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Juan Díaz Criado

Biografía

Díaz Criado, Juan. Algeciras (Cádiz), 13.II.1901 – Sevilla, 4.III.1969. Aviador militar e intendente del Aire.

En el seno de una familia militar, nace un varón al que sus padres ponen por nombre Juan. Su progenitor, Manuel Díaz de Govira, era teniente coronel del Cuerpo de Intendencia, y su madre se llamaba Gloria Criado López. Sus primeras letras las recibió en Sevilla, donde pasó su infancia y su adolescencia hasta que decidió seguir los pasos de su padre ingresando, en julio de 1920, en la Academia Militar de Intendencia de Ávila.

Casi tres años más tarde, en diciembre de 1922, por haber terminado sus estudios académicos, es promovido al empleo de alférez. A primeros de febrero se incorpora a su primer destino en la Intendencia de Baleares, donde pasó a prestar sus servicios en la Sección de Contabilidad de dicha unidad.

Como consecuencia de su permiso oficial de abril de 1923 en Sevilla, se inició una etapa de su vida que se alargó durante muchos años y que marcó tanto su vida militar como familiar. Era un hombre, predispuesto a la enfermedad. Numerosas veces tuvo que suspender sus actividades o retrasar sus incorporaciones por encontrarse enfermo e ingresado en un hospital.

Durante este permiso enfermó y tuvo que permanecer durante un mes en convalecencia en Sevilla, por lo que no pudo incorporarse a su nuevo destino (28 de abril de 1923) en la Comandancia de Tropas de Intendencia de Melilla, hasta recuperarse totalmente.

Una vez incorporado a la 7.ª Compañía de Montaña, marcha con su unidad destacado a Dar Quebdani; participa en los convoyes efectuados a las posiciones de Tifaruin y Yostra. Pero la desgracia le persigue y en octubre es internado de nuevo en el Hospital Militar, donde permanece hasta mediados de noviembre, cuando es dado de alta y tiene que incorporarse a Dar Quebdani. A últimos de año se le destina a la Comandancia de Tropas de Intendencia de Ceuta.

En su nuevo destino pasa a prestar sus servicios en la 6.ª Compañía de Montaña, quedando, no obstante, en la plaza de Ceuta. Poco duró su estancia en la ciudad, pues en marzo de 1924 es agregado a la 4.ª Compañía de Xauen. Con esta unidad efectúa numerosos convoyes a las distintas posiciones de aquel sector. En la segunda quincena de marzo marchó a Targuesit, al mando de su sección, donde quedó destacado para poder abastecer a las posiciones de Solano, Atgos y Tasa.

En la primavera de ese año continúa prestando servicios de convoyes desde distintos destacamentos. El servicio más relevante de esta época lo realiza agregado a la 6.ª Bandera del Tercio de Extranjeros, participando en las operaciones sobre Loma Verde y Loma Astinada. Asimismo, asiste a las acciones de Zoco Arbaa, Bucarrich, Bugarral y Drú, hasta el día 21 de junio en que cae enfermo nuevamente y tiene que ser hospitalizado en Ceuta.

Su elevado espíritu le impulsa, en cuanto recibe el alta médica, a incorporarse a su compañía para continuar las operaciones. En esta etapa efectúa convoyes de aprovisionamiento a las posiciones de la costa atlántica desde Tisgarín hasta Solano. El jefe de su compañía, al darse cuenta de su delicado estado de salud, decide que pase a la 11.ª Compañía de Automóviles de Tetuán, para que tuviera un destino más tranquilo. Pero lo que su naturaleza física le dificulta, su elevado concepto del deber lo vence y muy pronto se encuentra realizando misiones de combate tanto en Dur Acoba como en Zoco Arbaa, donde permanece durante un tiempo, pues dicha posición está asediada por el enemigo. A finales de septiembre marcha de convoy a Zural y más tarde a Tetuán, adonde llega después de ser hostilizado muy duramente por el enemigo. El capitán de su compañía, en el parte al jefe militar de la zona, cita a este oficial como “distinguido” por su elevado espíritu y gran serenidad, demostrados en dichas operaciones. Pero, desgraciadamente, su cuerpo no resiste más y tiene que ser ingresado nuevamente en el Hospital Militar de Ceuta.

Asciende a teniente el 6 de diciembre de 1925 y se le confirma continúe en el mismo destino. En marzo de este mismo año marcha al aeródromo de Cuatro Vientos para realizar el reconocimiento facultativo exigido para optar al curso de piloto de aeroplano que había solicitado. Dos meses más tarde se le concede una nueva condecoración, la Medalla de Marruecos con el pasador de Tetuán y, días más tarde, el pasador de Melilla.

