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Carlos Valcárcel y Ussel de Guimbarda

Biografía

Valcárcel y Ussel de Guimbarda, Carlos. Mula (Murcia), 9.XI.1819 – Madrid, 23.IV.1903. Marino, senador y ministro de Marina.

Perteneciente a hidalgo linaje asentado de antiguo en la villa murciana de Mula y a familia de marinos, sentó plaza en la Escuela de Guardia Marinas de Cartagena en 1833, para incorporarse cuatro años más tarde al servicio activo. Primero en la división naval de operaciones en el litoral de Cataluña, donde tomó parte en varios hechos de armas durante la Guerra Carlista, y más tarde con destino en el apostadero de La Habana, sirviendo en diferentes guardacostas como alférez de fragata y luego de navío.

De regreso en la metrópoli al término de seis años de permanencia en América, y ascendido al empleo de teniente de navío (10 de octubre de 1846), se le entregó el mando de varios buques, en cuyo ejercicio prestó servicio en aguas de la Península y Baleares, y luego en las Antillas, adonde regresó un tiempo después en misión especial, siendo recompensado con diferentes menciones y honores. De nuevo en la Península, desempeñó sucesivamente los destinos de oficial del Almirantazgo, ayudante del director general de la Armada y secretario de la Comandancia General de Ingenieros. Promocionado al empleo de capitán de fragata, después de permanecer un tiempo como secretario del Consejo de Redenciones y Engaches, fue destinado una vez más a Cuba.

Desempeñaba el cargo de comandante de Marina de la provincia de Matanzas y capitán de ese puerto, cuando en 1865 el ministro de Marina, general Armero, a cuyas órdenes había estado Valcárcel en La Habana durante su primera estancia en la Gran Antilla, le hizo regresar, recompensó sus servicios con el grado de capitán de navío, le confió varias misiones de confianza, y le dio el mando de la fragata Resolución. Con la misma participó en la guerra del Pacífico, a las órdenes de Pareja primero y de Méndez Núñez más tarde, destacándose en actuaciones diversas (bloqueo de Valparaíso, captura de tres buques chilenos, bombardeo de Callao), que le valieron el ascenso a brigadier de la Armada.

De regreso a Europa, la Resolución fue sorprendida en el cabo de Hornos por tan durísimos y tenaces temporales (abril de 1866) que el buque perdió el timón y el codaste exterior, resultando inútiles cuantas tentativas realizó Valcárcel para formar una espadilla con la que gobernar el barco, el cual quedó al garete durante catorce días, sin víveres y con una tripulación y pasaje (prisioneros de guerra) víctimas del escorbuto. A la deriva, llegaron a la isla de los Leones, desde donde una chalupa logró alcanzar la colonia británica de Port Stanley, hasta donde un buque pudo remolcar a la fragata española, salvándola de su crítica situación. Reparadas las averías y repuestos los tripulantes de tantas penalidades, la Resolución prosiguió viaje, pudiendo reunirse en Río de Janeiro con el resto de la escuadra, mereciendo Valcárcel felicitaciones oficiales y aclamación general por su actuación en tan épica singladura, reconocimiento que, todavía más entusiasta, le fue reiterado al rendir viaje en Cartagena el 31 de diciembre de 1867.

Designado vocal de la Junta Superior Consultiva de Marina, permaneció en Madrid hasta que, tras la Septembrina, ese cuerpo fue disuelto, pasando a desempeñar el cargo de fiscal militar del Almirantazgo. Ascendido a contraalmirante (1869), le fue entregado el mando del departamento de Cartagena y el de la escuadra del Mediterráneo, confiándosele, entre otras misiones, pasar a Génova con una división naval, para trasladar a España a la reina María Victoria, esposa del nuevo monarca español Amadeo I. Vicepresidente del Amirantazgo en el bienio 1871-1872, cuando en el verano de 1873 el gobierno central perdió el control de Cartagena y Cádiz, y del grueso de sus fuerzas navales por hallarse la mayoría de los buques de guerra surtos en esos puertos y sus tripulaciones sumadas a la revolución cantonalista, fue confiado a Valcárcel el mando del departamento de Ferrol como capitán general del mismo, único controlado por Madrid, con la cuádruple misión de reorganizar los efectivos navales disponibles, restablecer la normalidad en el de Cádiz, bloquear el litoral cantábrico para privar de socorros desde el mar a los carlistas y emprender un eficaz bloqueo de la plaza de Cartagena hasta obtener su rendición, objetivos, los cuatro, logrados a plena satisfacción tras meses de tenaces esfuerzos (enero de 1874).

Proclamado Alfonso XII, y designado Valcárcel miembro de la Junta Consultiva, el Ministerio de Regencia, asumido por Cánovas del Castillo, le incluyó en la Comisión de notables que, en el nombre de la nación, acudió a Valencia a recibir al Monarca, y acompañarle después a Madrid. Ocupado de nuevo en el bloqueo naval de la insurrección carlista, próximo el final de la misma, el gobierno le confió el mando del Apostadero de La Habana, desde cuyo difícil puesto colaboró con los capitanes generales Martínez Campos y Jovellar en reducir la sedición cubana hasta lograr el restablecimiento pleno de la soberanía española y de la normalidad (convenio de Zanjón), siendo recompensados sus servicios con las Grandes Cruces de Carlos III y del Mérito Naval. De regreso en la Península, fue asignado al Ministerio de Marina con diferentes funciones y encargos, entre los cuales, miembro de la Comisión de Reformas para Cuba y consejero de Estado. En esta época fue elegido también (1881) senador por la provincia de Murcia.

Promovido al empleo de vicealmirante (14 de abril de 1881), ocupó los máximos puestos de su ramo en Madrid, siendo ministro de Marina entre el 13 de octubre de 1883 y el 18 de enero de 1884 (gabinete de Posada Herrera), breve etapa durante la cual puso en marcha un amplio y fecundo plan de reformas, coordinado por una Junta, de cuya Sección Técnica pasó a ser presidente al cesar como ministro.

Ya con el rango de almirante (desde 1884), le fue encomendado el mando de la Capitanía General del Departamento de Cartagena, empleo que desempeñó hasta su retiro diez años más tarde, siendo en ese tiempo senador por Murcia en varias legislaturas (1881-1892), vitalicio desde e 1893 y por derecho propio desde 1899.

Valcárcel se hallaba casado con Manuela Ruiz de Apodaca, hija del almirante de igual apellido y sobrina nieta del célebre marino Cosme Damián Churruca.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Marina (El Viso del Marqués, Ciudad Real), hojas de servicios: Valcárcel y Ussel de Guimbarda, Carlos (1819-1903).

I. Guirado Cabrerizo, “Excmo. Sr. D. Carlos Valcárcel”, en Cartagena Artística. Ciencias, Arte y Literatura, t. II, n.º 31 (febrero de 1891), págs. 1-3; M. Bahamonde Ortega, La Administración de la Marina Militar, Madrid, Ministerio de Marina, 1888; M. Fernández Almagro, Política naval de la España moderna y contemporánea, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1946; C. Ibáñez de Ibarra, Almirantes y hombres de mar, Cádiz, Librería Cerón, 1942; J. Cervera Pery, Marina y política en la España del siglo xix, Madrid, Editorial San Martín, 1979; J. B. Vilar, Los murcianos y América, Madrid, Mapfre, 1992; J. M. Cuenca Toribio y S. Miranda García, “Estudio sociológico de los ministros de Marina”, en Anuario Jurídico y Económico Escurialense, XXIX (1996), 1009-1032.

 

Juan Bautista Vilar Ramírez

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