García de Quevedo, José Heriberto. Coro (Venezuela), IV.1819 – París (Francia), 6.VI.1871. Escritor, periodista y diplomático.
Hijo de Josefa María Drouin de la Bourdonnaise y de Pedro Tomás García de Quevedo. Muy niño marchó de Venezuela a Puerto Rico, pues su padre se manifestó en contra de la independencia venezolana.
Estudió luego en París y en Madrid. Viajó por diferentes puntos de Europa, América, África y Asia.
Gran políglota, hablaba con fluidez alemán, italiano, francés e inglés y tenía grandes conocimientos de latín y griego clásico. A partir de 1846 se radicó en España y adoptó la nacionalidad española. Desde ese momento, escribió con profusión en los periódicos de la época y participó activamente en la vida pública, como uno de los defensores más ardorosos de la reina Isabel II. Como tal, mantuvo varios duelos con periodistas antimonárquicos, uno de los más famosos con el novelista Pedro Antonio de Alarcón, por entonces director de El Látigo. García de Quevedo, cuya habilidad como tirador era célebre en el Madrid de la época, prefirió perdonar la vida al joven periodista y disparar al aire. Colaboró con la Unión Liberal, el partido de O’Donnell, desde las páginas del diario La Época. En 1856, fue herido en los desórdenes tras la caída de Espartero. En 1863, participó, como delegado personal de la reina Isabel II (era gentilhombre de cámara de la Reina), en la Conferencia Internacional de Ginebra en la que se fundó oficialmente la Cruz Roja. Murió accidentalmente en París, durante la revuelta de la Commune, por una bala perdida al pasar junto a una barricada.
García de Quevedo fue un escritor prolífico que probó suerte en diversos géneros. Juan Valera le acusó de cierta megalomanía al abordar obras líricas y dramáticas con elevados conceptos filosóficos, morales y religiosos, muy por encima de sus posibilidades. Le alabó, en cambio, como prosista, tanto en sus cartas como en sus artículos, y destaca, sobre todo, el monólogo lírico Tisaferna (1852). Menéndez Pelayo valora con simpatía al personaje, pero cree que el escritor no llegó nunca a destacar pese a sus esfuerzos: “Su nombradía fue de las más efímeras; las grandes esperanzas con que había empezado su carrera no se realizaron nunca; su idealismo generoso, pero intemperante, le llevó a estrellarse mil veces en la prosa; su vida resultó una novela sin sentido, y cuando una bala perdida le mató en las calles de París, hasta en el azar de esta muerte sangrienta, pero sin gloria, pareció visible la misma ironía trágica que le había perseguido siempre”.
Obras de ~: Odas a Pío IX y a Italia, Madrid, Imprenta de La Publicidad, 1848; Un paje y un caballero, Madrid, Imprenta de la Viuda de D. R. F. Domínguez, 1849; Delirium: Leyenda fantástica, Madrid, A. Cubas, 1850; Don Bernardo de Cabrera, Madrid, Imprenta de la Viuda de D. R. F. Domínguez, 1850; La segunda vida: episodios del siglo xix, Madrid, Ediciones Populares, 1851; El proscripto: episodios de la tragicomedia del siglo xix, Madrid, Rivadeneyra, 1852; Recuerdos de un viaje: el amor de una niña, Madrid, Ediciones Populares, 1852; Tisaferna, s. l., 1852; Apuntes para la historia de las jornadas de Julio seguidor de algunas consideraciones sobre el espíritu de la Revolución, Madrid, Rivadeneyra, 1854; Isabel de Médicis, Madrid, Imprenta de José Rodríguez, 1855; El juicio público, Madrid, Imprenta de José Rodríguez, 1855; Obras poéticas y literarias, Paris, Baudry, 1863; A la reina de España, Isabel Segunda, Madrid, Imprenta Nacional, 1865; Dreissigtausend Thaler Rente, München, Lentner, 1865; Untersuchungsbericht über die Krankheit u. das Ableben des Hoffmann’schen Ehepaares: Aufgenommen auf Befehl der Spanischen Regierung und aus den von der Spanischen Gesandtschaft zu München gegebenen Dokumenten übersetzt, München, J. Gotteswinter & Mößl, 1866; Breve ojeada sobre el ayer, el hoy y el mañana de España, Madrid, López Vizcaíno, 1869.
Bibl.: J. M. Torres Caicedo, Ensayos biográficos y de crítica literaria, Paris, Gillaumin y Cía., 1863, págs. 388-433; J. Valera, Crítica Literaria (1901-1905): La poesía lírica y épica en la España del siglo xix, Madrid, Imprenta Alemana, 1912, págs. 277-285; M. Menéndez Pelayo, Historia de la Poesía Hispanoamericana, t. I, Santander, Atlas, 1948, págs. 397- 400.
Borja Rodríguez Gutiérrez