De origen catalán, migró al virreinato del Río de la Plata, creado en 1776, y en 1800 se estableció en la plaza militar de Montevideo, actualmente capital de Uruguay. Fundó un molino fuera de Barcelona, en La Aguada, donde construyó su casa e hizo construir la capilla del Molino, dedicada a Nuestra Señora de los Desamparados. Se enriqueció aprovisionando a los habitantes de las islas Malvinas y abrió una casa mercantil en Buenos Aires, donde estaban instalados algunos de sus familiares, su cuñado Josep Grau y su sobrino Joan Jove. Se vinculó con José Gervasio Artigas, debido a la actividad de agrimensor de este último, antes de que se convirtiera en líder político. En 1806, cuando Buenos Aires fue invadida por Gran Bretaña, proveyó de unidades de tropa de guarnición de la Real Marina Española en Montevideo. Colaboró en la reconquista de la plaza porteña, en la que sobresalió el virrey Liniers, y ayudó a su cuñado Grau en la organización de los batallones voluntarios catalanes conocidos como “Los Miñones”. En 1815, tras la instalación del virrey Elío y los conflictos militares que separaron a Montevideo del resto de la Banda Oriental (hoy Uruguay) y de Buenos Aires, dejó a cargo de sus negocios a su hijo Lorenzo Batlle y regresó a España precisamente cuando Fernando VII implementaba sus reformas y eliminaba la Constitución de Cádiz de 1812. [...]