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Álvaro Bazán y Manuel

Biografía

Bazán y Manuel, Álvaro de. Señor del Viso (I). Granada, c. 1495 – El Viso (Ciudad Real), 1555. Militar, marino e inventor.

Hijo de Álvaro de Bazán, comendador de Castroverde, y de María Manuel; nieto del primer vizconde de los palacios de Valduerna y padre del primer marqués de Santa Cruz. A pesar de su importancia en la historia de España de la primera mitad del siglo xvi, de los frecuentes elogios literarios dedicados a él y de existir numerosísima documentación en el Archivo General de Simancas y en el archivo familiar sobre su persona, no existe ninguna biografía suya.

Sus primeros años son poco conocidos. Debió de nacer hacia 1495 y a la muerte de su padre, siendo aún niño, recibió las tenencias de Fiñana y Gibraltar.

Participó en las germanías de Valencia en el bando real, rindiendo Játiva para el virrey Diego Hurtado de Mendoza. Además de servir en la milicia terrestre, Bazán comenzó muy pronto a servir en la mar y ésta fue su profesión más característica y también la de sus sucesores.

Desde comienzos de los años veinte del siglo xvi hay noticia de sus asientos de galeras con el rey.

En 1523 fue nombrado capitán general de las Galeras de España. En 1525 contrajo matrimonio con Ana de Guzmán (hija de los condes de Teba) y en 1526 nació en Granada su primogénito, el futuro primer marqués de Santa Cruz. En ese mismo año, su madre fue nombrada guardadamas de la emperatriz Isabel, con la que vivió largo tiempo.

En 1530, siendo capitán general de las Galeras de España, se enfrentó a las armadas de Francia y Argel, tomó la ciudad de Honein y apresó corsarios, galeras y galeotas turcas, que le proporcionaron riqueza y felicitaciones reales. En 1532, la reina le ordenó una acción conjunta con su hermano el rey de Portugal para el socorro de Ceuta. En el mismo año se le encargó transportar de España a Génova el dinero necesario para pagar al ejército formado para detener la ofensiva de Solimán contra Viena; misión que tuvo la opinión contraria de Bazán, la reina y sus consejeros españoles por el peligro que representaba dejar sin vigilancia la costa de Granada ante un posible ataque de Barbarroja.

En 1535 participó en la jornada de Túnez de Carlos V, destacando especialmente en el reconocimiento y ataque a la goleta defendida por Sinán, el Judío, y fue honrado y enriquecido por su participación en la campaña. A su regreso, y oponiéndose a las órdenes de la reina para que se quedase en Valencia, volvió a Gibraltar y se ocupó allí de la fabricación de galeras y de la seguridad de las costas españolas. También en ese año desatendió otra orden de la reina para ir a Génova y fue destituido de su cargo de capitán general.

En 1538 adquirió el señorío del Viso y Santa Cruz y dos años más tarde fue nombrado capitán general de la flota que guarda el mar de poniente desde el estrecho de Gibraltar hasta Fuenterrabía. En 1541, tras el fracaso de la empresa de Argel, Bazán fue a Bujía para recoger al emperador. En 1544 organizó una armada para defender la costa norte española y consiguió una gran victoria sobre los franceses en la ría de Muros, por lo que le felicitó el príncipe Felipe en Valladolid.

En 1545, Martín Cortés, en el prólogo al Breve compendio de la sphera y de la arte de navegar (Sevilla, 1551), alaba a Bazán por la teoría y la práctica en la navegación.

En 1547 era capitán general de la navegación de las Indias y del mar Océano. Este cargo le posibilitó aplicar a las naves de Indias una invención suya, y el 25 de enero de 1550 patentó en Valladolid el “galeón agalerado” que mejoraba notablemente la defensa de los galeones. La cédula de privilegio detalla las características del nuevo navío. En febrero estableció nuevo asiento con el Emperador para armadas equipadas con su “nueva invinción” y se le concedieron privilegios durante quince años para los viajes a Indias y el transporte real y particular de oro, plata, perlas y pasajeros; también la exclusiva de invención para galeones, galeazas y velas, la ratificación durante ese tiempo del título de capitán general en la navegación de las Indias y el traspaso del título a sus hijos si muriese antes de terminar el plazo (como sucedió en efecto), así como beneficios para sus hijos en tierras e indios. A contrato tan ventajoso se opuso, sin éxito, la Universidad de Mercaderes de Sevilla, mientras los nuevos navíos se construían en la costa de Vizcaya.

En 1554, Álvaro de Bazán y dos de sus hijos partieron para Inglaterra como miembros del séquito que acompañaba al príncipe Felipe para celebrar allí su matrimonio con María Tudor. A su regreso, murió Bazán en su casa del Viso el día 15 de septiembre de 1555 y fue enterrado en la iglesia de su villa.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas; Archivo Marquesal de Santa Cruz; Real Academia de la Historia, colección Garibay, E. de Garibay, ms. 9-10-3 2116, fols. 162v.-163v.

M. Cortés, Breve compendio de la sphera y de la arte de navegar, con nuevos instrumentos y reglas, exemplificado con muy subtiles demonstraciones, Sevilla, Antón Álvarez, 1551, fols. VII-VIII; L. Cabrera de Córdoba, Felipe Segundo, Rey de España, vol. I, Madrid, 1876, pág. 23; M. Pando Fernández de Pinedo, Marqués de Miraflores y M. Salva (comps.), Colección de documentos inéditos para la historia de España, vol. L, Madrid, Imprenta de la viuda de Calero, 1867, págs. 265-284; J. F. Pardo Molero, La defensa del Imperio. Carlos V, Valencia y el Mediterráneo, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2001; R. López Torrijos, “Las casas de la familia Bazán en Granada”, en Archivo Español de Arte, LXXIX (2006), págs. 23-42.

 

Rosa López Torrijos