En junio de 1925 se le nombra alumno del curso de piloto de aeroplano que daría comienzo después del verano. Hasta su incorporación al curso de pilotaje, continúa en su destino en la 5.ª Compañía de Montaña de Ceuta. El 28 de septiembre hace su presentación en la Escuela Civil de Pilotos de Albacete para iniciar su curso de piloto. En octubre de nuevo es condecorado con una Cruz del Mérito Militar de 1.ª clase, con distintivo rojo, por sus acciones en Marruecos.

Al terminar su curso elemental de piloto es destinado a la Escuela de Clasificación, donde se califica como piloto de avión de guerra. Finalizado su aprendizaje en este centro (aeródromo de Cuatro Vientos), es agregado a la Escuadrilla de Getafe, perteneciente a la Escuadra de León, donde prosigue su entrenamiento de pilotaje, hasta que con fecha 4 de octubre de 1926 se le expide el título de piloto militar de aeroplano.

Ya profesionalmente considerado piloto militar pasa destinado a Marruecos a la escuadrilla de De Havilland DH-9 Rolls del Grupo de Melilla. Asciende a capitán de Intendencia, el 25 de noviembre de 1926, por méritos de guerra, como consecuencia de sus actuaciones en las operaciones llevadas a cabo en Marruecos.

Durante 1927 continúa efectuando misiones de vuelo con su grupo melillense en toda la zona oriental del Protectorado español. En el mes de julio de 1927 se ocupan los últimos reductos de los rebeldes de Yebel Jezana y Yebel Taria, con lo que pudo darse por terminada la guerra en África. La consecuencia inmediata de esta feliz hazaña es que en agosto su grupo recibe la orden de repatriación a la Península, concretamente al aeródromo de Getafe. Una vez instalado el grupo de Melilla en Getafe, el capitán Díaz Criado es destinado a la Escuadra n.º 5 para el Grupo de Reentrenamiento n.º 22, de guarnición en Tablada (Sevilla), adonde se incorpora a finales de octubre de 1927.

Sus enfermedades no le dejan en paz y durante una de sus convalecencias, la de paludismo concretamente, para mejorar sus dolencias, es enviado al balneario de Marmolejo. Durante su estancia en este balneario conoció a Catalina Navarro Parras con la que contrajo matrimonio en junio de 1928 y con la que tuvo ocho hijos. En este mismo año se le concede la Medalla de la Paz de Marruecos que había sido creada unos meses antes. Para recuperarse de las secuelas de sus dolencias, decide pasar a la situación de supernumerario en julio de este mismo año.

Con la proclamación de la República, Díaz Criado, al amparo de la Ley de Azaña, solicitó y le fue concedido el retiro. Fijó su residencia en Madrid, hasta el día 16 de julio de 1936, cuando tuvo que huir de su domicilio madrileño, en la calle Tutor n.º 3, triplicado, por sus ideas conservadoras, al efectuarse una redada de falangistas que vivían en su mismo portal. Anduvo huido por las calles madrileñas, hasta que con nombre falso pudo refugiarse en la embajada de Finlandia, pero se le detuvo cuando fue asaltada esta chancillería y se le encarceló en la prisión de San Antón. Consigue huir escapando así de las terribles “sacas” de esa prisión y logra refugiarse en la embajada de Chile.

El 1 de mayo de 1937 salió de la embajada de Chile para Valencia con documentación falsa. No fue detenido en el traslado de verdadero milagro y embarcó en el vapor inglés Maine para Marsella. Desde esta ciudad, tras muchas dificultades, pues le querían dirigir a Chile, marchó a San Juan de Luz, donde fue detenido y puesto en libertad bajo vigilancia; burlando la misma, se trasladó a Arcaiz, pasó el monte Zarrún y consiguió llegar el 24 de mayo a Vera de Bidasoa. Con fecha 1 de agosto se incorporó al Servicio de Aviación de la zona nacional, que le envió a la Escuela de Pilotos del aeródromo de El Copero (Sevilla) para su reentrenamiento. Tras un corto período de entrenamiento, en ese mismo mes pasa destinado al Grupo 4-G-12 de Romeo 37, emplazado en el aeródromo eventual de Delta de Piedralaves (Ávila).

Comienza sus actuaciones en misiones de guerra despegando el 1 de septiembre para Sevilla y Córdoba, con el fin de actuar en el frente de Peñarroya. Efectúa misiones de ametrallamiento y bombardeo en picado sobre Valsequillo, Palenciano y norte de la Sierra Tejonera, así como reconocimientos sobre La Grajuela.

