Borbón y Borbón, Enrique de. Duque de Sevilla (I). Sevilla, 17.IV.1823 – Dehesa de los Carabancheles, Alcorcón (Madrid), 12.III.1870. Infante de España, y capitán general de la Marina española.
Bautizado como Enrique María Fernando Carlos Francisco Luis Juan Aniceto José Ramón Sebastián Ceferino Pedro Pablo Andrés Jacobo Juan Felipe Bartolomé Mateo Simón Tadeo Matías Lucas Marcos, tercer hijo varón del infante Francisco de Paula y de la infanta Luisa Carlota, nació en los Reales Alcázares de Sevilla el 17 de abril de 1823, y, carente del rango de infante de España, fue nombrado duque de Sevilla y Grande de España de primera clase ese mismo día por su tío, el rey Fernando VII. Al día siguiente fue investido como caballero de la Orden del Toisón de Oro. El 2 de diciembre de ese mismo año le fue concedido también el rango y el tratamiento de infante de España. Se educó principalmente en el Liceo Enrique IV de París, a causa de los varios destierros de sus ambiciosos padres. Tras fugarse a Bélgica en su juventud, regresó a España e ingresó en la Marina; en 1843 alcanzó el grado de teniente de navío y en 1845 el de capitán de fragata. Ese mismo año fue propuesto como pretendiente de su prima hermana la reina Isabel II, en medio de aquel complejo proceso conocido en las chancillerías europeas como “los matrimonios españoles”. No obstante, temido por sus tempranas tendencias revolucionarias, quedó descartado como posible rey consorte; este hecho marcó el resto de su vida.
En 1845 participó en un intento de revuelta en Galicia, que le valió un primer exilio en Francia. Desde allí viajó por toda Europa y llegó a ser propuesto para el trono de México, proyecto por el que mostró escaso interés. De regreso a España se enamoró de la hija del conde de Castellá —Elena de Castellví y Shelly—, con quien se fugó a Roma, donde contrajo matrimonio el 6 de mayo de 1847, en contravención con las leyes dinásticas y en contra de la voluntad de la reina Isabel II. Tras su boda, perdió el rango de infante y emprendió un nuevo exilio en Francia, donde se dedicó a publicar encendidas proclamas revolucionarias. En 1848 aplaudió la revolución que asoló Europa y acabó con la monarquía burguesa francesa; reivindicó para sí el título de primer republicano e invitó al pueblo español a alzarse contra el Gobierno. En 1854 solicitó el perdón de la Reina y regresó a España, donde un año después le fueron devueltos sus títulos y en 1856 fue rehabilitado en la Marina.
En 1857 fue expulsado nuevamente de España por la publicación de varias proclamas revolucionarias. En 1860 regresó con el rango de capitán general de la Armada; en 1863 fue nombrado teniente general del Ejército de Tierra. Ese mismo año falleció su esposa Elena y, aunque el infante consideró la posibilidad de un segundo matrimonio con la princesa Ana Murat o con la archiduquesa María Luisa de Austria, nunca pasó a segundas nupcias. Desde entonces, dedicó todos sus esfuerzos a la causa revolucionaria: intentó intervenir en la Primera Internacional y afirmó su pertenencia a la masonería.
En España tomó partido por los liberales, se enfrentó al Gobierno y a las intrigas de su primo, el duque de Montpensier. Esto le supuso un tercer exilio así como volver a ser privado de sus títulos y sus honores. Residió en Londres y en París con el título de duque de Sagunto. Tras la Revolución de 1868 en España, se reencontró con la reina Isabel en París: allí aconsejó a la Soberana que abdicase en su hijo, el príncipe Alfonso. Asimismo, defendió la memoria de la Reina destronada, enemistándose con el duque de Montpensier mediante un manifiesto publicado en 1870 y con una carta en la que llegó al insulto. El duque le desafió a un duelo a pistola, celebrado en la Dehesa de los Carabancheles el 12 de marzo de 1870, que concluyó con la muerte de Enrique, tras varios disparos de ambas partes.
El infante fue enterrado en el cementerio de San Isidro de Madrid; al entierro le siguió un funeral masónico.
Le sobrevivieron cuatro de sus cinco hijos: Enrique, Francisco, Alberto y María del Olvido de Borbón y Castellví.
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Ricardo Mateos Sáinz de Medrano