Enríquez de Guzmán, Juan. El de Baza. Baza (Granada), p. m. s. xvi – Madrid, f. s. xvi. Mayordomo real y militar.
Hermano de Enrique Enríquez de Guzmán, IV Señor de la Casa de Baza, en 1535 se incorporó a la Corte como paje del Emperador, volviendo a Baza en 1541 a la muerte de su padre. En los años siguientes quedó al servicio de su hermano, hasta que en 1552 su tío, el duque de Alba, lo mandó llamar a Monzón, donde el Rey había convocado Cortes, para que sirviera, como mayordomo de boca de la Reina, al lado de su hijo, el prior de San Juan Antonio Álvarez de Toledo. Tras la marcha del Soberano a Inglaterra, volvió a Baza, donde su hermano lo designó alcaide de la fortaleza de Baza, en cuyo cargo le sorprendió en 1566 la Real Pragmática para la asimilación cultural de los moriscos, edicto que le permitiría jugar un papel clave en la defensa de los intereses señoriales y de los derechos de la minoría. En 1567 pasó a la Corte, donde —en representación de la nobleza del reino de Granada— manifestó en audiencia al Rey la necesidad de desistir en la aplicación de la pragmática, cosa que no consiguió. En la capital del reino se entrevistó con la delegación morisca que encabezaban Hernando el Habaqquí, alguacil de Alcudia (tierra de Guadix), y Juan Fernández Mofadal, vecino de Granada, y esperaban respuesta regia, volviendo a la ciudad bastetana. Poco tiempo después, las negativas reales provocaron el alzamiento morisco en la Navidad de 1568.
En los primeros días de enero de 1569 su hermano, Antonio Enríquez de Guzmán, alguacil mayor de Baza —a quien correspondía en las defensas preventivas de la ciudad ante el temor del levantamiento de la minoría— le designó capitán de una de las compañías del presidio de Caniles. Poco después, el 5 de enero, con un cuerpo de caballería se uniría en Olula del Río al ejército murciano de su cuñado, el marqués de los Vélez, que marchaba al socorro de Almería. Durante la primera campaña de Luis Fajardo, Enríquez destacó con sus jinetes en las batallas de Huécija (13 de enero), Félix (19 de enero) y Ohanes (1 de febrero), quedando con el adelantado mayor de Murcia en el campo de Terque entre los meses de febrero y marzo. Durante este tiempo su capacidad hizo posible que no se deshiciera el ejército, buscando vitualla y realizando algunas operaciones de castigo en las sierras colindantes, como la acción de Canjáyar.
Hombre de confianza del marqués de los Vélez, en marzo se desplazó a Granada para entrevistarse con Juan de Austria y exponerle el punto de vista de Fajardo en la estrategia militar que debía seguirse en la contienda. Fracasado en su intento, en abril se incorporó de nuevo al campo de Fajardo, donde participaría en la segunda campaña que realizó en La Alpujarra, sobresaliendo en las batallas de Dalías y Berja (2 de jun.). Aquel verano permaneció acantonado en la fortaleza de Adra, desde donde, a partir del día 25 de julio), volvería a intervenir en la tercera campaña del adelantado mayor, destacando especialmente en la batalla de Lucainena (28 de julio). Acampado en el castillo de La Calahorra, en septiembre marchó a Baza para hacerse cargo de los negocios de su hermano Enrique, fallecido a finales de agosto. En su ciudad natal consiguió aquietar a los moriscos de su alfoz que prácticamente estaban a punto de alzarse y, a principios de noviembre, colaboró en el intento de descercar la fortaleza de Oria; al igual que interviniendo militarmente en Orce, acción que evitó que se alzase la villa señorial de su familia, a imitación de Galera, segunda villa del estado que sí lo hizo.
