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Juan Antonio Olavarrieta

Biografía

Olavarrieta, Juan Antonio. José Joaquín de Clararrosa. Munguía (Vizcaya), 1763 – Cádiz, 27.I.1822. Fraile franciscano (OFM) exclaustrado, médico y publicista liberal exaltado.

Este fraile, que cambiando de estatus ejerció de médico buena parte de su vida y destacó como periodista y escritor polémico durante el Trienio Liberal, nació en Munguía en 1763 —posteriormente, cuando adoptó la personalidad del médico y periodista José Joaquín de Clararrosa, rebajó en dos años su edad y decía que nació en Lequeitio—. Fue hijo de Domingo de Olavarrieta y Ana María Elorza, probablemente era el segundón de una familia acomodada, y como tal fue destinado al claustro. En 1776 tomó los hábitos franciscanos en el Convento de Nuestra Señora de Aránzazu en Santander. Desde 1790 hasta al menos 1795 estuvo viajando como capellán en los barcos de la Compañía de Filipinas. El 4 de diciembre de 1790 figura como tal en la fragata Nuestra Señora de los Dolores, que en abril de 1791 llegó a Lima. Allí se estableció y publicó los dieciséis ejemplares de su Semanario Crítico en el que, desde una aparente ortodoxia, defendió la ilustración y la libertad. En 1795 se dice cansado de viajar y, habiéndose secularizado, por cuenta propia se afincó en Cádiz con la intención de ejercer como periodista. El 23 de junio solicitó licencia para publicar el Diario Gaditano, Literario, Comercial, Político y Económico; después de que trascurriese un año sin obtener respuesta y de que en marzo de 1796 le ocurriese lo mismo con el estudio Informe histórico del Comercio interior, y exterior de las provincias de Perú entre sí, y con nuestra Península, el 1 de abril de 1796 empezó a publicar el Diario de Cádiz, del que sacaría cincuenta y siete números, con el único permiso del gobernador de Cádiz Joaquín Mayoné y Ferrari y después de haber estampado un número de muestra a modo de prospecto el 8 de marzo.

Aunque cosechó éxito en poco tiempo, la imprudencia de publicar un extracto de un proyecto militar divulgado en Madrid hizo que el Gobierno conociese la edición del papel y ordenase su recogida.

Ante la nueva situación, el 18 de octubre de 1796 embarcó como pasajero en la fragata Leocadia con destino a Guayaquil, decidido a romper cualquier vínculo con el estamento eclesiástico y a iniciar una nueva vida como civil. Iba acompañado por el coronel Jacinto Bejerano, que pertenecía al entorno del gobernador de Guayaquil Juan Mata de Urbina, con quien pronto entraría en contacto Olavarrieta, y que trató de ayudarlo en su deseo de convertirse en laico. Mientras tanto, en la Península en marzo de 1797 se iniciaba contra él un proceso inquisitorial por proposiciones consistentes en opiniones ateas y heterodoxas, por el que la Inquisición decretó su arresto y el embargo de sus bienes, aunque la ausencia del acusado hizo que la condena no se pusiese en práctica. En Guayaquil permaneció durante tres años bajo la protección del citado Mata Urbina. En 1800, precisado por las circunstancias económicas, Olavarrieta tuvo que resignarse a ocupar una plaza de cura coadjutor en Axuchitlán (Michoacán-México), en cuya consecución medió la suegra del referido gobernador. Allí compuso el pequeño tratado materialista El hombre y el bruto. Su escribiente lo denunció y el 30 de octubre de 1802 la Inquisición Novohispana inició un largo proceso contra Olavarrieta, que acabó el 26 de mayo de 1803 con la declaración del acusado de hereje formal, ateísta deísta, materialista y reo de lesa majestad pontificia y real, por lo que fue condenado a excomunión mayor y reclusión perpetua. Tras esto comenzaron los preparativos para que fuese traído a España, donde debía cumplir la pena. El 9 de junio de 1804 salió de Veracruz en la fragata Anfitrite, y en fecha indeterminada llegó a Cádiz, donde estuvo siete meses en el calabozo, tras los que fue conducido a Madrid, momento que aprovechó para escapar.

