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Fernando de Toledo y Dávila

Biografía

Toledo y Dávila, Fernando de. Ávila, c. 1542 – Valladolid, 22.VII.1602. Militar y cortesano.

Olvidado y confundido por los historiadores, Fernando de Toledo, hermano del II marqués de Velada, Gómez Dávila y Toledo, ha pasado inadvertido entre los numerosos caballeros que con idéntico nombre y apellido confluyeron en similares escenarios y circunstancias.

La homonimia, tan frecuente en los siglos xvi y xvii, ha desdibujado su interesante biografía, distorsionando su destacada trayectoria militar y cortesana. La fortuna quiso que su vida fuera paralela a la de su primo el prior de San Juan, Hernando de Toledo, hijo natural del III duque de Alba, y a la de otros parientes como Fernando de Toledo, señor de Villorias, y Hernando de Toledo, maestre de campo general en Flandes, de la casa condal de Alba de Liste, equivocando su semblanza y errando su posterior recuperación historiográfica.

Como segundogénito de Sancho Dávila y Juana Enríquez de Toledo, herederos de Gómez Dávila y Dávila de Ribera —I marqués de Velada desde 1557—, nada hacía aventurar su posterior destino, pues ni siquiera su hermano mayor, Gómez Dávila y Toledo, estaba destinado a suceder en tan corto espacio de tiempo a su padre, fallecido trágicamente en 1546, y a su abuelo.

Desde entonces pasó a convertirse, mientras su hermano no tuviese descendencia, en su sucesor. A pesar de todo, desde muy niño fue acogido y apadrinado por su tío el duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo. Para destacar esa especial vinculación adoptaría como primer y único apellido el del clan familiar más poderoso entonces, el de los Toledo, que le venía por línea materna.

Tras pasar algunos años en la Corte del entonces infante don Carlos, hijo del príncipe Felipe (futuro Felipe II), marchó en 1554 a Inglaterra formando parte del séquito del duque de Alba que acompañaba al heredero de Carlos V para celebrar su matrimonio con la reina de Inglaterra María I. Tras aquella primera gran jornada comenzaría su carrera militar bajo la tutela de su tío sirviendo en Flandes, desde los inicios de la rebelión hasta finales de la década de 1570, como capitán de Caballería Ligera y siendo herido en varias ocasiones. En la posterior empresa de conquista de Portugal, de la que Alba sería de nuevo el máximo responsable militar, también tomó parte integrando el estado mayor del duque. Le cupo el honor, como ya hiciera con la victoria de Mons en 1572, de comunicar personalmente a Felipe II la toma de Lisboa en 1580.

Después de la campaña de Portugal, licenciado del Ejército, pasó a formar parte del grupo de servidores más cercanos al Rey, que le nombraría su gentilhombre de cámara en 1586, confirmándole además la encomienda de la Zarza de la Orden de Alcántara, de la que era caballero desde 1562. Posteriormente, se le concedería la de Peñafiel y alcanzaría la Procuraduría General de dicha Orden. Pronto sería reconocido como favorito de Felipe II, llegando a ser uno de sus criados más próximos y a los que el Rey siempre dispensó un singular afecto. Su particular privanza le valió los recelos de quienes comenzaban a postularse como ministros del Rey, entre ellos Cristóbal de Moura y Juan de Idiáquez.

Su influencia sobre Felipe II no fue en ningún caso política, si bien coincidió, de ningún modo casual, con el ascenso de su hermano el marqués de Velada, Gómez Dávila y Toledo, como ayo y mayordomo mayor del príncipe Felipe (futuro Felipe III) y de la infanta Isabel Clara Eugenia desde 1587, y como consejero de Estado y miembro de la Junta de Gobierno desde 1593.

Antes de su muerte, Felipe II le confirmó una renta anual de 3000 ducados por haberle servido tan lealmente, “teniendo consideraçión a los muchos años y bien que en todas ocasiones y particularmente en mis enfermedades”. Sin disfrutar de similar consideración durante el reinado de Felipe III, sin embargo conservó su oficio de gentilhombre de cámara del Rey y pudo disfrutar, aunque poco tiempo, de una merced de 30.000 ducados otorgada por el nuevo Monarca.

Falleció en Valladolid en 1602.

 

Bibl.: B. de Mendoza, Comentarios de don Bernardino de Mendoza de lo sucedido en las Guerras de los Paýses Baxos, desde el año de 1567 hasta el de 1577, Madrid, Pedro Madrigal, 1592; L. Cabrera de Córdoba, Don Phelipe Segundo Rey de España, Madrid, 1619; S. Martínez Hernández, “El servicio al rey. De la milicia a la corte: don Fernando de Toledo y Dávila (c. 1538-1602)”, en E. Martínez Ruiz (dir.), Madrid, Felipe II y las ciudades de la Monarquía, vol. II, Las ciudades: capitalidad y economía, Madrid, Actas Editorial, 2000, págs. 123-133; S. Martínez Hernández, El marqués de Velada y la corte en los reinados de Felipe II y Felipe III. Nobleza cortesana y cultura política en la España del Siglo de Oro, Salamanca, Junta de Castilla y León, 2004.

 

Santiago Martínez Hernández