Marcoleta y de Casaus, José de. Madrid, 15.III.1802 – París (Francia), 31.V.1881. Diplomático español al servicio de Nicaragua, de Honduras y de El Salvador.
Era hijo primogénito de Pedro José de Marcoleta y de la Torre y de María del Rosario de Casaus y de Garrido (Ximena de la Frontera, 4 de octubre de 1783-Madrid, 1835).
Aprendió sus primeras letras en el Colegio de Pajes de Su Majestad el Rey, al que había pertenecido su padre cuando era niño, antiguo paje al servicio del rey Carlos IV. Ingresó como seminarista en 1808 en el Real Colegio de San Fernando de las Escuelas Pías de Madrid.
Siendo su padre oficial de la administración y uno de los gentileshombres más significados de la Casa Real, tras los sucesos en Madrid del 2 de mayo de 1808 y la llegada a dicha capital de José I Bonaparte, el 20 de julio de 1808, originando en palacio la tensión de toda la planta de servidores, después de la entrada en Madrid de Napoleón, al tratar de reorganizar el Monarca intruso la servidumbre palatina, el joven José de Marcoleta el 1 de enero de 1809 huye con sus padres y sus hermanos de la Corte al provocarse una fuerte depuración en palacio por el gobierno, llegando a la ciudad de Córdoba el 1 de septiembre de 1809, lejos de las dominación de los franceses. Siguió a su familia entre 1809 y 1814 pasando a residir a Sevilla, Cádiz e Isla de León, de su padre, durante la Guerra de la Independencia, estuvo destinado en diversos cargos al servicio de la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino y de la Regencia, hasta que el 31 de mayo de 1814 regresa con su familia a Madrid, recien entrado en España el rey Fernando VII.
Ingresó nuevamente en el Real Colegio de San Fernando de las Escuelas Pías de Madrid en 1814. Entre ese año y 1817 cursó estudios en dicho colegio, obteniendo en 1818 de José de O’Lawlor una beca para acabar sus estudios en el Real Colegio de San Bartolomé y Santiago de Granada, obteniendo el diploma de bachiller en Filosofía y Leyes por la Universidad de Granada el 19 de mayo de 1819, siendo admitido como vocal de la Junta de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Granada el 20 de abril de 1819.
De regreso a Madrid en 1820, estuvo preparándose para su ingreso en la carrera diplomática, cursando variadas disciplinas en el Real Colegio de las Escuelas Pías de San Fernando y en la Real Academia de Cadetes de las Reales Guardias de Corps de Su Majestad.
A sus dieciocho años solicitaba al Rey en 8 de agosto de 1820 plaza de oficial de Secretaría de la Legación de España en una de las Cortes Extranjeras, alegando los veinticuatro años de servicios de su padre, Pedro José de Marcoleta y de la Torre, los sesenta y siete años de servicios de su abuelo, Domingo Julián de Marcoleta y de Labarrieta, en la Administración del Estado y en la Casa Real, así como los servicios extraordinarios de su tío abuelo, José Joaquín de Ocáriz y de Baeza, encargado de Negocios y cónsul general en Francia, ministro plenipotenciario en Prusia y Suecia y embajador de España ante la Sublime Puerta Otomana. Estando su solicitud pendiente se vio involucrado en julio de 1822 en una conjura palatina de algunos cortesanos encarcelados que se habían opuesto a quienes querían derrocar al Monarca, y habiendo tenido la suerte de quinto se escondió para no participar con los revolucionarios. A causa de la inestabilidad política del país entre 1822 y 1827 no se le había proveído ningún empleo en una legación extranjera pese a sus múltiples solicitudes.
A sus veintiséis años, siendo primer secretario de Estado Manuel González Salmón, el rey Fernando VII le nombró el 7 de enero de 1827 agregado de la legación de España en San Petersburgo, siendo a la sazón ministro plenipotenciario de España ante la Corte del zar de Rusia Juan Miguel Páez de la Cadena.