A partir de este punto cambió su identidad por la de José Joaquín de Clararrosa. Después de toda una serie de falsificaciones documentales, ejerció como médico en Portugal. Primero se estableció en Lisboa en 1807 o antes, y a partir de 1808 se instaló en la zona del Algarve. En Lisboa se casó con Maximiliana Candía Pesol, con quien no tuvo descendencia, a pesar de que la mixtificación creada sobre el personaje le ha atribuido amantes e incluso hijos para justificar la elección de tan enrevesado seudónimo, tras el cual hoy se sabe que lo que se oculta es el nombre de dos de sus hermanas: Clara y Rosa.

Su etapa portuguesa tampoco estuvo exenta de incidentes. En 1815 se vio envuelto en una persecución médico-eclesiástica, originada por la bofetada que propinó a un sacristán el día de Pascua, que dio lugar a toda una campaña en su contra, en la que numerosos pacientes lo acusaron de ser un curandero y un aventurero español. Entre 1818 y 1819 pidió permiso para establecer fábricas del agua medicinal conocida como de Inglaterra, que quería comercializar con el nombre de “chinchonate febrífugo de Fernando VII”, en Sevilla o El Puerto de Santa María. No lo logró, pero tras el grito de Riego regresó a Cádiz a mediados de 1820 y pronto —el 15 de septiembre— empezó a publicar su Diario Gaditano y una extensa nómina de folletos que lo convertirían pronto en uno de los más destacados publicistas del liberalismo exaltado.

Dentro del conjunto de escritos del vizcaíno, cuyo eje fundamental era la necesidad de llevar a cabo una profunda reforma religiosa y perfilar las relaciones Iglesia-Estado que enfocó siempre desde una perspectiva laica, habría que distinguir, por un lado, aquellos que guardan relación con las polémicas mantenidas con otras personalidades, donde se sitúan, por ejemplo, el Juicio Imparcial, La Concordata en Triunfo o la Teoría para la Organización de una Concordata, que forman parte de las disputas que mantuvo con Francisco de Solchaga, con José María Lasso de la Vega y con el obispo de Cádiz Francisco Javier Cienfuegos. Junto a estos textos se encuentran otros en los que Clararrosa recurre a la exposición ensayística o a la sátira y al anticlericalismo más popular para exponer sus ideas, como sucede en la Respuesta que da el ciudadano José Joaquín de Clararrosa a las cien preguntas o en el Diccionario Tragalológico. Con un tono más literario redactó su Viaje al mundo subterráneo, en el que se deja sentir su inquina hacia la Inquisición.

En el resto de sus obras se centra en la divulgación y la exposición didáctica de la Constitución, como hace en las Reflexiones políticas o en el Catecismo Constitucional. También toca aspectos económicos en Hablemos de Par en Par, y en obras como la Balneología médica adopta una faceta de higienista que enlaza con su pasado lisboeta. Póstumamente se estamparían sus Cartas a madama Leocadia, marcadas por el materialismo y con las que pretendía dar el golpe final al fanatismo y la superstición. Sin embargo, esta prolija carrera de escritor público iniciada en el Trienio quedó drásticamente frenada cuando el 8 de enero de 1822 ingresó en prisión por el contenido de dos artículos del Diario Gaditano n.º 466 (4 de enero de 1822), en los que quedaba dibujada la asonada que contra el poder central se planeaba desde la rama más exaltada del liberalismo y se llamaba a la ciudadanía a colaborar. Clararrosa se convirtió en cabeza de turco de la represión. El 25 de enero salió de la cárcel por motivos de salud para morir dos días más tarde. Su entierro civil, el primero en la historia de España, tuvo lugar el día 28 de enero, la comitiva que acompañaba al difunto, amortajado con su ropa ordinaria y la Constitución en las manos como fue su deseo, desfiló por las calles de Cádiz con hachones y ramas de olivo, cantando canciones patrióticas. Esta última provocación es reflejo y resumen de la algarada patriótica y exacerbada que fue su vida.

