Camerino, José. Fano (Italia), c. 1595 – Madrid, c. 1665. Novelista, poeta y arbitrista.
La familia Camerino procedía del castillo de Muccia, en Camerino, en la región italiana de las Marchas, pero durante el siglo XVI se habían mudado a Fano, en la Umbría, dentro de los dominios papales. De allí, algunos destacados Camerino, como por ejemplo Giovanni, Alessandro y Pietro, se trasladaron a Roma, al servicio de la Curia pontificia. Nacido en Fano, José Camerino siguió el derrotero de su pariente Pietro, afincado en Madrid desde 1594, y se mudó a España en algún momento del primer cuarto del siglo XVII. Probablemente pasó en primera instancia por Murcia, donde se habían asentado algunos parientes, como el doctor Camerino cuya firma, seguida del título de “catedrático”, aparece en 1599 en un soneto en italiano y un epigrama latino en honor de Ginés de Rocamora y Torrano. Sin embargo, José Camerino debió de trasladarse al poco tiempo a Madrid, donde se instaló al servicio de la Nunciatura con el título de procurador de los Reales Consejos y Tribunal de la Nunciatura. Estos oficios le otorgaron cierta solvencia económica, pues un documento de 1646, el manuscrito 18722 número 12 de la Biblioteca Nacional de Madrid, informa de que Camerino poseía “una casa en la calle de Valverde”, que junto al resto de su hacienda valía doce mil ducados. Además, el mismo documento señala que el autor vivía en otra casa en la plaza de la Cebada, y que había contratado como “oficial” a un tal Juan de Zamora.
El primer documento madrileño sobre Camerino no procede de las oficinas del Nuncio, sino de un vejamen procedente de la poética Academia de Mendoza, que se reunió entre 1622 y 1623. El vejamen se encuentra en las Obras de Anastasio Pantaleón de la Ribera y también en el manuscrito número 3941 de la Biblioteca Nacional de Madrid, y cita al autor, respectivamente, por el seudónimo de “don Carinemo” y por su propio nombre, “Joseph Camerino”. Gracias a este documento se sabe que el autor “vive en casa del Nuncio”, es zurdo y conserva cierto acento italiano al pronunciar las erres.
En 1624 salieron a la imprenta sus celebradas Novelas amorosas, con poemas encomiásticos de ingenios como Lope de Vega, Luis Vélez de Guevara, Juan Ruiz de Alarcón y Guillén de Castro. Esta nómina prueba que Camerino estaba plenamente integrado en la sociedad literaria del Madrid del XVII, concretamente en el grupo de amigos de Lope de Vega. Además, los prologuistas proporcionan algunos datos más sobre Camerino: Lope señala que aún está en “tierna edad” y Juan Ruiz de Alarcón confirma que su lugar de nacimiento fue Fano.
En 1631 Camerino dio a la imprenta su poco estudiado Discurso político, en 1637 escribe un soneto para la Academia Burlesca o del Retiro, y dos años después un romancillo para las Lágrimas panegíricas a la temprana muerte del poeta y teólogo Juan Pérez de Montalbán.
Sin embargo, por estos años las preocupaciones políticas distrajeron a Camerino de sus creaciones literarias.
El 24 de febrero de 1646 constituye en Madrid la “Compañía de Jesús, María y José del Desempeño”, que había formado en Murcia a comienzos del mismo año. Este proyecto pretendía sustituir la moneda metálica del país por “cédulas” o cheques en papel cuya liquidez garantizaba la Compañía. Camerino y sus amigos compraron acciones, y el italiano obtuvo el apoyo del Ayuntamiento de Murcia y, el 13 de agosto de 1646, un privilegio real. No obstante, la innovadora banca duró poco: algunos banqueros genoveses presionaron a la Corona para que eliminara todas las bancas del reino, menos las suyas, lo que consiguieron el 30 de septiembre de 1647. El proyecto de Camerino quedaba coartado, y el autor cobró un odio ferino hacia los dichos genoveses, a quienes denuesta continuamente en su siguiente obra literaria, la novela La dama beata, de 1655. Camerino debió de continuar plácidamente con su cargo en la Nunciatura, y así, después de 1640 (“después del levantamiento de aquel Reyno [de Portugal]”) todavía aparece ejerciendo su oficio en un pleito entre unos frailes jerónimos contra su general, en un documento hoy conservado en la cacereña Biblioteca Antonio Rodríguez Moñino.
Del final de la vida del autor sólo se sabe que en junio de 1660 todavía mantenía viva su idea del papel moneda, como prueba el documento “Giuseppe Camerino e suo modo di spendere carte invece di denari” que se conserva en los archivos de la ciudad de Fano. Por esa época, el autor, que continuaba viviendo en Madrid y ostentando el título de “Segretario de Breui e Comisione Apostoliche nel Tribunale della Nunciatura”, contaba con algo más de sesenta años. Se trata de la última información sobre su vida con la que se cuenta.
Obras de ~: Novelas amorosas, Madrid, Tomás Iunti, 1624 (ed., pról. y notas de F. Gutiérrez, Barcelona, Selecciones Bibliófilas, 1955); Discurso político sobre estas palabras: “A fe de hombre de bien”, Madrid, Imprenta Real, 1631; La dama beata, Madrid, Pablo del Val, 1655.
Bibl.: A. Pantaleón de la Ribera, Obras, Madrid, Francisco Martínez, 1634, págs. 122-140; A. Morel Fatio, “Académie burlesque célébré para les poètes de Madrid au Buen Retiro en 1637”, en L’Espagne au xvie et au xviie siècle: documentes historiques et littéraires, Heilbron, Heninger, 1878, págs. 603- 676; E. Levi, “Un episodio sconosciuto nella storia della novella spagnuola”, en Boletín de la Real Academia Española, 21 (1934), págs. 687-736; Lope de Vega e l’Italia, Firenze, Sansoni, 1935, págs. 97-123; H. Seris, Nuevo Ensayo de una Biblioteca Española de libros raros y curiosos, New York, The Hispanic Society, 1969, pág. 269; E. Rodríguez Cuadros, Novela corta marginada del siglo xvii español. Formulación y sociología en José Camerino y Andrés de Prado, Valencia, Universidad, 1979; A. Sánchez Jiménez, “Comedia y novela corta en El pícaro amante de José Camerino”, en Rilce. Revista de Filología Hispánica, 18 (2002), págs. 109-124.
Antonio Sánchez Jiménez