Arizcun y Heredia, María de las Angustias. Condesa de Heredia-Spínola (III). Granada (España), 8.XI.1826 – Madrid, 9.VIII.1896. Dama noble.
Hija de Miguel de Arizcun y Tilly, III conde de Tilly y V marqués de Iturbieta, cuyos títulos heredó. Su madre, hija del II conde de Heredia Spínola, falleció a los veinticuatro años, dejando a su hija de dos años de edad. Contrajo matrimonio con Luis Martos y Potestad, en 1852, que había abandonado las armas como teniente coronel para comenzar su carrera política.
Residió, desde ese momento, en la casa de la calle Hortaleza de Madrid, hasta el traslado al palacete de la calle de Fernando el Santo en 1876.
Ambos, fueron sedes que acogieron importantes reuniones de repercusión política, ya que la condesa estuvo muy implicada en las actividades sociales del momento, lo que motivó, unido a los méritos políticos de su marido, que Alfonso XII le concediera la merced de la Grandeza de España, el 20 de enero de 1865. En efecto, allí se reunían con frecuencia los políticos de la época como Antonio Cánovas del Castillo, Arsenio Martínez Campos, Francisco Romero Robledo o Claudio Moyano, para comentar los avatares del momento, que se recogían después, en los periódicos de la ciudad.
Uno de esos acontecimientos fue el famoso baile llamado de “La flor de lis”, que se celebró para festejar al príncipe Alfonso, el 23 de enero de 1872, en la casa de Hortaleza. Allí se dieron cita las señoras, convocadas por la condesa, para demostrar su adhesión al príncipe desterrado, con joyas de brillantes representando la flor de lis. Hecho inmortalizado, simbólicamente, por Luis Coloma en su obra Pequeñeces.
También en la casa de Hortaleza se reunieron los amigos de los condes para celebrar un baile de máscaras el 26 de diciembre de 1874; desde allí, y disfrazado, salió Arsenio Martínez Campos para dirigirse a Sagunto, donde se produjo el levantamiento a favor de Alfonso XIII.
La condesa sabía unificar personajes de todas las tendencias políticas en sus salones. En 1884, en el palacete de la calle de Fernando el Santo, presidieron un baile las infantas Isabel y Eulalia. Entre otros, puso de moda en la sociedad madrileña, el juego del tresillo de gran tradición en su familia desde generaciones; así se recoge en las crónicas de la época.
Fue dama de honor de las reinas Isabel II, María de las Mercedes y María Cristina. También fue dama noble de la banda de la reina María Luisa y dama noble de la Orden de Santa Isabel de Portugal, además de otras condecoraciones.
Fuentes: Biblioteca Francisco de Zabálburu, Archivo Arizcun, 104, D.5 y 109, D.8. La Ilustración Española y Americana (Madrid), 30 de mayo de 1866.
Mercedes Noviembre Martínez