Lazúrtegui González, Julio Manuel de. Bilbao (Vizcaya), 31.I.1859 – 4.IX.1943. Escritor y economista.
Sobre la fecha concreta de su nacimiento se plantean dos cronologías: el 31 de enero y el 2 de febrero, coincidiendo esta última datación con el registro de su bautismo en la iglesia de San Nicolás de Bari. El lugar de su nacimiento no cabe duda que fue en el casco viejo de la villa, pero existen dos versiones: calle Ascao y la Plaza Nueva. Sus padres fueron Blas de Lazúrtegui, bilbaíno, y Joaquina González, mexicana de Nieves (Zacatecas), casados en México antes de regresar a Bilbao.
La actividad a la que se había dedicado Blas de Lazúrtegui en México fue un negocio de fundición, característico de la zona minera de la región de Nueva Vizcaya, que se vio obligado a abandonar sin compensación alguna, debido a las expropiaciones llevadas a cabo por los revolucionarios mexicanos. Por su parte, Joaquina González hubo de abandonar también una hacienda de gran extensión conocida como La Cieneguilla en Durango, de la que fueron propietarios sus padres, los abuelos de Julio de Lazúrtegui, José González y Petra Bátiz.
Como se puede calibrar, el carácter americanista del personaje queda ya marcado en sus orígenes familiares.
Por un lado, es evidente el origen mexicano de su madre y, por otro, la labor de su padre al frente de una hacienda de fundición en el territorio de la histórica Nueva Vizcaya de México, por este tiempo el estado de Durango. Así se comprende “la esencia” americanista del personaje en su biografía.
Residiendo ya en Bilbao, la familia Lazúrtegui- González disfrutó de una situación económica acomodada, así como de una favorable coyuntura sociocultural; su padre fue concejal del Ayuntamiento bilbaíno en 1872, aunque por breve plazo, y el joven Julio de Lazúrtegui pudo recibir una sólida y esmerada educación.
Acabados sus primeros estudios en la villa, se dirigió a Europa, donde pasó cinco años visitando diferentes países, aprendiendo idiomas y profundizando en materias relacionadas con la Economía. Permaneció en Burdeos (Francia) durante tres años, dedicándose a estudios de Economía y pasó los dos siguientes entre Inglaterra y Hamburgo (Alemania). De hecho, su estancia en Alemania le impactó de tal forma que en la obra escrita posteriormente (Cartas Alemanas, 1903) mostró la necesidad de que España imitase al país germano en aspectos de desarrollo tanto material como espiritual.
Para estas fechas ya queda patente el carácter innovador de Lazúrtegui cuando en 1882, publicó, en colaboración con Vicente de Larrea, un manual en lengua inglesa titulado Merchant siphmaster and Practical guide to the port of Bilbao. Se trataba de un manual destinado fundamentalmente al empresariado inglés, quien además de interesarse por unos negocios concretos de empresa, podría conocer otros aspectos del ámbito regional vizcaíno como el paisaje, costumbres y otras peculiaridades socioeconómicas. De esta forma pone en marcha un sector novedoso a finales del siglo xix como es el turismo.
Cuando Lazúrtegui regresó a España, con veintinueve años, desempeñó en Bilbao el cargo de cogerente en la Sociedad Minera Sucesores de Rochet y Compañía.
Dado el contexto económico en el que se encontraba el Bilbao de la época, con las principales vetas de mineral en propiedad de las grandes compañías mineras vizcaínas, Lazúrtegui fue capaz de prever y estimular la búsqueda de nuevos recursos mineralógicos en otras zonas de España (minas de hierro fosfórico de Villaodrid).
En 1886 se fundó el Círculo Minero de Bilbao, con una clara intención de legislar tal sector industrial.
Así, en el libro de actas de la Sociedad figura el nombre de Lazúrtegui en representación de Juan Rochet, uno de los creadores de la citada empresa. Además, en junio del mismo año recayó en sus manos la redacción del proyecto de un reglamento. Durante las sesiones del Círculo, participó siempre en representación de la empresa de la que era cogerente —Rochet y Cía.—, hasta que el 30 de marzo de 1898 se le otorgó el cargo de presidente del Círculo Minero.
