. 1770-1840, Rosario, Ediciones Protohistoria, 1999.
Andrea Lydia Arismendi