Guillamas Velázquez, Francisco. Ávila, 1548 – Madrid, 3.X.1630. Señor de la Serna (I). Maestro de cámara de la Casa de Borgoña y tesorero de la Casa de la Reina.
Oriundo de una familia noble, de origen francés, asentada en Ávila desde el siglo xv, Francisco Guillamas Velázquez, tras servir en Italia, Lepanto y Flandes a las órdenes de Juan de Austria y de Alejandro Farnesio, fue nombrado maestro de cámara de la Casa de Borgoña desde el 1 de mayo de 1588, en lugar de su tío, Francisco Guillamas, que fue al menos desde 1567 tenedor de los bastimentos y pagador de los ejércitos de Granada, tesorero de la Reina en lugar de Juan Fernández de Espinosa, procurador en Cortes por Ávila y proveedor general de las galeras de España. Un año más tarde, en 1589, Francisco fue nombrado tesorero de la casa del príncipe Felipe y de la infanta Isabel Clara Eugenia. Permaneció en este cargo cuando se formó la casa de la reina Margarita, ya en 1599.
Se casó con Catalina de Rois Bernaldo de Quirós, de la que engendró a Jerónimo Guillamas, caballero de la Orden de Calatrava, y a Antonio Guillamas, caballero de Santiago, posteriormente regidores de Ávila y señores de la Serna; además, una de sus hijas se casó en primeras nupcias con el comendador Antonio Martínez de Leyva y después con el marqués de Loriana, de cuyo linaje descendía el propio Guillamas.
En 1605 ingresó en la Real Hermandad de Criados y un año después obtuvo una regiduría en su Ávila natal; en 1611, tras el fallecimiento de la Soberana, continuó sirviendo en la casa de sus altezas y más tarde en la de la princesa Isabel de Borbón. Entre 1593 y 1618 adquirió, por compra, el señorío jurisdiccional de la dehesa de la Serna en Ávila, que incluía El Guijo, Los Pobos, Vadillo, Aldehuela y La Nava.
A comienzos del reinado de Felipe IV (1622), debido a importantes irregularidades contables y a su colaboración con el duque de Lerma, tuvo que dimitir de sus cargos de tesorero de la casa de la Reina, donde le sustituyó Jerónimo del Águila, y como maestro de cámara de la Casa de Borgoña (el 31 de diciembre) y en su lugar se asentó Tomás de Cardona.
Interesante es, sin duda, la faceta de Francisco Guillamas Velázquez como importante patrono de la Orden Carmelita Descalza, a decir de sus numerosas obras pías en Ávila —especialmente en el convento de San José—, para las cuales no dudó en contratar los servicios de los principales artistas de la Castilla del momento, como Juan Pantoja de la Cruz, Juan de Porres o, muy posiblemente, Antonio de Riera y Francisco de Mora.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio, Sección de Personal, expedientes, cajas 227/24, 486/10; Sección Histórica, caja 191, n.º 38; Sección Administrativa, caja 10.278, n.º 38; Registros, lib. 5495, fol. 29r.
A. Merino Álvarez, La Sociedad abulense durante el siglo xvi. La Nobleza, Madrid, Imprenta del Patronato de Huérfanos de los Cuerpos de Intendencia e Intervención Militares, 1926; J. J. Martín González, “El convento de San José de Ávila (Patronos y obras de arte)”, en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, XLV (1979), págs. 349-375; E. Ruiz-Ayúcar, Sepulcros artísticos de Ávila, Ávila, Institución Gran Duque de Alba, Diputación Provincial, 1985; F. J. Lorenzo Pinar y J. I. Izquierdo Misiego, “Ventas jurisdiccionales abulenses en tiempos de Felipe III y Felipe IV”, en Studia Histórica. Historia Moderna, 23 (2001), págs. 203-204 y 229; R. Stradling, Philip IV and the Government of Spain, 1621- 1665, Cambridge, Cambridge University Press, 2002.
Félix Labrador Arroyo y Roberto Quirós Rosado