Lazúrtegui había casado en 1889 con María del Pilar Jordán de Urries y Flórez. Su esposa descendía, por vía paterna, de un ilustre linaje aragonés: nieta de Pedro Ignacio Jordán de Urries y Palafox, marqués de Ayerbe, y sus abuelos maternos eran los condes de la Casa de los Flórez, familia con importantes entronques en tierras americanas. Tuvieron cuatro hijos y vivieron en la Villa Rosario, ubicada en el residencial Campo Volantín bilbaíno. Además, como otros muchos miembros de la burguesía bilbaína, eligieron el municipio de Guecho para el veraneo, donde tenían un chalet conocido como Larretxe Etxea.
Con la fundación de la Sociedad Coral de Bilbao cabe destacar la participación de Lazúrtegui en la misma, siendo nombrado su primer presidente en 1887. Aunque al año siguiente sería sustituido en el cargo, no dejó de participar en el cuadro ejecutivo de la Sociedad Coral, actuando como vocal entre 1888 y 1891. En 1909 formó parte de una junta directiva en la que aparecía como tesorero-contador de la Sociedad.
Cabe destacar la especial afición musical del personaje, y más concretamente su predilección por Wagner, que le llevó en 1900 a bautizar su yacimiento minero en la provincia de León como “Coto Wagner”.
Una nueva institución a la que estuvo vinculado Julio de Lazúrtegui fue la Cámara de Comercio de Bilbao. Estuvo ligado desde 1889 hasta 1943, fecha de su muerte, desempeñando con gran iniciativa diferentes actividades. El 13 de diciembre de 1889 fue nombrado vocal del cuerpo ejecutivo de la Cámara, tomando posesión del cargo en 1890. En esa misma fecha se hizo responsable de la Secretaría de la Comisión de Legislación Mercantil y de Enseñanza. Cesó como vocal en 1893, para retomar el mismo cargo el 1 de enero de 1899, formando además parte del equipo de la Comisión primera de Navegación.
Hasta 1910 actuó como vocal de la Comisión de Navegación y Aduanas y de Transportes y Comunicaciones.
Desde junio de 1910 hasta 1912 fue vocal de la Comisión de Transportes y Comunicaciones, así como de las Comisiones Especiales de Ferrocarriles, Estadística, Hacienda del Consulado y de la Universidad Comercial de Deusto. Finalmente, entre 1915 y 1943 participó como colaborador habitual de la revista de la Cámara de Comercio, Revista Información.
En 1898, siendo presidente del Círculo Minero, escribió un pormenorizado informe tras su viaje a Suecia en el que analizaba las potencialidades del país nórdico y su alto grado de desarrollo socioeconómico.
También durante esta época realizó numerosos viajes por Europa, que le permitieron ir forjando su “ideario empresarial político y cultural”. Así, en 1900 Lazúrtegui acudió a París, acompañado de toda su familia, para asistir a la Exposición Mundial de Industria que se celebraba en la ciudad francesa. Esta observación de las exposiciones europeas fue una de las razones que le llevaron a planear la posibilidad de organizar una Exposición Iberoamericana en Bilbao. Este proyecto, aunque fue bien acogido por las Diputaciones vascas y respaldado por la Cámara de Comercio, no pudo llegar a celebrarse debido a la grave crisis económica que se vivió en 1901. Un nuevo proyecto del creativo Lazúrtegui, en el que participó intensamente —aunque finalmente no se llevó a cabo—, fue el de la creación de un Museo Comercial comparativo en Bilbao.
Entre 1902 y 1903, realizó numerosos viajes a Alemania e Inglaterra para asistir a diferentes reuniones y actividades de orientación industrial tras las cuales publicó sus impresiones en dos libros monográficos.
En 1903, en reconocimiento a su gran labor profesional, recibió la medalla de caballero de Primer Grado de la Orden Wassa otorgada por el Gobierno Sueco, que rara vez había recaído en una personalidad extranjera. En el mismo año trató de relanzar las minas de hierro fosfórico de Villaodrid. Sin embargo, esta variedad de hierro que triunfaba en Europa no tuvo el mismo éxito en España, debido a que las infraestructuras no estaban adaptadas a su transformación.
