Borbón y Borbón, Luisa Teresa de. Duquesa de Sessa (XVI). Aranjuez (Madrid), 11.VI.1824 – Madrid, 27.XII.1900. Infanta de España.
Bautizada como Luisa Teresa María del Carmen Francisca de Asís, segunda hija del infante Francisco de Paula y de la infanta Luisa Carlota, nació en el palacio de Aranjuez el 11 de junio de 1824. Al igual que el resto de sus hermanos y hermanas, su infancia y su educación transcurrieron entre España y Francia a causa de los diversos exilios sufridos por sus ambiciosos padres que, de forma persistente e infructuosa, intentaron influir en la política española durante los primeros años del reinado de Isabel II. Estudió en el convento colegio de Oiseaux, en París, y en 1840 volvió junto a sus padres de forma definitiva a España y se estableció en el Palacio Real de Madrid.
Allí trabó una gran amistad con su prima hermana, la reina Isabel II, por su carácter afable y convencional que compensaba su falta de belleza. Gracias a la intervención de su tía, la reina viuda María Cristina, la infanta se comprometió en matrimonio con José María Osorio de Moscoso y Carvajal, hijo de los duques de Sessa y heredero de la noble casa de Astorga-Altamira, una de las más poderosas de la España de su tiempo. El matrimonio, a pesar de ser de rango desigual para la infanta, contó con el consentimiento explícito de la Reina, permitió a la infanta conservar su rango y se celebró el 10 de febrero de 1847 en el bello palacio de los duques en Madrid, conocido como palacio de Altamira. Pocos meses después, la Soberana concedió al esposo de la infanta la Orden del Toisón de Oro y, unos años más tarde, tras el fallecimiento de su padre, José María heredó los numerosos títulos del reino de su progenitor —entre los cuales baste citar los ducados de Sessa, Atrisco y Montemar, los marquesados de Astorga, Ayamonte y Leganés, y los condados de Cabra, Altamira y Trastámara—, además de las dieciocho Grandezas de España acumuladas en su casa y el cargo honorífico de canónigo perpetuo de la santa iglesia catedral de León —como jefe de la casas históricas de Osorio, Moscoso, Guzmán y Fernández de Córdoba— que llevaban adscrito un muy notable patrimonio en tierras, rentas y bienes muebles e inmuebles.
Luisa Teresa y José María fueron relevantes en la corte de Isabel II: representaron grandes apoyos para la Soberana tras la Revolución de 1868, que acabó con la Monarquía en España. Para entonces, la desvinculación de los señoríos y los gastos de mantenimiento de la Familia Real en el exilio ya habían menguado notablemente el patrimonio de los Sessa, que se vieron obligados a vender propiedades y palacios, como el de Villamanrique —en la provincia de Sevilla—, que adquirió el duque de Montpensier. A ello no fue ajeno el carácter derrochador de Luisa Teresa, que gastó enormes sumas en mantener un alto tren de vida entre Madrid, París y Biarritz. El arruinado duque, senador del reino durante largos años, falleció en su palacio de Cabra, en Córdoba, el 4 de noviembre de 1881. Su esposa y sus tres hijos le sobrevivieron: Francisco de Asís heredó el grueso de los títulos de la casa, Luis fue conde de Cabra y María Cristina fue duquesa de Atrisco y contrajo matrimonio con el príncipe francés Eugenio de Beauffremont-Courtenay. La infanta, dama de la Orden española de María Luisa y de la Orden austríaca de la Cruz Estrellada, sobrevivió hasta 1900. Falleció de bronconeumonía en su casa de Chamartín, en Madrid, el 27 de diciembre de aquel año. Fue enterrada en el Panteón de Infantes del monasterio de El Escorial.
Bibl.: R. Mateos Sáinz de Medrano, Los desconocidos infantes de España. Casa de Borbón, Barcelona, Thassàlia, 1996; “The unconventional sisters of King Francisco de Asís of Spain”, en The European Royal History Journal (San Francisco), 22 (abril de 2001); P. van Kerrebrouck, La Maison de Bourbon, 1256-2004, t. I, Villeneuve d’Ascq, 2004; R. Mateos Sáinz de Medrano, Nobleza obliga, Madrid, La Esfera de los Libros, 2006.
Ricardo Mateos Sáinz de Medrano