Herrera, Baltasar de. Madrid, 1536 – 8.II.1610. Religioso Hospitalario de San Juan de Dios (OH), fundador y reformador de hospitales.
Fue hijo de los marqueses de Camarasa, que se opusieron a su entrada en la Orden Hospitalaria. Tomó el hábito en el hospital de Nuestra Señora del Amor de Dios (1557) y, por humildad, se hizo llamar de “La Miseria”. Se ejercitó y entregó a la práctica de todas las virtudes en el ejercicio y ministerio de la hospitalidad, y se dio a la pobreza hospitalaria para ser santo, lo que mortificó a sus parientes, pero se armó con las armas de la perseverancia y salió a pedir limosna por las calles, de la forma en que lo hacía el fundador hospitalario san Juan de Dios, diciendo: “Hermanos hagan bien para sí mismos”, trayendo gruesas limosnas, porque, como era tan conocido de los nobles y todos los de la Corte, los enternecía, mirándole con un saco de jerga penitente y mortificado, con singular postura y modestia, y todos le veneraban y socorrían. A cuantos pobres encontraba enfermos los llevaba al hospital, y, si no podían ir a pie, los cargaba sobre sus hombros, les asistía, consolaba y regalaba, cuidando primero de sus almas, les animaba a confesarse; luego atendía a los cuerpos para que se curasen, como lo hacía san Juan de Dios. Felipe II le tuvo singular veneración por su virtud y por su talento, su gran juicio y sus buenas obras. Por lo que le encomendó la fundación del Real Hospital de San Lázaro, de Córdoba (1570). Después de fundarlo, quedó como administrador por orden del mismo Rey; pero necesitado de su persona en la Corte para negocios de mucha importancia, dejó la administración y gobierno al venerable hermano Juan Marín, su connovicio y compañero de hábito, una de las figuras más señeras de la Orden Hospitalaria, también muy apreciado y estimado por Felipe II.
En 1578 le ofrecieron la fundación del Hospital del Corpus Christi de Toledo por testamentaría de Leonor de Mendoza, que había dejado todos sus bienes para establecer el hospital, por lo que la Orden le envió a que lo fundase. En célebre jornada de Portugal, en 1580, cuando Felipe II tomó posesión de aquel reino, fue Baltasar de Herrera a dicha campaña participando en el cuidado de los soldados del Ejército del duque de Alba, llevando consigo a otros religiosos de este hospital para que curasen y sirviesen a los enfermos del Ejército. En esta ocupación siempre era el primero en cumplir su obligación y dar ejemplo a los demás. En el castillo de Lisboa estuvo en servicio y cura de los soldados castellanos mucho tiempo, y cuando regresó a la Corte lo nombraron hermano mayor del Hospital de Antón Martín, donde fue heroica su actuación en la epidemia de 1599. A la muerte del siervo de Dios Bernardino de Obregón, el Consejo Supremo de Castilla le encargó la administración del Hospital General, cuyas obras dirigió hasta su total construcción, y así como el de la Sangre. Fundó los hospitales de Cabra y de Toledo y fue hermano mayor del hospital de Nuestra Señora del Amor de Dios y Antón Martín de Madrid. Sirvió a los pobres enfermos y trabajó con gran éxito por el progreso de la Orden durante cincuenta y tres años. Motivó el traslado de los restos del venerable Antón Martín, desde su primera sepultura en la iglesia de San Francisco a la iglesia del hospital de Antón Martín y falleció, lleno de méritos, en el hospital de Madrid, el 8 de febrero de 1610.
Bibl.: J. S antos, Chronología hospitalaria y resumen historial de la Sagrada Religión del Glorioso Patriarca san Juan de Dios, Madrid, Imprenta de Francisco Antonio de Villadiego, 1715‑1716; J. C. Gómez Bueno, Historia de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Granada, Editora Archivo Casa de los Pisas, 1963; J. L. Martínez Gil, San Juan de Dios Fundador de la Fraternidad Hospitalaria, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2002.
José Luis Martínez Gil, OH