 

Obras de ~: Semanario Crítico, Lima, Imprenta de los Niños Huérfanos, 1791; Diario de Cádiz, Cádiz, Imprenta de Manuel Ximénez Carreño, 1796; Apuntes de la Obra el Hombre y el Bruto. Discurso sobre la diferencia de las operaciones que sirve de preliminar al tratado de La Naturaleza. Obra reservada a la vida privada del hombre juicioso, c. 1800-1801, ms. (transcr. en el Boletín de Archivo General de la Nación, t. V, n.º 5 [1934]; ed. de D. Muñoz Sempere y B. Sánchez Hita, con el tít. Viaje al mundo subterráneo y secretos de la Inquisición revelados a los españoles; seguido de El hombre y el bruto y otros escritos, pról. de A. Gil Novales, Salamanca, Plaza Universitaria, 2003, págs. 165-188); Reflexiones políticas sobre diferentes artículos de la Constitución de la Monarquía Española por el ciudadano José Joaquín de Clararrosa, Cádiz, Imprenta de Carreño, 1820 (ed., introd. y notas de F. Durán López, con el tít. Diccionario tragalológico y otros escritos políticos [1820-1821], Bilbao, Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco = Euskal Herriko Unibertsitateko Argitalpen Zerbitzua, 2005); Catecismo constitucional o breve compendio de la constitución de la monarquía española, acomodado a la comprensión de los niños que frecuentan las aulas de primeras letras, utilísimo sobre todo para las clases iletradas de la Nación. Ofrecido a la Junta Suprema Interina por el ciudadano José Joaquín de Clararrosa, Cádiz, Imprenta de Carreño, 1820; Viaje al mundo subterráneo y secretos del Tribunal de la Inquisición revelados a los españoles por el ciudadano José Joaquín de Clararrosa, Cádiz, Imprenta de Roquero, 1820 (4.ª ed., Cádiz, Imprenta de la Sincera Unión, 1821) [ed., introd. y notas de D. Muñoz Sempere y B. Sánchez Hita, con el tít. Viaje al mundo subterráneo y secretos de la Inquisición revelados a los españoles; seguido de El hombre y el bruto y otros escritos, op. cit., págs. 99-161]; Ciudadanos Españoles, Cádiz, Imprenta de Roquero, 1820; Teoría para la organización de una Concordata que la nación española puede celebrar con S. S. para la reforma del clero, si el sabio y respetable Congreso de las Cortes tuviese por conveniente acceder a los vehementes y uniformes deseos de los amantes de la Patria. Por el ciudadano José Joaquín de Clararrosa, Cádiz, Imprenta de Carreño, 1820; Tentativa analítica en respuesta a la impugnación de la Teoría de la Concordata. Por el autor de la misma, Cádiz, Imprenta de Roquero, 1820; La Concordata en triunfo sobre Autoridades de SS. Padres, cánones de concilios, doctrina de los teólogos más doctos y ortodoxos de la cristiandad y sobre la práctica de la primitiva iglesia [] por el ciudadano Clararrosa, Cádiz, Imprenta de Roquero, 1820; Manifiesto que da al público, el ciudadano José Joaquín de Clararrosa, sobre la pastoral que S. S. I. mandó publicar el primero de noviembre en todas las parroquias de esta capital, Cádiz, Imprenta de Roquero, 1820; Juicio imparcial crítico y discutido sobre los errores políticos, canónicos, civiles y religiosos contenidos