Desde 1905 desempeñó el cargo de presidente del Centro de la Unión Iberoamericana de Vizcaya y fue nombrado vicecónsul de Bolivia en Bilbao.
En relación con la visita a las exposiciones europeas, destaca también su viaje a Londres en 1908 para analizar la Exposición Franco-Británica que se celebraba.
También su visita a Bélgica en 1913, donde expuso su personal reflexión sobre las exposiciones y su papel en la expansión económica de las naciones. Ya en la década de 1920 realizó un importante viaje que le llevó a conocer prácticamente todo el continente americano.
Apoyado por las Diputaciones vascas y Navarra, Lazúrtegui partió de Cherburgo el 14 de noviembre de 1922 a bordo del Majestic, finalizando su viaje en 1924. Tras este periplo americano, él mismo plasmó todas sus observaciones —no sólo económicas sino sobre muy diferentes aspectos socioculturales— de un gran interés en tres exhaustivos tomos (España ante el Hemisferio de Occidente).
Desde el punto de vista ideológico, Lazúrtegui mantuvo un posicionamiento filo-monárquico, de corte conservador. Respecto a su “ideario americanista”, aunque Lazúrtegui no tuvo una vinculación directa con el desarrollo del americanismo, si llegó a configurar sus ideas sobre Iberoamérica en el nexo vascoamericano y español a partir de un problema que le preocupaba: la manera de paliar el hundimiento de la minero-siderurgia vasca, y los nexos navales-comerciales que pasaban por intensificar las relaciones comerciales y culturales entre España y las repúblicas americanas —bastante desatendidas—, según él mismo comprobó en su dilatado viaje y con una falta de fluidez diplomática (España-América) aún en 1922 y 1923.
Hay que señalar que, si bien el iberoamericanismo fue una constante a lo largo de su vida, esta vinculación vino a incrementarse a partir de 1900, año en el que comenzó su decisiva “militancia”. Su ideario fue consolidándose en pensamiento iberoamericano, quedando plasmado fielmente en sus Memorias oficiales, testimonios, reflexiones y vivencias tras su intenso viaje por América (1922-1924).
Durante los últimos años de su vida Lazúrtegui se mantuvo muy interesado en proyectos e informaciones estrechamente vinculados al conocimiento real de Iberoamérica, publicando prolíficamente artículos y ensayos hasta 1941. Lazúrtegui, con generosidad y talante liberal, dio sobradas muestras de su bonhomía.
Fue frecuente verle participar en las tertulias del Arenal bilbaíno y en el célebre café Lion D’Or, e igualmente pasaba horas de intensa lectura en su seleccionada biblioteca familiar.
Los avatares económicos sufridos en sus inversiones le condujeron a una modesta situación económica en los últimos años de vida, manteniéndose con una escasa aportación brindada por la Cámara de Comercio de Bilbao hasta su fallecimiento en su ciudad natal el 4 de septiembre de 1943.
En 1956, con motivo de la Exposición Flotante de productos españoles instalada en el buque Ciudad de Toledo, el Ayuntamiento de Bilbao decidió dar su nombre a una calle de la villa.
