Andrada, Antonio. ?, p. m. s. xvi – f. s. xvi. Conquistador.
No hay información del lugar y fecha de su nacimiento.
Llegó a Costa Rica en la expedición de Juan Vásquez de Coronado en 1562, y cuando este alcalde mayor y capitán general de Nueva Cartago (Costa Rica) se trasladó a España en 1564, Andrada quedó al frente de la provincia por un corto tiempo durante el que llevó a cabo una gestión poco exitosa.
Si en tales circunstancias se ha considerado incluirlo en biografías es porque su gestión como gobernador interino, juez mayor y ex oficial de Cartago tuvo graves consecuencias para la provincia. “En momento, por sus actitudes incoherentes y de evidente incapacidad, no supo sobreponer el interés general, a los de un pequeño grupo de pobladores y conquistadores, remanente de la fracasada expedición de Juan de Cavallón que, instalado en el Valle del Guarco u Oriental, exigía más a los indígenas para que los proveyeran de altas cuotas de maíz, para su sustento; y para lo cual designó a grupos comandados por oficiales y otros pobladores del Guarco, especialmente” (C. Molina, 1993). Estas misiones en busca de alimentos van a originar una serie de enfrentamientos con los naturales que se manifestaron en la resistencia y negativa de éstos a ayudar a los conquistadores en lo que eran sus labores habituales. Además, cuenta el historiador Carlos Molina, este hecho provocó el abandono voluntario de muchos vecinos “por las prolongadas ausencias de sus autoridades, ocupados en las espaciosas expediciones al Atlántico; y, quizá, más importante, la decadencia de dicha ciudad como vanguardia de la marcha a ‘las tierras del oro’, por la falta de capacidad y pocos recursos de los últimos tenientes de gobernación: Andrada y Venegas de los Ríos [...]”.
Como consecuencia, Cartago se trasladó al llano de Mata Redonda, sin haber logrado un asiento definitivo, en el interior de la provincia.
Bibl.: C. Molina Montes de Oca, Garcimuñoz, la ciudad que nunca murió, San José, Universidad Estatal a Distancia, 1993, págs. 189, 216, 221, 223, 229, 230 y 240.
Óscar Aguilar Bulgarelli