en la representación intitulada Observación respetuosa que el Excmo. y reverendísimo padre general de capuchinos, dirigió a S. M. y a las cortes acerca de la comisión sobre la reducción y reforma de los regulares mendicantes. Por el ciudadano José Joaquín de Clararrosa, Cádiz, Imprenta de Roquero, 1820; El luto de Nueva España o la muerte del capitán Mugier en la Inquisición de Méjico, Cádiz, Imprenta de Roquero, ¿1820?; Diario Gaditano de la Libertad e Independencia Nacional, Político, Mercantil, Económico y Literario, Cádiz, Imprenta de Roquero, de Trujillo, de Clararrosa y Sincera Unión, 1820-1822; Hablemos de par en par. Reflexiones que da el ciudadano Clararrosa sobre el plan de hacienda nacional, y deferentes otros ramos de la administración pública, Cádiz, Imprenta de la Sincera Unión, 1821 (ed. de B. Sánchez Hita y D. Muñoz Sempere, “Hablemos de par en par de José Joaquín de Clararrosa: las reformas económicas de 1821 o la revolución frustrada”, en Cuadernos de Ilustración y Romanticismo [Universidad de Cádiz], n.º 9 [2001], págs. 183-197); Respuesta que da el ciudadano José Joaquín de Clararrosa a las cien preguntas anónimas sobre los cuerpos regulares, rentas eclesiásticas, y otros puntos de disciplina, dedicado a las clases municipales de esta heroica ciudad de Cádiz, maestros y oficiales de todas las artes y ejercicios mecánicos, Cádiz, Imprenta de Roquero, 1821; Balneología médica, teórico-práctica o arte de aplicar los baños a beneficio de la salud pública. Por el ciudadano José Joaquín de Clararrosa, Cádiz, Imprenta de la Sincera Unión, 1821; Diccionario tragalológico o Biblioteca de todo lo tragable por orden alfabético. Por el ciudadano José Joaquín de Clararrosa, Cádiz, Imprenta de la Sincera Unión, 1821 [ed., introd. y notas de F. Durán López, con el tít. Diccionario tragalológico y otros escritos políticos (1820-1821), op. cit.]; Cartas familiares del ciudadano José Joaquín de Clararrosa a madama Leocadia que da a la luz un amante de la verdad y amigo de su autor E. Z., Cádiz, Imprenta de la Sincera Unión, 1822; Teoría político económica sobre el reclutamiento de tropas, organización de una fuerza militar nacional, y proyecto económico para su conservación, para su pagamiento y alivio de los oficiales y soldados. Ofrecida a la Junta Provisional del Gobierno Nacional, ms. en Archivo del Congreso de los Diputados, Papeles Reservados de Fernando VII, leg. 41, págs. 375-381.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de la Nación, “Causas de Estado e Inquisición…”, en Boletín del Archivo General de la Nación (México), 1934, t. V, n.º 4, págs. 486-505 y n.º 5, págs. 683-703; Archivo General de Indias, Quito, 319, n.º 16; Estado, 30, n.º 41; Archivo Nacional da Torre do Tombo (Lisboa), Maço 518, n.º 8, 512, n.º 23 y n.º 7 y 784 n.º 49; Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 5433, n.º 62; Archivo del Congreso de los Diputados, Papeles Reservados de Fernando VII, leg. 41; Archivio Segreto Vaticano, Segr. Stato, Esteri, B. 430, anno 1822 rubr. 249 fasc. 2.