Obras de ~: con V. de Larrea, Merchant shipmaster. Practical guide to the port of Bilbao, Bilbao, Delmás, 1882; El porvenir de los minerales de hierro, 1896; Una excursión minerometalúrgica a Escandinavia, Bilbao, Imprenta de la Casa de Misericordia, 1898; Las minas de hierro de la provincia de Vizcaya. Progresos realizados en esta comarca, 1900; Un modelo para España. Cartas alemanas, Bilbao, Imprenta Revista Bilbao, 1902-1903; La música en el país de Gales. Conferencia dedicada a la Sociedad Coral de Bilbao, 1903; La reunión del “Instituto del Hierro y el Acero” en Barrow in Furness, 1903; La idea de la Unión Iberoamericana y su desenvolvimiento en Vizcaya; La exposición Nacional de Arte e Industrias, con una sección de productos Iberoamericanos en Bilbao, Bilbao, Sociedad Bilbaina de Artes Gráficas, 1906; Memorias diversas del centro de la unión Iberoamericana en Vizcaya, 1907-1913; El comercio iberoamericano por el puerto de Bilbao, 1907; Discurso leído en la clausura de la Exposición del Trabajo manual de Bilbao, 1907; Londres, su exposición Franco- Británica, 1908; La cuestión de los minerales de hierro. Ayer, hoy y mañana, Bilbao, Viuda y Sobrino de Villar, 1910; “La questión du mineral du fer”, en Revue Economique Internationale, Bruselas (1911); La exposición de Bilbao. Discurso leído en el mitin y manifestación celebrados el 15 de enero de 1911, organizados por la federación de gremios, 1912; The iron ore question, 1912; La reunión del Intituto del hierro y del acero en Leeds, 1912; Una semana en Bélgica y la exposición internacional en de Gante, Bilbao, M. Aldama, 1913; El desenvolvimiento de las industrias metalúrgicas de España, ante la conflagración europea, presentado a la Junta de iniciativas, Bilbao, Imprenta y Encuadernación de José A. de Lerchundi, 1914; Bosquejo histórico del comercio, industria y navegación de Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, para la Geografía General del País Vasco-Navarro, Barcelona, Casa Alberto Marín, 1915; La hulla, el hierro y el ferrocarril, ante la conflagración europea con aplicaciones a España, Bilbao, Imprenta Juan J. Rochelt, 1916; Por la reconstitución económica de España, 1917; Industrias claves de la España moderna; el problema del mineral de hierro; el de la industria siderúrgica y sus derivaciones; el de la hulla y la energía hidráulica, Barcelona, 1917; Pro Patria. Memoria comprensiva de los años 1913-1917, dedicada a sus asociados, 1918; Una nueva Vizcaya a crear en el Bierzo, 1918 (Ponferrada, Instituto de Estudios Bercianos, 1995); Una distinguida personalidad belga en Bilbao, 1918; El libro español en América, Bilbao, Viuda e Hijos de Grijelmo, 1919; Vizcaya y América, 1919; El problema ferroviario y el de la integral reconstitución económica de España, Bilbao, Bilbaina de Artes Gráficas, 1920; Memoria del Centro de la Unión Iberoamericana en Vizcaya, 1922; Informe memoria presentados a las Diputaciones Provinciales de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra, sobre el Viaje del autor a través de América, Bilbao, Editorial Vizcaya, 1923; España ante el hemisferio de Occidente, Bilbao, Echeguren y Zulaica, 1924-1927, 3 ts.; Las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra, ante el Hemisferio de Occidente, 1928; Memoria del Centro de la Unión Iberoamericana en Vizcaya. El problema de reconstitución interna y transoceánico de España. Los congresos americanistas y las exposiciones de Sevilla y Barcelona de 1929 y 1930. La ecuación económica, la ultramarina inclusive de la región Vasco-Navarra especialmente de Vizcaya, Bilbao, Centro de la Unión Iberoamericana en Vizcaya, 1930; Memoria del Centro de la Unión Iberoamericana en Vizcaya. Alusiva a la economía mundial, la española, el problema transoceánico de España y la situación económica de Vizcaya, 1932; Plus Ultra Aurrera. Especialmente dedicada a su gran puerto, 1934; Boletines diversos temas iberoamericanos, en sus relaciones con el Puerto de Bilbao, 1935-1936; Ensayo (incompleto e inédito), denominado: La villa de Bilbao a partir de los primeros tiempos hasta el descubrimiento de América por los españoles y desde esta gloriosa efemérides hasta nuestros días, desde el punto de vista Universal, Hispánico y Vizcaíno, 1936-1937; La cuestión mundial del hierro y el punto de vista hispánico en Particular, Bilbao, Vizcaina, 1938; Historia del moderno Americanismo en Vizcaya, con expresión de lo que debe ser en el Bilbao proyectado Museo Industrial y Mercantil Comparativo y Centro de Información transoceánica, 1939; Sinténtico Noticiario Nacional Vizcaíno y Ultramarino. La misión del Rectorado de Bilbao, 1943.
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Begoña Cava Mesa