Hasta el 22 de septiembre permanece en el citado frente y ese día marcha a su aeródromo de Piedralaves.

Actúa desde este campo en el frente de Toledo y en diciembre se traslada al aeródromo de Alfamen (Cariñena, Zaragoza). Así dio por terminado su segundo año de la guerra, en la que recibió una felicitación del jefe de la Región por su brillante actuación en el frente de Teruel.

El 28 de febrero se incorpora a su nuevo destino, la Escuadrilla 4-E-14 de aviones Heinkel 70 Rayos, en Sevilla. Con esta unidad participó en las operaciones llevadas a cabo tanto en el valle de Los Pedroches como en el norte de la Sierra Patuda y también efectuó reconocimientos fotográficos de Malpartida, Castuera, Higuera, Valle y Monterrubio. En agosto regresa a su antiguo destino, Grupo 4-G-12 de Romeo 37, con los que participa en las acciones del frente del Ebro. El 9 de septiembre, cuando operaba en la zona de la cota 545 del frente del Ebro, recibe un impacto directo de artillería antiaérea resultando gravemente herido tanto él como el observador, pero haciendo un gran esfuerzo consigue llegar a su campo (Castejón del Puente), donde nada más tomar tierra es evacuado al Hospital Militar de Zaragoza. Permanece en dicho hospital hasta que en enero de 1939 causa alta en el Hospital Militar de Sevilla, donde el tribunal médico correspondiente le declara “inútil temporal” para el vuelo, por lo que es destinado días después a la Jefatura Administrativa del Ejército del Centro. En marzo reingresa en el servicio activo y en esta situación le sorprende el final de la guerra. En agosto de 1939 se le concede la Medalla Militar individual, por su actuación en la campaña 1936-1939.

En ese mismo mes se le conceden las siguientes condecoraciones: Medalla de la Campaña, Cruz Roja del Mérito Militar y Cruz de Guerra; en noviembre se le concede la Medalla de la Corona de Italia y otra Cruz de Guerra, por las heridas sufridas a finales de 1938, y en diciembre se le otorga la Medalla de Sufrimientos por la Patria.

En mayo de 1940 se le confiere el empleo de comandante de Intendencia y pasa destinado a la II Región Aérea (Sevilla). En este destino se le notifica la concesión de la Medalla del Águila Alemana y la anotación en su hoja de servicios del “Valor Distinguido”.

El 4 de abril de 1945 asciende a teniente coronel y permanece destinado en la misma región, denominada entonces “del Estrecho”.

A partir de 1944, su salud empieza a resquebrajarse de forma paulatina, por lo que tiene que solicitar licencias por enfermedad y posteriormente, al no mejorar sus dolencias (enfermo del corazón y con secuelas del paludismo), decide solicitar su pase a la situación de “reemplazo por enfermo”, donde con altibajos permanece hasta 1949, cuando al no mejorar solicita su pase a la situación de supernumerario para dedicarse completamente a curarse de sus dolencias.

En esta situación asciende a coronel el 11 de febrero de 1956, continuando como supernumerario hasta noviembre de 1958 en que solicita cesar en dicha situación. En enero siguiente es destinado a la Inspección de Intendencia. Durante su permanencia en este destino realízale curso de servicios para coroneles, en el que pone de manifiesto su preparación, como lo demuestra el hecho de que el director de la Escuela Superior de Ejército le otorgue una mención especial.

Después de efectuar el curso de aptitud de ascenso a general en la Escuela Superior del Aire, el 13 de diciembre de 1962, es promovido al empleo de intendente del Aire, siendo nombrado director de los Servicios de Intendencia del Ejército del Aire, puesto que desempeñó hasta su pase a la situación de reserva por edad, en mayo de 1964. Estaba en posesión de la Cruz (1947), Placa (1961) y Gran Cruz (1967) de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

En la situación de reserva, sin destino, falleció en Sevilla en febrero de 1969. A título póstumo, por estar en posesión de la Medalla Militar individual, es promovido al empleo de intendente general del Aire (10 de febrero de 1972).

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico del Ejército del Aire (Villaviciosa de Odón, Madrid), Hoja de Servicios.

J. Gomá Orduña, Historia de la Aeronáutica Española, Madrid, Gráficas Huérfanos del Ejército del Aire, 1950; J. Salas Lararrazabal, La Guerra de España desde el Aire, Barcelona, Ariel, 1969.

 

Adolfo Roldán Villén

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