J. M.ª Azcona, Clararrosa, masón y vizcaíno, Madrid, Espasa Calpe, 1935; E. D. Temple, Periodismo peruano del siglo XVIII. El Semanario Crítico, Lima, Lumen, 1943 (separata de la revista Mercurio Peruano, vol. XXV, n.º 198); A. Gil Novales, “Clararrosa, americanista”, en A. Gil Novales (ed.), Homenaje a Noël Salomón, Barcelona, Universidad Autónoma, 1979, págs. 113-125; M. Ravina Martín, “El entierro de un masón: José Joaquín de Clararrosa (1822)”, en Revista de Historia Contemporánea, n.º 1 (1981), págs. 65-80; A. Gil Novales, “Ilustración y materialismo en España: Las Cartas a Leocadia, de José Joaquín de Clararrosa”, en Del Antiguo al Nuevo Régimen en España, Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1986, págs. 159-174; R. Forns Broggi, La estrategia comunicativa del Semanario Crítico de Olavarrieta: ilustración y polémica en el periodismo limeño de 1791, tesis de bachiller, Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Lingüística y Literatura, 1988 (inéd.); A. Gil Novales, Diccionario Biográfico del Trienio Liberal (DBTL), Madrid, Ediciones del Museo Universal, 1991; R. Forns Broggi, “Relectura del Semanario Crítico de Juan Antonio de Olavarrieta (Lima, 1791)”, en Lexis, vol. XV, n.º 1 (1991); G. Dufour, “Eclesiásticos adversarios del Santo Oficio al final del Antiguo régimen”, en Á. del Prado Moura (ed.), Inquisición y Sociedad, Valladolid, Universidad, 1999, págs. 157-192; R. Zamaolla Armejo, “La polémica entre el Mercurio Peruano y el Semanario Crítico (1791)”, en Histórica, vol. XVII, n.º 1 (julio de 1993), págs. 109-118; B. Sánchez Hita y D. Muñoz Sempere, “Hablemos de par en par de José Joaquín de Clararrosa: las reformas económicas de 1821 o la revolución frustrada”, op. cit., págs. 183-197; M. Benítez, “Trazas de pensamiento radical en el mundo hispánico en los tiempos modernos”, en E. Bello Reguera y A. Rivera García (eds.), La actitud ilustrada, Valencia, Biblioteca Valenciana, 2002; D. Muñoz Sempere y B. Sánchez Hita (eds.), Viaje al mundo subterráneo y secretos de la Inquisición revelados a los españoles. Seguido de El Hombre y el Bruto y otros escritos, op. cit.; B. Sánchez Hita, “La tercera edición del Viaje al mundo subterráneo de José Joaquín de Clararrosa: notas bibliográficas sobre la vanidad de un escritor”, en Cuadernos de Ilustración y Romanticismo, n.º 12 (2003), págs. 107-119; “La Constitución en preguntas y respuestas: el Catecismo constitucional de José Joaquín de Clararrosa”, en A. Ramos Santana (coord.), XI Encuentros de la Ilustración al Romanticismo. La Ilusión Constitucional: Pueblo, Patria y Nación, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad, 2004, págs. 191-210; E. Larriba, “La prensa, verdadera vocación de tres eclesiásticos a finales del Antiguo Régimen”, en Hispania nova, n.º 4 (2004) (http:// hispanianova.rediris.es/4/artículos/04_004.htm); M. Benítez, “Un fraile libertino en la América colonial: Juan Antonio Olavarrieta y el círculo de Urbina en Guayaquil”, en Cuadernos de Ilustración y Romanticismo. Revista del Grupo de Estudios del Siglo xviii de la Universidad de Cádiz, n.º 13 (2005); F. Durán López (ed.), José Joaquín de Clararrosa. Diccionario Tragalológico y otros escritos políticos (1820-1821), op. cit.; “El Fraile que se hizo Ciudadano. Olavarrieta/Clararrosa y la Reforma Eclesiástica del Trienio Liberal”, en Bulletin dHistoire de lEspagne (2005); “Libertad de prensa y lucha de partidos en el Trienio Constitucional: los procesos contra el Diario Gaditano de José Joaquín de Clararrosa”, en El Argonauta Español, n.º 2 (2005) (en http://argonauta.imageson.org/document61.html); A. Gil Novales, “De Clararrosa a Clara-Azucena, y retorno”, en F. Carantoña Álvarez y E. Aguado Cabezas (coords.), Ideas reformistas y reformadores en la España del siglo XIX: los Sierra Pambley y su tiempo, Madrid, Biblioteca Nueva, 2008, págs. 57-70; B. Sánchez Hita, José Joaquín de Clararrosa y su Diario Gaditano (1820-1822): Ilustración, periodismo y revolución en el Trienio Liberal, Cádiz, Universidad, Servicio de Publicaciones, 2009; Juan Antonio Olavarrieta, José Joaquín de Clararrosa: periodista ilustrado: aproximación biográfica y estudio del Semanario Crítico (Lima, 1791) y del Diario de Cádiz (1796), Cádiz, Fundación Municipal de Cultura, Ayuntamiento, 2009; De Olavarrieta a Clararrosa: el fraile que se hizo escritor público y sus periódicos. Aproximación al Seminario Crítico (1791), Diario de Cádiz (1796) y Diario Gaditano (1820-1822), y edición de los textos más significativos, Madrid, Congreso de los Diputados, Departamento de Publicaciones, 2011.

 

Beatriz Sánchez Hita

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