López, Martín. Sevilla, s. XVI – ?, c. 1573. Conquistador, constructor de los bergantines de la toma de Tenochtitlán.
Nació en Sevilla en el seno de una familia noble emparentada con los marqueses de Astorga. En 1516 se embarcó hacia Cuba y allí se unió a la expedición de Cortés hacia la conquista de México. Por su nobleza y fortuna se hizo acompañar de tres criados, y cuentan que, incluso durante las campañas militares, su mesa siempre estuvo bien servida de vinos y acompañada de varios de los soldados más pobres.
Para algunos historiadores, Martín López es el segundo personaje más importante, después de Cortés, en la derrota del imperio azteca. Sin conocimientos de construcción naval, pero con una gran inteligencia intuitiva y habilidad innata, se convirtió en el “ingeniero naval” y constructor de la mayor parte de los bergantines que se utilizaron durante el asedio y la toma de Tenochtitlán, y también los que permitieron la huida de los españoles durante la Noche Triste. Cortés le hizo numerosas promesas sobre tierras y títulos para convencerle de la importancia de su trabajo, y de su aportación económica a la conquista mexicana. Tras la derrota de la Noche Triste, López construyó trece bergantines que costaron unos 6.000 pesos pagados de su propio bolsillo. El propio Martín López fue capitán de uno de los navíos durante la batalla de Tenochtitlán, donde su actuación, recogida por varios cronistas entre ellos Andrés de Tapia, fue decisiva y heroica.
Sin embargo, tras la caída de la capital azteca, Cortés no reconoció en demasía los méritos de su “ingeniero naval” y ni siquiera le pagó la deuda por la construcción de los barcos. Fue la Corona la que, después de varias reclamaciones le entregó 30.000 ducados de oro por el coste de los bergantines. Como premio, Cortés sólo le dio una pequeña encomienda en Tequixquiac y algunas casas de Moctezuma. Poca cosa para quien fuese tan decisivo.
Posteriormente participó en la campaña de Michoacán y regresó a España, se casó dos veces y tuvo doce hijos. En 1537 inició en Castilla un largo peregrinaje judicial que marcaría el resto de su vida con un pleito contra Cortés por su deuda. Tres años después, estando en México, elevó peticiones al virrey Antonio de Mendoza en busca de indemnizaciones y títulos que nunca fueron escuchados.
Empobrecido y bastante frustrado siguió pleiteando para recibir pequeñas migajas de la Corona por sus muchos méritos. Sólo pudo lograr que en 1555 el rey Felipe II le concediera el derecho a usar un escudo de armas en que figuraban unos bergantines como blasón, y el cargo de corregidor de indios en Taxco (México). Volvió definitivamente a España en 1560 y prosiguió su particular batalla judicial. Debió de morir entre 1573 y 1575. Algunos de sus hijos continuaron los pleitos, pues hay documentación al respecto de 1583 y 1590.
Bibl.: C. Harvey Gardner, Martín López Conquistador, Lexington, 1957; H. Thomas, Quién es quién de los conquistadores, Barcelona, Salvat Editores, 2001; J. M.ª González Ochoa, Quién es quién en la América del Descubrimiento, Madrid, Editorial Acento, 2003.
José María González Ochoa