Al disponerse a salir de Madrid para dirigirse a San Petersburgo, falleció repentinamente su padre el 22 de enero de 1827, suspendiéndose momentáneamente sus preparativos de viaje. Después de viajar mil doscientas leguas, llegó a San Petersburgo el 22 de mayo de 1827, y tras estar gravemente afectado de unas fiebres biliosas el Rey le autorizó a regresar a España el 15 de octubre de 1827. Llegado a Madrid el 30 de diciembre de 1827 el secretario de Estado, Manuel González Salmón, decidió el 12 de enero de 1828 que no volviese a ser destinado en la carrera diplomática, pudiendo ser propuesto para otro destino en la Administración real, declarándole el Rey como agregado cesante el 1 de abril de 1832, viéndose reducido durante estos años a una estrecha situación económica al contar solamente con dos tercios de sus haberes, sin poder conseguir la plaza de cónsul general y encargado de Negocios de Trípoli, que pretendía.
Obtuvo real licencia el 17 de noviembre de 1833 para contraer matrimonio con Adelaida Manuela de la Cuadra y Martínez de Aragón, hija de Diego de la Cuadra y López de la Huerta y de Dolores Martínez de Aragón y de Aragón, natural de Archia.
Alegando estar aquejada su esposa de una afección en el pecho, obtuvo el 22 de diciembre de 1834 de Francisco Martínez de la Rosa, secretario de Estado, tres meses de licencia temporal para pasar a Montpellier.
Junto con su hermano Joaquín emprendió viaje a Nápoles. En Niza ambos hermanos visitaron, de paso para Milán, al famoso fraile Gómez Negrete, al señor Carrera y Salasco y al conde de Venanson, antiguo gobernador de Niza, todos conocidos revolucionarios, y miembros de la oposición al gobierno de la reina regente de España. Su paso por Nápoles fue destacado, ya que, ayudado por parientes suyos, pudieron los hermanos Marcoleta tener acceso al rey Fernando II de las Dos Sicilias, quien condecoró a José de Marcoleta como caballero comendador de la Orden del Rey Francisco I de las Dos Sicilias.
Después de diez años pidiendo insistentemente al rey Fernando VII entre 1827 y 1833, y a la reina regente Cristina, durante la menor edad de la reina Isabel II, entre 1833 y 1837, volver a incorporarse en la carrera diplomática, sin poder conseguir destino, José de Marcoleta decidió pasar en 1837 a la llamada Federación de las Provincias Unidas de Centro América, formada por Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Costa Rica, independientes de España desde 1821 e independientes de México desde la abdicación de Agustín de Iturbide en 1823.
Entre 1838 y 1850 estuvo colaborando en la Administración civil y política con los gobiernos de Nicaragua, de Honduras, de El Salvador, de Guatemala, de Costa Rica y de Panamá, quienes le premiaron con extensos territorios y propiedades en la Costa de los Mosquitos, Comayagua, Gracias a Dios, Roatan, Olancho, Río Tinto, en el istmo de Panamá, en San Miguel y La Unión, Guatemala, San José y Puntarenas, siendo el terrateniente más destacado de su tiempo en las antiguas provincias centro-americanas.
José de Marcoleta y de Casaus fue designado, por Norberto Ramírez, director del Estado Supremo de la República de Nicaragua (1849-1856), embajador extraordinario y ministro plenipotenciario de la República de Nicaragua, con objeto de negociar tratados de paz, de amistad, de comercio y de navegación con el gobierno de Su Majestad Católica la reina de España, Isabel II, habiendo autorizado las Cortes españolas el 4 de diciembre de 1836 el reconocimiento de la independencia de dicha nación.
José de Marcoleta fue, desde 1850, embajador extraordinario y ministro plenipotenciario de las Repúblicas de Nicaragua, de Honduras y de El Salvador ante las Cortes de los reinos de España, Gran Bretaña, Bélgica, Países Bajos, Cerdeña e Italia, ante la Santa Sede y ante las Repúblicas de los Estados Unidos de América y de Francia, siéndolo hasta su fallecimiento en 1881.
El Tratado de Paz y de Amistad entre Nicaragua y España fue firmado en Madrid el 25 de julio de 1850 por el ministro de Estado Pedro José de Pidal, marqués de Pidal, y por el embajador y plenipotenciario José de Marcoleta, quien había presentado momentos antes las cartas credenciales en el Real Palacio de Oriente a la reina de España, Isabel II. El tratado fue ratificado por el director del Estado Supremo de la República de Nicaragua, Justo Abaunza, el 20 de marzo de 1851 y por la reina de España el 22 de julio de 1851, verificándose el canje de ratificaciones por Manuel Pando, marqués de Miraflores, ministro de Estado, y por José de Marcoleta, embajador y ministro plenipotenciario, y por Juan Luciano Bález, cónsul general en Madrid, en presencia del presidente del consejo de ministros, Juan Bravo Murillo.
