Sánchez de Madrid, Cristóbal. Licenciado o Doctor Madrid. Daimiel (Ciudad Real), 1503 – Roma (Italia), 13.VIII.1573. Superior y escritor jesuita (SI).
Ha sido calificado por Manuel Ruiz Jurado como uno de los jesuitas de mayor autoridad en la Compañía de Jesús primitiva, en los días de san Ignacio de Loyola, recibiendo esta consideración, incluso, antes de producirse su entrada en la misma en 1554. De esta manera, Cristóbal de Madrid —más conocido como “licenciado Madrid” o “doctor Madrid”— ya era distinguido por los primeros jesuitas y con esos apelativos fue denominado en las cartas abundantes del Instituto ignaciano. Había estudiado Filosofía y Teología en la Universidad de Alcalá de Henares, siendo en 1541 teólogo del cardenal Giovanni D. De Cupis, decano del Sacro Colegio Cardenalicio y obispo de Trani, diócesis en la cual Cristóbal de Madrid poseía un beneficio. Ignacio de Loyola lo nombró como uno de los tres jueces, que habría de entender en la resistencia manifestada por Nicolás de Bobadilla para realizar su profesión. En el verano de 1554, ya le estaba residiendo en la casa romana de los jesuitas, muy cercano al prepósito general y ocupándose, incluso, de su salud. Entonces, era todavía un novicio y lo seguirá siendo cuando en 1555, el propio Ignacio le mandó escribir acerca de la obediencia. Si se sigue la opinión de Jerónimo Nadal, Cristóbal de Madrid fue el autor del texto atribuido al prepósito general y en el que versó sobre esta cualidad indispensable en la formación de un jesuita. Ya solamente con este trabajo podría ser considerado como uno de los hombres más influyentes del Instituto.
Seguidamente, y junto con el que habría de ser el sucesor de san Ignacio, el soriano de Almazán Diego de Laínez, y el secretario del general, Juan Alfonso de Polanco, los tres, serían nombrados asistentes del prepósito romano, siendo Madrid el responsable de cuidar la casa y el Colegio de Roma. Cuando se sintió imposibilitado para gobernar el Instituto, el propio Ignacio encomendó a Polanco y a Cristóbal de Madrid, que había realizado ya los votos del bienio, la responsabilidad máxima sobre el mismo, según lo que expone Bartolomé de Alcázar, autor de aquella célebre obra publicada en 1710 y titulada Chrono- Historia de la Provincia de Toledo. Junto con Andrés Frusius, estuvo presente en el momento de la muerte de Ignacio de Loyola, en las primeras horas del 31 de julio de 1556.
Así, después de la celebración en 1558 de la I congregación general, se le confirmó en el cargo, confiándosele la asistencia de Italia. Desde 1564, y en los últimos meses de gobierno de Diego de Laínez, Cristóbal de Madrid fue superintendente de la casa profesa de Roma. Una vez que hubo sido elegido Francisco de Borja, en la II congregación general, también se le vinculó a este mismo oficio para los Colegios de Amelia, Tívoli y Frascati, de los cuales se encargaba hasta entonces el propio Borja.
Fue su libro De frequenti usu sanctissimi Eucharistiae sacramenti el primero que salió de la imprenta de la Compañía de Jesús en Roma, en 1557. Un año antes había aparecido en Nápoles una publicación preparatoria aunque menos completa. En el prólogo de la edición romana, el propio padre Madrid explicaba cómo había bebido de las fuentes de Alonso Salmerón y Andrés de Oviedo, con el objeto de completar esta obra que había deseado el propio Ignacio de Loyola fallecido, entonces, recientemente. Era una obra donde se defendía, a través de argumentos de la Sagrada Escritura, de la tradición y de la teología, la comunión frecuente, semanal e incluso diaria. Teniendo en cuenta las condiciones por las que se lograba una comunión fructuosa, no consideró una serie de objeciones que se habían esgrimido hasta entonces en pro de la comunión más distanciada. No fue la única de las ediciones publicadas de esta obra, con traducciones también al francés y al flamenco. No siempre se ha publicado como obra única, pues se ha visto acompañada también del Directorio de confesores del padre Polanco. Incluso tuvo una nueva edición en 1909 en Viena y otra francesa en París en 1910, después del decreto del papa Pío X Sacra Tridentina Synodus (1905), siendo aquel el Pontífice de las “primeras comuniones” tempranas.
Obras de ~: De frequenti usu sanctissimi Eucharistiae sacramenti, Roma, 1557.
Bibl.: Sacchini, Historiae Societatis Iesu pars secunda sive Lainius, Antuerpiae, ex officina filiorum Martín Nutii, 1620; B. de Alcázar, Chrono-Historia de la Provincia de Toledo, vol. II, Madrid, por Iuan García Infanzón, 1710, págs. 443- 444; C. Sommervogel, Bibliothèque de la Compagnie de Jesús, vol. V, Bruxelles, Oscar Schepens, 1894, págs. 278-279; M. Scaduto, L’Epoca di Giacomo Lainez: L’azione, Il governo, Roma, La Civiltà Católica, 1964; M. Ruiz Jurado, “Madrid, Cristóbal (Sánchez) de”, en Ch. O’Neill y J. M.ª Domínguez, Diccionario Histórico de la Compañía de Jesús, vol. IV, Roma-Madrid, Institutum Historicum Societatis Iesu, Universidad Pontificia de Comillas, 2001, págs. 2464-2465.
Javier Burrieza Sánchez
