Elío y Ezpeleta, Salvador. Pamplona (Navarra), 22.V.1816 – Burdeos (Francia), II.1902. Magistrado, abogado y político carlista.
Pertenecía su familia a la nobleza del Reino de Navarra. Cursó Latín y Filosofía en el Seminario Conciliar de Pamplona, finalizando sus estudios en 1832. Estudió el primer curso de Derecho en la Universidad de Zaragoza en 1833. Con ocasión de la Primera Guerra Carlista, se trasladó a Francia con sus hermanos Joaquín, militar de carrera, y Luis María, chantre de la catedral de Pamplona desde 1830.
En 1835 ofreció sus servicios al rey carlista Carlos (V), permaneciendo en el teatro de la guerra hasta su finalización. Por no aceptar el Convenio de Vergara de 1839 emigró a Francia, hasta que en 1844 se trasladó a Valladolid para finalizar su licenciatura en Derecho. De nuevo en Francia, se dedicó al comercio, ofreciendo luego sus servicios al conde de Montemolín, Carlos (VI), quien le confió diversos preparativos para entrar en campaña de 1845 a 1848. En 1851 fue a las islas Filipinas, ingresó en la carrera judicial, y ocupó el cargo de magistrado de la Audiencia de Manila hasta 1873. Ese año, con ocasión de la guerra carlista, se trasladó a Francia y después a Navarra a las órdenes de Carlos (VII).
El 12 de agosto de 1874 don Carlos creó el Real Tribunal Superior Vasco-Navarro de Justicia, establecido en Oñate, semejante al creado durante la primera guerra en Estella. Salvador Elío fue nombrado presidente de dicho Tribunal por el Real Decreto publicado en El Cuartel Real de 1 de diciembre de 1874. Componían el Tribunal su presidente, un fiscal, seis oidores efectivos y dos supernumerarios, y funcionaba en dos salas. El Tribunal se abrió con toda solemnidad bajo la presidencia de don Carlos, y actuó desde el 16 de diciembre de 1874 hasta el 12 de febrero de 1876. En 1875 el Tribunal despachó 352 autos, entre ellos 12 pleitos civiles, 77 expedientes gubernativos y 228 causas criminales. Casi todos los asuntos procedían de Navarra, no enviando Vizcaya ningún asunto al Tribunal por tener una administración privativa de Justicia.
Don Carlos también encargó a Elío redactar un Código Penal, que aprobó en marzo de 1875, y comenzó a regir con carácter provisional desde el 1 de junio hasta el fin de la guerra. Este Código dejaba a salvo los fueros particulares de las diferentes provincias, “que hubieren estado en observancia a la conclusión de la guerra de los siete años”. Para facilitar su ejecución, se dictaron diversas reglas, y una Real Orden del 29 de julio de 1875 completó algunos artículos, rechazando así el regium exequatur, que el artículo 141 del Código Penal propiamente no establecía y cuya reforma se suponía. El Tribunal de Justicia también redactó, aunque sin llegar a publicarse, importantes reformas, entre otras las relativas a los procedimientos civiles.
Dos hermanos de Salvador Elío tuvieron importantes cargos en el Gobierno de Carlos (VII): Joaquín fue capitán general del Ejército, y Luis rector de la Universidad de Oñate restablecida el 12 de febrero de 1874. Acabada la guerra, el 24 de enero de 1877 Salvador ejerció de secretario de don Carlos. Desde Francia regresó a Filipinas, viajó luego a China y Japón, y en 1880 volvió a Francia ejerciendo de secretario de doña Margarita de Borbón-Parma.
De regreso a España, y a pesar de atravesar dos graves enfermedades, Salvador Elío fue subdelegado de don Carlos en Navarra desde 1887. En abril y mayo de dicho año, tuvo que solucionar la división sufrida por los carlistas de Estella con ocasión de las elecciones municipales, perdidas por los legitimistas debido a la indisciplina de Víctor Martínez Eguía, quien abandonó la Comunión Tradicionalista en el mes de julio. Al año siguiente, el 4 de julio de 1888 publicó un documento contra la escisión integrista dentro del carlismo, liderada por el diario El Tradicionalista de Pamplona, recibiendo por ello, junto a Simón Montoya, la felicitación de don Carlos desde Venecia fechada el 22 de julio. El 3 de agosto de 1888 respondió al director integrista de dicho diario, Francisco María de las Rivas y Velasco, rechazando su acusación de haber mantenido el Pase regio de exequatur en el Código Penal de Oñate que rigió en el campo carlista.
En 1891 acompañó, como ex jefe regional de Navarra, al marqués de Cerralbo en su visita a Navarra, en concreto al Puy de Estella. En esta fecha se opuso a la unión con los integristas para las elecciones municipales en Pamplona de 1891. En 1896 mantuvo su actividad política como presidente de la Junta superior carlista de Navarra, aconsejando a los carlistas navarros sobre las elecciones a diputados forales.
Estuvo casado y tuvo descendencia. También fueron carlistas otros familiares suyos, como su nieto Salvador Roxas Elío, los hermanos Fausto y Joaquín María Elío y Mencos —que alcanzaron ambos el empleo de coronel del Ejército carlista—, así como Elío Elío y Magallón, marqués de Vesolla, y Bernardo Elío y Elío, marqués de las Hormazas, hijos respectivamente de estos últimos.
Obras de ~: Código penal de Don Carlos VII, por la Gracia de Dios, Rey de España, Tolosa, Imprenta Real, 1875.
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José Fermín Garralda Arizcun