El presidente del Estado de El Salvador otorgó cartas credenciales, fechadas el 29 de agosto de 1850, a favor de José de Marcoleta como embajador extraordinario y ministro plenipotenciario de dicha República ante la Corte de la reina de España, Isabel II, presentando las mismas en la ceremonia celebrada en el Real Palacio de Oriente el 14 de enero de 1851.
El director del Estado Supremo de la República de Nicaragua, general Fruto Chamorro (1853-1856), a propuesta de Mateo Mayorga, ministro de Negocios Extranjeros, designaron el 13 de octubre de 1853 a José de Marcoleta, embajador extraordinario y ministro plenipotenciario ante la Corte de Su Majestad Católica la reina de España, Isabel II, confirmándole en su cargo. Las cartas credenciales fueron presentadas en la ceremonia celebrada en el Real Palacio de Oriente el 24 de junio de 1864.
El presidente constitucional de la República de Nicaragua, Pedro Joaquín Chamorro (1875-1881 y 1885-1887), a propuesta de Antonio H. Rivas, ministro de Negocios Extranjeros, designó, el 29 de octubre de 1878, a José de Marcoleta embajador extraordinario y ministro plenipotenciario ante la Corte de Su Majestad Católica el rey de España, Alfonso XII, confirmándole en el cargo. Sin embargo, José de Marcoleta, afectado por una enfermedad, y debido a su edad de setenta y seis años, no podía, por el momento, trasladarse a Madrid para entregar las nuevas cartas credenciales al Monarca.
José de Marcoleta y de Casaus, embajador y enviado extraordinario y ministro plenipotenciario ante las Cortes de España, Gran Bretaña, Bélgica, Países Bajos, Cerdeña e Italia, ante la Santa Sede y ante las Repúblicas de Francia y de los Estados Unidos, falleció en París el 31 de mayo de 1881. El ilustre diplomático representó al Gobierno de la República de Nicaragua en España durante treinta y un años.
Desde hace muchos años, la Escuela Diplomática de la República de Nicaragua lleva el nombre de José de Marcoleta, en memoria de su gran labor en el exterior.
Entre otras diversas misiones, el embajador Marcoleta tuvo un enorme protagonismo en las negociaciones del canal de Nicaragua y del canal de Panamá, para unir a través del istmo centro-americano los océanos Atlántico y Pacífico, antiguo proyecto que fue uno de los más ambiciosos de la antigua administración colonial española, abandonado por su alto coste.
José de Marcoleta fue, durante las negociaciones del canal de Panamá, embajador extraordinario y ministro plenipotenciario de Nicaragua en los Estados Unidos de América, función que compaginó con el resto de cargos representativos y diplomáticos ante las cancillerías de Europa anteriormente mencionadas.
Desempeñó este cargo entre los años 1838 y 1881.
José de Marcoleta era uno de los principales propietarios de las tierras por las que discurre el canal de Panamá. Después de su muerte, los Estados Unidos, interesados en el canal de Panamá, firmaron con Gran Bretaña el Tratado Hay-Pauncefote (1901), pactando con Colombia la cesión de 8 kilómetros a ambos lados del canal. Las obras comenzaron en 1904, siendo abierto el canal de Panamá en 1914 por el presidente Belisario Porras, que fue inaugurado en 1920. Los herederos del embajador Marcoleta presentaron, por la vía diplomática, la oportuna solicitud de compensación.
Fuentes y bibl.: Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, Exps. personales; Expedientes de la Costa de los Mosquitos y del Canal de Panamá; Archivo del Ministerio de Negocios Extranjeros de Nicaragua, Exps. personales; Archivo de Asuntos Extranjeros de Francia, Exps. personales; Archivo del Foreign Office Inglés, Exps. personales; Archivo de la Secretaría de Estado de Estados Unidos, Exps. personales; Biblioteca del Congreso, Bibliografía sobre el Canal de Panamá, Expedientes.
Imprenta Real, Guía de Forasteros, Madrid, 1850-1868; Guía Oficial de España, Madrid, 1868-1881; E. Álvarez Montalbán, Biografía de José de Marcoleta, Managua, 1997.
Francisco José Morales Roca