A consecuencia de esta vulnerabilidad que sufría el altiplano, junto a su parentela apoyó una revuelta popular en Baza contra Antonio de Luna, sustituto de su hermano en el gobierno de la frontera, circunstancia que provocó su destitución. Poco después, el 15 de noviembre era nombrado por el capitán general de Granada, gobernador de la frontera de Baza, en cuya tarea facilitaría el desplazamiento del ejército del marqués de los Vélez hacia el sitio de Galera. Recién nombrado gobernador de la frontera de Baza, fracasó en su intento de defender la segunda villa señorial de la familia, pues el 20 de noviembre El Maleh ocupaba Orce. Durante el mes de diciembre facilitó en todo lo posible el desplazamiento del ejército del marqués de los Vélez para poner cerco a Galera, asistiendo al mismo, manteniéndose en el mismo en enero de 1579 cuando fue relevado por Juan de Austria. Participó en el duro asalto del 7 de febrero que recuperó la villa señorial para los Enríquez, toda vez que acompañó al príncipe en la campaña del Almanzora, destacando en el fracasado asalto al castillo de Serón del 18 de febrero. A consecuencia de esta derrota el día 25 fallecía en Baza de sus heridas el ayo de Juan, Luis Quijada, asistiendo en lugar preeminente a su entierro que, por expreso deseo de Felipe II, se realizó con honores regios. Poco después, el 28 de febrero, participó del brutal asalto a Serón, continuando al lado del capitán general de Granada en toda la campaña posterior del río Almanzora.
Durante la primera mitad de 1570 acompañó a Juan de Austria en la campaña alpujarreña, cumpliendo un papel fundamental al lado de Hernando de Barradas y Alonso Granada-Venegas, en las negociaciones de paz que, en representación del Rey, realizaron con el general Hernando El Habaqquí, que lo hacía en nombre del rey Abén Aboo. Las labores fueron todo un éxito, pues Juan de Austria dictó el decreto de reducción en Santa Fe de Mondújar el 23 de abril, culminando las tareas con la reducción que la mayoría de los generales realizaron el 13 de mayo en Fondón. Poco después, tras la marcha de Juan a Granada, Enríquez pasó a Baza, donde intervendría hasta 1571 en diferentes acciones militares tendentes a eliminar los restos del ejército morisco enriscado en la Sierra de los Filabres. Aquel último año colaboraría en las labores de reducción de la minoría en el sector nororiental granadino y señorío de los Vélez, concentrando y preparando a la minoría para su deportación a Castilla, finalizando a primeros de diciembre de 1572. Poco después marcha a la Corte, ocupando su cargo palatino y participando de la vida áulica, en la que introdujo un año antes a su hijo, Juan Enríquez, guardia de a caballo de la casa de Borgoña.
Bibl.: L. del Mármol Carvajal, Historia del rebelión y castigo de los moriscos del Reino de Granada, Málaga, Imprenta Juan René, 1600 (Madrid, Atlas, 1945; ed. con est. prelim. Á. Galán Sánchez, Málaga, Ed. Arguval, 1990); D. Hurtado de Mendoza, De la guerra de Granada, ed. crit. de M. Gómez- Moreno, Madrid, Real Academia de la Historia, 1945 (col. Memorial Histórico Español, vol. XLIX); L. Magaña Bisbal, Baza Histórica, Baza, Asociación Cultural de Baza y su Comarca, 1978 (ed. con est. prelim. de J. Castillo Fernández, Granada, Diputación Provincial, 1996); E. Soria Mesa, Señores y oligarcas: los señoríos del Reino de Granada en la Edad Moderna, Granada, Universidad, 1997; J. Castillo Fernández, “Los que se fueron y los que se quedaron: Destino de los moriscos del norte del Reino de Granada”, en Revista del Centro de Estudios Históricos de Granada y su reino, 12 (1998), págs. 110-125; V. Sánchez Ramos, “Huéscar y el alzamiento de los moriscos (1568-1571)”, Uskar, 3 (1999), págs. 49-82; V. Sánchez Ramos, El II marqués de los Vélez y la guerra contra los moriscos, Almería, Universidad, 1999; V. Sánchez Ramos, “La guerra dentro de la guerra: los bandos moriscos en el alzamiento de Las Alpujarras”, en VV. AA., Actas del VII Simposio Internacional de Mudejarismo, Teruel, Centro de Estudios Mudéjares, 1999, págs. 507-522; J. Fernández Fernández y J. M. García Rodríguez, Galera. Treinta y cinco siglos de historia, Granada, 2000; V. Sánchez Ramos, “La guerra de Las Alpujarras (1568-1579)”, en M. Barrios Aguilera (ed.), Historia del Reino de Granada, Granada, Editorial Universidad de Granada, 2000, págs. 507-542; V. Sánchez Ramos, “Baza y su tierra en la rebelión de los moriscos”, en Péndulo, 2 (2001), págs. 18-37.
Valeriano Sánchez Ramos
